El pasado 21 de marzo la Secretaria de Estado de Defensa del Reino Unido, Annabel Goldie, amenazó con proveer armas de uranio empobrecido al régimen ucraniano de Volodimir Zelenski; aunque algunos medios occidentales han minimizado esto, la realidad es que se trata de una acción que representaría consecuencias catastróficas planetarias.
Y no solo por el hecho de que estas amenazas ya están generando una escalada en el conflicto, pues el gobierno de Rusia anunció ya el envío de armas nucleares a Bielorrusia, en respuesta a la agresión británica; sino porque además, si llegan a ser utilizadas en el marco de la Operación Especial en Ucrania, representarán también graves consecuencias ambientales y en material de salud, que durarán por décadas.
La OTAN, máquina de muerte que ya ha usado armas de Uranio empobrecido
Las amenazas británicas, no eran para tomarse a la ligera, pues efectivamente los ejércitos de la OTAN, son los únicos que han tenido el nivel de sadismo para emplear este tipo de municiones en conflictos bélicos, como sucedió en la invasión estadounidense en Siria, la guerra del Golfo contra Irak, o el bombardeo a Serbia, que según la OTAN era una operación «con fines humanitarios».
En estos casos, se dispararon cientos de toneladas de uranio empobrecido; en algunas ciudades como Falullah, Irak, esto ocasionó que se registraran niveles de radiación superiores a los registrados en Hiroshima y Nagasaki, y las consecuencias en la población han perdurado durante décadas.
No solo miles de personas fueron dañadas directamente, sino que también cientos de niños han nacido desde entonces con mal formaciones genéticas, motivo por el cual incluso la ciudad de Falullah es conocida como «la segunda Chernobíl».
La relación de estas malformaciones, con las armas de uranio, aunque ha intentado ser negada por los gobiernos responsables de tales crímenes, ha sido documentada por diversos estudios científicos, como uno bastante extenso publicado en el journal, Environmental Pollution, a partir de un estudio médico y militar realizado en Irak.
El gobierno de Irak, también presentó en 2020 ante la Corte Internacional de Arbitraje de Estocolmo, una denuncia contra Washington, exigiendo reparación por daño, tras documentar que la incidencia de cáncer subió de 40 a 1,600 casos de cáncer por cada 100 mil personas, en las ciudades que fueron bombardeadas con uranio empobrecido.
De igual forma en la zona de la antigua Yugoslavia, se ha documentado un aumento de cáncer de al menos el 25%, después de que se dispararan unos 40 mil proyectiles de uranio empobrecido en la zona de Kozovo.
Cabe señalar además, que una vez empleado, no se tiene hasta el momento algún medio o tecnología para limpiar el área, tal y como reconocen incluso en la OTAN.
Un informe del Instituto de Política Medioambiental del Ejército de los EEUU, enviado al Congreso en 1994, titulado «Consecuencias Sanitarias y Medioambientales del uso de Uranio Empobrecido por el Ejército de los EEUU», afirma: «No existe ninguna tecnología para reducir la toxicidad del uranio empobrecido… La limpieza de las zonas de munición de uranio empobrecido es extremadamente difícil».
Si se usan armas con uranio empobrecido en territorio ucraniano o del Dombás, esto significarían daños que perdurarían por décadas, también respecto a la producción agrícola o ganadera; claro que esto quizá no les preocupe a los gobiernos de la OTAN, que siguen usando a los ucranianos como carne de cañón para su conflicto contra Rusia, no obstante que debería generar un mayor debate público, así como también una firme condena internacional, ante lo que representaría un nuevo crimen de lesa humanidad.
Se agudiza el conflicto
A las pocas horas de que el gobierno británico lanzó la amenaza de usar uranio empobrecido, el presidente de Biolorrusia, intentó mediar, haciendo un llamado para cancelar esta medida, advirtiendo que esto ocasionaría una escalada en el conflicto, y provocaría la transferencia de armas nucleares rusas a su territorio.
Después que el gobierno británico, se negara a desistir de sus amenazas de enviar armas de uranio a Ucrania, el gobierno ruso, en voz de su presidente Vladimir Putin, anunció que efectivamente, en próximas semanas estarán desplegando un arsenal nuclear en Bielorrusia, con lo cual varios países de la OTAN, quedarán a merced de las ojivas nucleares de los misiles rusos, lo cual representará una agudización de las tensiones, elevando también la amenaza de detonar un cataclismo nuclear global.
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