La Fiscalía del Estado de México confirmó que ha cumplimentado órdenes de captura en contra de 4 mujeres y 2 hombres involucrados en la muerte del empresario Iñigo Arenas, al interior de un bar «Black Royce» en el municipio de Naucalpan, Estado de México.
Según las indagatorias, y contrario a lo que afirmaba el abogado defensor del bar, a Iñigo Arenas sí le administraron diversas bebidas alcohólicas «y aparentemente le suministraron tamibén sustancias a la víctima».
Esta sustancias estarían siendo investigadas en el peritaje y han sido incorporadas en la línea de investigación principal que mantiene la fiscalía.
Esta teoría de la fiscalía, precisa que alrededor de las 05:00 horas, convencieron a la víctima de subir al VIP, acompañado por cuatro mujeres empleadas del lugar, y le realizaron un cobro de 4 botellas, cada una con un valor de 10 mil pesos, cargo que fue concretado por la cajera en una de las tarjetas bancarias del empresario.
Aproximadamente 40 minutos después, una de las mujeres avisa al encargado de seguridad que la víctima «se siente mal y se puso morado», por lo que personal del mismo establecimiento le practica RCP.
También llamaron a los servicios de emergencia y trasladaron el cuerpo a una salida de emergencia, que fue donde finalmente se concretó el levantamiento del cuerpo de parte de agentes ministeriales.
La fiscalía informó que los resultados de la necropsia, en conjunto con los «registros de investigación», se concluye que el empresario falleció por «asfixia mecánica por sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico con presencia de alcohol y de sustancias químicas de naturaleza controlada, que limitaron su conciencia y funciones motoras».
Estos efectos, «en grado de probabilidad habrían propiciado su deceso», señaló la fiscalía, expresando de esta forma que las sustancias que le aplicaron a la víctima, habrían jugado un papel importante en el fallecimiento de Iñigo Arenas.
Los detenidos, son las cuatro mujeres que ingresaron con Iñigo Arenas al VIP, el capitán de meseros y el encargado de la seguridad del lugar.
Los seis fueron remitidos al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, donde se resolverá su situación jurídica.
