El caso de Barry Young, neozelandés filtra datos preocupantes sobre vacunas mRNA; crece rechazo global

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En días recientes se han generado diversos incidentes que han vuelto a poner el foco en la presunta seguridad y eficiencia de las vacunas mRNA; mientras que en Canadá un reporte monumental concluyó severas evidencias sobre su falta de seguridad; en Texas el fiscal general advirtió que iniciará una demanda contra Pfizer por mentir acerca de la calidad de sus vacunas contra el Covid-19; en Europa presidentes han empezado a condenar abiertamente a las farmacéuticas; y en Nueva Zelanda también se ha generado gran controversia con la filtración de datos oficiales que revelarían una gravísima incidencia de mortalidad en vacunados.

El caso de Barry Young

Esta semana fue detenido en Nueva Zelanda, Barry Young, un empleado de la Agencia Nacional de Salud (Te Whatu Ora), quien habría filtrado datos confidenciales de 5 millones de ciudadanos vacunados, los cuales hizo llegar a investigadores, académicos y políticos de varios países, exponiendo una posible alta e inexplicable incidencia de muerte en personas sometidas a la inoculación con vacunas experimentales mRNA (Pfizer-BionTech).

Estos datos anonimizados, revelarían de forma estadística una anormalidad importante respecto a la incidencia de mortalidad en vacunados, según afirman también diversos especialistas que han examinado la documentación, la cual ha llegado incluso a abordarse en el parlamento británico.

En algunos lotes, por ejemplo el Batch ID 1, la incidencia de mortalidad sería del 21.38%; es decir, de 711 personas que fueron vacunadas con este lote, 152 habrían fallecido en un periodo de 5 meses. En total se habrían identificado al menos 12 lotes, con una mortalidad de entre el 4.5% y 21%, una situación anormal, para un país que tiene un índice de mortalidad del 0.75%; un hecho que tendría una ínfima probabilidad de suceder aleatoriamente de 100 mil millones a 1.

Especialistas como Steve Kirsch, quien era miembro del comité de evaluación de vacunas de la FDA de los EEUU, han revisado y validado las evidencias; «los datos son legítimos; por eso detienen a Barry. Es un héroe por exponer la verdad» afirmó el connotado investigador, quien de igual forma está presentando los datos en diversas universidades y parlamentos.

Reporte canadiense también enciende alarmas sobre seguridad de las vacunas anti Covid mRNA

Días atrás, National Citizens Inquiry (NCI), un conglomerado de organizaciones y académicos que se conformó para evaluar la respuesta del gobierno canadiense a la «pandemia» del Covid-19, emitió su informe final, concluyendo de igual forma con severos cuestionamientos acerca de la estrategia y la seguridad de estos productos experimentales.

Se trata de un trabajo documental extenso, que generó un reporte de más de 5 mil páginas, donde se incluyen cientos de documentos oficiales, estadísticas, así como también testimonios de civiles y expertos que dan cuenta de las verdaderas implicaciones de la estrategia de inoculación masiva y políticas de confinamiento.

«Los canadienses merecen escuchar las preocupaciones planteadas y forjar sus propias opiniones informadas sobre la COVID-19. Esto incluye la idoneidad de las medidas de mitigación utilizadas por las autoridades gubernamentales. Depende de usted, el lector del informe final del Comisionado, si esta narrativa es una representación más completa de la realidad que los mensajes transmitidos por el gobierno y los medios corporativos durante los últimos tres años», se advierte en el informe que ha generado de igual forma múltiples reacciones a nivel mundial.

Los expertos concluyen que estas deficientes medidas sanitarias, han minado la confianza de la ciudadanía, al imponer tratamientos cuya presunta eficacia y seguridad ha quedado ampliamente desacreditada con evidencia clínica y científica acumulada en los últimos 3 años.

«La expresión ‘segura y eficaz’ es un eslogan de marketing y engañoso», se concluye en el informe, donde también se afirma que «es indiscutible que [las] ​​vacunas están adulteradas… por la presencia de fragmentos extraños de ADN y una secuencia de un virus de mono llamado SV40, sospechoso de causar cáncer”.

«No podemos permitir que esto les pase a nuestros hijos y nietos», asestaron especialistas como Ches Crosbie, director del NCI canadiense.

Al respecto de estos posibles rastros de fragmentos con potencial cancerígeno en las vacunas, este miércoles el Secretario de Salud de la Florida también hizo un llamado formal para que esto sea investigado a fondo en la FDA.

Cabe recordar que hace unas semanas también se reunió un amplio comité de científicos a convocatoria del World Council of Health, para analizar precisamente esta grave situación que se ha venido documentando de forma cada vez más amplia, sobre la contaminación de vacunas mRNA con micro fragmentos con potencial carcinogénico.

Se multiplican los procesos judiciales y el rechazo a los tratamientos experimentales

Otro caso significativo que revela el clima de desconfianza hacia las vacunas de Pfizer y Moderna, fue el anuncio emitido hace unos días por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, quien anunció una denuncia penal de su parte en contra de Pfizer, por engañar a la población respecto a la eficacia de su vacuna.

El responsable de la justicia en el estado de Texas, también acusó las graves estrategias de censura que ha encabezado la farmacéutica, para tratar de silenciar y denostar los argumentos que exhiben la peligrosidad de sus tratamientos para el Covid-19.

Llama la atención lo sucedido también en días recientes en países como Eslovaquia, donde el Primer Ministro, Robert Fico, también salió a dar un discurso tajante arremetiendo no solo contra la ética de farmacéuticas como Pfizer, sino también rechazando abiertamente las intenciones y complicidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Si alguien tenía una opinión diferente sobre la vacunación contra el COVID-19, era ‘peligroso para la sociedad’. Los medios de comunicación escribieron abiertamente, como todos recuerdan, y cito ahora mismo: ‘que toda persona no vacunada debería chillar de dolor como un cerdo. Es necesario usar la fuerza si alguien rechaza la política de la aguja’, decían. Y hoy se está demostrando, que nuestra perspectiva librepensadora sobre la vacunación y las medidas gubernamentales en la lucha contra el COVID que violaban flagrantemente los derechos humanos, era correcta y estaba justificada. Un estudio tras otro confirma las escandalosas consecuencias de la vacunación masiva con vacunas experimentales no probadas»; asestó el presidente de Eslovaquia.

Cabe recordar que meses atrás, la OMS amenazó con imponer a nivel global una nueva política sanitaria, para que los países abandonen su soberanía en materia de salud en caso de una nueva «pandemia», y concedan a este organismo, instrumento de la industria farmacéutica, como el gestor de las medidas a adoptar, situación que fue rechazada también de manera tajante por el presidente eslovaco.

«No apoyaremos el fortalecimiento de los poderes de la Organización Mundial de la Salud a expensas de los estados soberanos en la gestión de la lucha contra las pandemias. Diré que semejante disparate solo puede haber sido inventado por las codiciosas empresas farmacéuticas que empezaron a percibir la resistencia de ciertos gobiernos contra la vacunación obligatoria», afirmó.

Cabe señalar que en México, también se está tratando de avanzar hacia esta política totalitaria que intenta conferir a la OMS el control absoluto en caso de nueva pandemia, no obstante que de forma paralela también se vienen realizando algunos esfuerzos parlamentarios civiles para tratar de impedirlo, sin embargo el grueso de las discusiones aún permanecen fuera de la discusión y el debate público.


 

 

Imagen de portada generada vía IA con Craiyon


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