Continúan acumulándose indicios que responsabilizan a altos mandos de la Policía Estatal de Guerrero, no solo en el homicidio del joven estudiante de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez Peralta, sino también en los intentos por criminalizar a los normalistas y desviar las investigaciones.
Además de los relatos de testigos, que ya habían surgido desde las primeras horas posteriores al asesinato y que señalaban la posible siembra de evidencias, esta semana ha trascendido un escrito proveniente de los mismos policías estatales de Guerrero, señalando al coordinador del grupo Centauro, Pedro Castro Muñoz, de haber sido el responsable de sembrar un arma, droga y hasta cervezas, en la camioneta del joven que fue asesinado de un disparo en la cabeza.
El diario El Sur de Guerrero, divulgó el contenido de una carta firmada por policías estatales, y dirigida al nuevo encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero, Jesús Castro Gutiérrez, informándole de estas graves irregularidades.
Según la denuncia de policías estatales de Guerrero: “Pedro Castro Muñoz tuvo mucho que ver en los hechos del asesinato del estudiante de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, ya que llegó a la escena del crimen y por querer presentar trabajo ante la Secretaría sembró el arma, la droga y hasta cervezas”.
Esta situación, resultaría sumamente grave, pues este sujeto, coordinador de Grupo Centauro, es el mismo que permitió la fuga del policía David «N», quien está acusado de haber disparado a la cabeza de Yanqui Kothan.
Cabe recordar que días atrás, trascendió que el policía homicida, estaba bajo resguardo de «Grupo Centauro», que es la «policía de élite» y «reacción inmediata» del estado de Guerrero.
No obstante que por «increíble» que parezca, el policía acusado de homicidio, «pidió permiso para ir a comprar algo», este permiso, le fue concedido precisamente por el mismo coordinador de Centauro, Pedro Castro Muñoz, quien le autorizó su salida sin vigilancia alguna, facilitando así su evasión de la justicia.
Hasta el día de hoy, David «N», continúa prófugo de la justicia, y aunque los dos compañeros que estaban con él esa noche, han sido vinculados a proceso, estos están siendo acusados de cargos menores, de los que están siendo imputados al homicida del joven estudiante.
Cabe recordar que las primeras versiones divulgadas por la SSP de Guerrero, dirigida en ese entonces por el general brigadier Rolando Solano, afirmaban que los jóvenes estudiantes habían disparado primero contra los policías, además de que se les había encontrado drogas y una pistola, situación que no solo había sido utilizada políticamente para intentar denostar y criminalizar al movimiento estudiantil, sino que también estaría delatando un grave intento de alteración de evidencias, proveniente de un alto mando de la Policía de Guerrero, quien aún permanece en libertad e impunidad.
Los policías denunciantes, también aluden a otras cuestiones graves relativas al coordinador de Centauro, incluidos presuntos actos de abuso de autoridad cometidos al interior de la corporación policíaca.
Grupo Centauro, fue fundado en 2017, por el entonces gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, conformado como un grupo de policía de élite y reacción inmediata, que opera solo en ciudades clave del estado.
Hasta el día de hoy, la gobernadora Evelyn Salgado, no ha informado de ningún proceso ni sanción en contra de esta agrupación policial, así como tampoco alguna investigación, a pesar de los graves delitos en que se pudo haber incurrido.
Continúan las protestas, reales
Este mismo miércoles, estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, realizaron diversos actos de protesta en el estado de Guerrero, para exigir justicia por el asesinato de su compañero normalista.
Cabe señalar que los mismos normalistas, se desvincularon de una protesta que se registró en la Ciudad de México, en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana, donde sujetos que afirmaban ser «normalistas de Ayotzinapa», protestaron ante la presencia de la candidata a la jefatura de gobierno, Clara Brugada.
Es decir que «alguien», mandó disfrazar a un grupo de choque, como si se tratara de «normalistas de Ayotzinapa», para tratar de ensuciar el evento con fines políticos, situación que también está desvirtuando la protesta social de los verdaderos estudiantes.
