Este lunes se cumplió un mes de que fuera asesinado el estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa, Yanki Kothan Gómez Peralta por integrantes del grupo policial de élite, Centauro, de la Policía Estatal de Guerrero, lo que generó ríspidas protestas en la ciudad de Chilpancingo, no solo por la falta de justicia en el caso, sino también por las acciones emprendidas por el gobierno de Evelyn Salgado.
Hace unos días, el gobierno de Guerrero había anunciado que el ex secretario de gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, quien había renunciado a su cargo después del asesinato, se estaría reintegrando al gobierno del estado, ahora como «asesor», mientras que Francisco Rodríguez Cisneros, asumiría el cargo de subsecretario de Asuntos Políticos.
Estas designaciones causaron molestia en la comunidad estudiantil de Guerrero, toda vez que Ludwig Marcial Reynoso, junto con el ex secretario de seguridad, Rolando Solano, divulgaron versiones falsas de los hechos después del homicidio.
Los funcionarios estatales, habían afirmado que los jóvenes de Ayotzinapa dispararon primero, además de que estaban en posesión de drogas y armas, situación que ha quedado desacreditada en el curso de las investigaciones, después de que incluso otros policías denunciaran a altos mandos de Grupo Centauro de sembrar evidencias; además, Ludwig Marcial y el general Solano, tampoco informaron de la detención y presuntos actos de hostigamiento «que rayaron en actos de tortura» en contra de tres normalistas detenidos esa misma noche del homicidio.
Debido a esta situación, los estudiantes de Ayotzinapa, quienes además continúan las jornadas de lucha para exigir la presentación de los más de 40 estudiantes desaparecidos desde septiembre del 2014, realizaron este lunes una enérgica protesta, en la que prendieron fuego a varios vehículos que se encontraban en el Palacio de Gobierno de Chilpancingo, sede del poder estatal.
Los jóvenes también arrojaron artefactos incendiarios al interior del edificio, provocando un incendio en las instalaciones, que tuvo que ser contenido por bomberos de la capital guerrerense.
De forma paralela los estudiantes divulgaron un pronunciamiento, exigiendo al gobierno de Guerrero, no solo la destitución de los funcionarios que se han reincorporado al gobierno de Guerrero, sino también una investigación penal en su contra, por haber intentado desviar las indagatorias, así como también para determinar su posible participación en la fuga del homicida, quien al día de hoy continúa sin ser presentado ante la justicia, después de haber sido liberado semanas atrás por la misma Secretaría de Seguridad del estado.
Los normalistas de igual forma exigen sanciones y proceso penal «por sus acciones y omisiones», en contra del general Rolando Solano y la ex fiscal del estado Sandra Luz Valdovinos.
De igual forma se sigue denunciando una investigación amplia, que clarifique si tuvo algo que ver en el homicidio de Yanki Kothan, el hecho de que tan solo un día antes de su ejecución extra judicial, participó en la protesta que derribó las puertas del Palacio Nacional.
