El orden, la uniformidad, la simetría, parecen más bien cosas de la muerte.
RICARDO FLORES MAGÓN.
La lucha de clases se vive cada vez con mayor intensidad, el neoliberalismo ha llevado a la humanidad a un límite en el que ya no se puede más, por ello esa guerra de clases como la llama Noam Chomsky, se manifiesta en todos los terrenos de la vida humana, político, social, económico, emocional; es a lo que el prianismo mexicano llama polarización, en su ignorancia proverbial les es imposible reconocer que la lucha de clases es el motor de la historia, como estableció Carlos Marx hace más de cien años.
Pobres vs Ricos, burguesía contra proletariado, izquierda contra derecha, libertarios contra conservadores, neoliberalismo contra fascismo, soberanismo vs globalismo, son los diversos campos y las diversas formas en que se expresa esa lucha, cuyo destino final es la desaparición de las clases o la desaparición de la humanidad.
El fin de año indica que lo que viene es el ascenso de la guerra de clases en todo el mundo, con el neofascismo velando las armas y con los campos ideológicos cada vez más definidos; el conservadurismo reaccionario que pretende imponer al mundo un pensamiento único, un gobierno único y una conducta única y continuar con la hegemonía económica del capital financiero internacional controlado por el sionismo.
Del otro lado, el pensamiento libertario que aspira a desatar los nudos de la naturaleza humana explorando la pluralidad propia de la condición humana en todos sus niveles; el neofascismo que viene en busca del orden, el no movimiento, la inacción y aspiran a imponer a través de la fuerza el pensamiento único, por eso están en contra de la eliminación de la pobreza, en contra de la educación universal y gratuita, por ello detestan las luchas feministas auténticas y los derechos de las mujeres y los hombres a decidir sobre su cuerpo, por ello no quieren aceptar los derechos a la diversidad sexual y también es la razón de que abominen la auténtica defensa del medio ambiente.
Su método de pensamiento es esquemático y fanático como lo demuestran los discursos de los fascistas de VOX o de las malhadadas senadoras prianistas que cada vez que abren la boca en la tribuna hacen el ridículo y reflejan la preocupación de las derechas de todo tipo por las inéditas transformaciones que está teniendo el mundo.
El contraste ideológico en el que se manifiesta la batalla entre clases puede resumirse así; el conservadurismo y la reacción tienen terror por la naturaleza humana y en su mundo ideal nada debería transformarse, van en contra de todo lo que nos ha hecho humanos; el movimiento permanente, la transformación perenne. La ideología fascista cierra los ojos a la belleza convulsiva de la condición humana.
Cabe aquí reproducir completa la frase de Ricardo Flores Magón que encabeza esta columna.
El orden, la uniformidad, la simetría, parecen más bien cosas de la muerte. La vida es desorden, es lucha, es crítica, es desacuerdo, es hervidero de pasiones, De ese caos sale la belleza, de esa confusión nace la ciencia, de la crítica, del hervidero, del desorden, del hervidero de pasiones surgen radiantes como ascuas, pero grandes como soles, la verdad y la libertad.
La reacción detesta y oculta la condición humana, la Revolución explora en ella.
