Este martes finalizó en Vilnius la Cumbre de la OTAN, donde se definieron importantes acuerdos militares, considerando también el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia; de forma paralela, algunos países están advirtiendo el envío de armamento más poderoso, incluidas bombas de racimo, prohibidas por las convenciones de Naciones Unidas.
Zelenski se queda solo
A pesar de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, fue invitado a la cumbre de la OTAN como observador, y de que llegaba con amplias expectativas, en realidad el apoyo recibido ha terminado siendo bastante limitado y hasta decepcionante para su causa.
El presidente ucraniano, había manifestado sus deseos, no solo de obtener una fecha concreta de adhesión y de que pudieran firmarse acuerdos para agilizar su integración al Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo cual representaría un bloque conjunto que podría responder militarmente de forma directa a Rusia.
Y aunque sí se expresaron compromisos para trazar una ruta más directa hacia la admisión de Ucrania en la OTAN, también se emitieron condiciones, que ratifican que este proceso tampoco será sencillo, y un procedimiento que tampoco dispone de una fecha concreta por la situación.
El requisito más complicado de evadir, es el hecho de que para que Ucrania sea admitida en la OTAN, debe finalizar antes el conflicto militar con Rusia.
Esto generó reclamos incluso de Zelenski, quien abiertamente se quejó a través de sus canales públicos.
«Es inaudito y absurdo que no haya un plazo ni para la invitación ni para la adhesión de Ucrania; y que se añadan extraños términos sobre ‘condiciones’ incluso para la invitación de Ucrania«, señaló a través de su cuenta de Telegram, donde también criticó la «falta de voluntad de invitar a Ucrania a la OTAN y de convertirla en miembro«.
¿Pero qué se esperaba este actor de segunda…?
Zelenski reprocha a la OTAN "su absurda falta de respeto a Ucrania" al no concretar la invitación para su adhesión.https://t.co/bKUNytiOIO— Guillermo Rocafort (@GuillermoRocaf1) July 11, 2023
A pesar de esto, los países de la OTAN acordaron cesar todo apoyo a Rusia en el marco de la operación militar en curso, y aunque aclararon que no buscan una confrontación con el gobierno de Putin, afirmaron que tampoco lo estarán considerando como un aliado.
A través de la declaratoria final de la cumbre llevada a cabo en la capital lituana, también se criticó la integración militar de Rusia con Bielorrusia, calificándola de una amenaza a la estabilidad regional.
De igual forma se expresaron acerca de las ambiciones de China, señalando que estas afectan los «valores, intereses y seguridad de la OTAN», además de reiterar que harán esfuerzos para prevenir que Irán sea capaz de desarrollar sus propias armas nucleares.
Escalada armamentista, nueva amenaza global
En horas recientes, también se han confirmado nuevos envíos de armamento a Ucrania, no obstante que más allá de las municiones, tanques, helicópteros que están siendo destrozados en los duros combates del frente de batalla, esta vez se ha amenazado con llevar el conflicto a otros niveles más graves.
EEUU confirmó que estará enviando a Ucrania bombas de racimo, a pesar de que estas fueron vetadas en la Convención de Dublín del 2008, por ser consideradas una grave amenaza a la población civil y el medio ambiente.
De hecho, a la fecha, más de 100 países han firmado la declaratoria por medio del cual se prohíbe este tipo de armas, incluidos la mayor parte de países de la OTAN; no obstante que nunca ha sido firmada por EEUU, país que ha manifestado sus intenciones de dotar a Zelenski con este tipo de armamento.
Este anuncio ha generado múltiples reacciones internacionales, en Rusia, el comandante en jefe de las fuerzas armadas, Shoigú, manifestó que en caso de que Ucrania empiece a usar este tipo de armamento, su ejército se verá obligado también a empezar a utilizarlas.
«El mundo entero ya ha visto que ellos (EEUU) han confirmado la entrega de bombas de racimo y lo justifican de diferentes maneras. Esto, por supuesto, influirá a la prolongación del conflicto … Cabe mencionar que Rusia tiene municiones de racimo en servicio, al mismo tiempo, son mucho más eficaces que las estadounidenses«.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reconoció que entre sus aliados de la OTAN, también hay quienes no están de acuerdo con esta medida: «No quiero sugerir que hay unidad sobre el uso de las municiones: obviamente, muchos países han dicho, debido a sus obligaciones legales, que no lo apoyarían».
Los medios occidentales no sólo te mintieron sobre Kramatorsk y Leópolis donde Rusia jamás atacó objetivos civiles sino que te ocultan las consecuencias reales del envío de bombas de racimo a Ucrania.
Los que sufrirán serán civiles: Ucrania los masacrará con la ayuda de la OTAN. pic.twitter.com/XeZlyuGoHG
— Liu Sivaya (@liusivaya) July 8, 2023
El anuncio de Biden de que enviaría armas de racimo a Zelenski, generó críticas incluso en su propio país; figuras públicas influyentes como el caso de Donald Trump, salieron a criticar duramente la medida.
«Joe Biden debería estar tratando de poner fin a la guerra y detener la horrible muerte y destrucción que está causando una Administración incompetente», señaló Trump a través de un comunicado divulgado este martes.
«Estas municiones de racimo sin explotar matarán y mutilarán a hombres, mujeres y niños ucranianos inocentes durante décadas«, señaló Trump, haciendo eco también del llamado realizado por organizaciones humanitarias.
El ex presidente estadounidense, también señaló que esta es una muestra más de que se está perdiendo la guerra con Rusia, y urgió a generar una desescalada del conflicto.
Y es que efectivamente, parece que se trata de intentos desesperados por tratar de reponerse del fracaso de la contraofensiva militar, pues esta misma semana, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció de igual forma el envío de misiles de largo alcance al régimen de Zelenski, lo cual representa también una importante escalada en el conflicto.
Cómo va la contraofensiva ucraniana
Estas muestras de desesperación en países occidentales, parecen estar sustentadas en los débiles resultados de la contraofensiva militar ucraniana.
A pesar de que tardaron meses en prepararse y de que se han invertido miles de millones de dólares en armamento proveniente de más de una decena de países de la OTAN, y de que también se han enviado a miles de mercenarios internacionales, los avances ucranianos aún resultan sumamente limitados.
Con todo y de que han gastado un 30% de la capacidad militar que se había preparado para esta contraofensiva, según sistemas de mapeo del conflicto bélico, como el de Suriyakmaps, habrían recuperado apenas unos 212 km cuadrados de territorio, principalmente en el frente de Velyka Novosilka (Donetsk). Esto, representa un 0.5% del territorio que perdieron tan solo en Jersón y Zaporiyia (42,141 km2).
1. Zaporizhia front:
– Lobkove axis: 10 sq Km
– Orekhiv axis: 33 sq Km
2. Donetsk front
– Velyka Novosilka axis: 145 sq Km
– Bakhmut front: 24,1 Km
Regarding the following data the counteroffensive lead to the recapture of 212,1 sq aproximately. pic.twitter.com/EPw8Tw1lEi— @Suriyak (@Suriyakmaps) July 8, 2023
After 500 days since Russian-Ukrainian War began Russian Army currently control 84380 Sq Km, which corresponds to 13,97% of Ukraine:
-Donetsk People's Republic controls 15365 Km^2 (57,98% of Donetsk oblast)
-Luhansk People's Republic controls 26226 Km^2 (98,28% of Luhansk oblast) pic.twitter.com/kIvnSjR3tS— @Suriyak (@Suriyakmaps) July 8, 2023
Ucrania, no solo se encuentra lejos de alcanzar alguna población clave, como podría ser Melitópol, sino que ni siquiera se han acercado a Tokmak, o alguna población importante, sin abundar en el hecho de que también están sufriendo embates importantes en otras zonas del frente de batalla, principalmente en la zona de Lugansk.
Según estimaciones de especialistas militares, a este paso, a Ucrania le llevaría más de un siglo conseguir su objetivo declarado de recuperar Mariúpol, de ahí que existan evidentes muestras de desesperación, para buscar romper de algún modo más enérgico las duras fortalezas rusas; sin embargo, esta es una situación que sigue amenazando con llevar el conflicto bélico a niveles aún más graves.
