Este viernes trascendió que familiares de los detenidos por la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz, presentaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), denunciando posibles actos de tortura en contra de los detenidos.
Cabe recordar que dos hombres y cuatro mujeres, todos ellos empleados del bar Black Royce de Naucalpan, fueron detenidos por su posible participación en el homicidio del empresario.
Sin embargo, según las denuncias de los familiares, los detenidos habrían sido sometidos a actos de tortura, por lo que la Codhem instruyó a activar el Protocolo de Estambul, mediante el cual se pretende evaluar si efectivamente alguno de los detenidos pudo haber sido víctima de algún tipo de tortura, además de dictaminar medidas cautelares para examinar la situación física y psicológica de los indiciados.
Entre las denuncias de los familiares, se señala también la presión para firmar documentos en blanco, así para reconocer declaraciones diferentes a lo sucedido esa madrugada en el Black Royce.
Este viernes familiares de algunos de los detenidos también se manifestaron en las afueras del penal donde se encuentran recluidos, exigiendo su libertad y señalando múltiples irregularidades en el proceso.
Se tiene previsto que la audiencia inicial se realice el día de mañana sábado, en el mismo penal de Barrientos a donde han sido trasladados; el juez podría dictaminar su vinculación a proceso, o bien dejarlos en libertad.
La hipótesis central de la fiscalía, refiere que las mujeres detenidas, serían parte de una organización delincuencial de «goteras», quienes se dedican a colocar sustancias en las bebidas de clientes en bares, con el fin de despojarlos de pertenencias o clonar sus tarjetas bancarias.
Aunque públicamente la fiscalía mexiquense señaló que está investigando el posible uso de «sustancias», peritos de la misma dependencia habrían encontrado indicios de cocaína y escopolamina; la aplicación de esta última sustancia, sería un fuerte motivo para respaldar la teoría del homicidio, lo que complicaría el panorama jurídico para los detenidos.
Reportes recientes refieren que dentro de la carpeta de investigación, se está incluyendo también el análisis de las cámaras de seguridad del lugar, y donde sería evidente tanto la participación de las 4 mujeres en el incidente, así como también la manipulación del cuerpo de la víctima por empleados del lugar.
Aún faltaría por detener otro de los involucrados que movieron el cuerpo de la sala «VIP» a la salida de emergencia donde fue encontrado por agentes de la fiscalía mexiquense.
Tampoco se ha confirmado si existe alguna orden de captura en contra del administrador o propietario del bar.
