Kenneth Smith se convirtió en el primer reo ejecutado con nitrógeno en la historia; ni en EEUU ni en ningún otro país, se había ejecutado a alguien con este método, el cual causó gran controversia y denuncias de organizaciones humanitarias y de DDHH durante meses.
Hasta el día de hoy, todavía había peticiones en la Suprema Corte para cancelar la ejecución, no obstante que todas las peticiones fueron desestimadas, y finalmente se confirmó su ejecución y muerte en el estado de Alabama.
La historia de Kenneth Smith es por demás singular, pues en 2022 ya había entrado a la cámara de ejecución, no obstante que por más de 4 horas los encargados de ejecutarlo, no encontraron vena donde aplicarle de forma eficiente la inyección letal, generando así que venciera el plazo establecido, y se decretara la cancelación del proceso.
Este hecho derivó que el gobernador instruyera a revisar los proceso de ejecución, lo cual propició en la propuesta de asesinato con nitrógeno.
Al condenado a muerte le colocan una mascara con gas nitrógeno, que evita que pueda respirar oxígeno, lo cual provoca que en cuestión de segundos pierda el conocimiento, y en pocos minutos pierda la vida, según sus promotores.
No obstante que incluso en el ámbito de la veterinaria, este acto es considerado un método de tortura y por tanto está prohibido en la mayor parte del mundo; especialistas también emitieron cartas, describiendo el tipo de tortura que sufren los animales cuando son sometidos a una ejecución de este tipo.
El tema incluso fue condenado desde la Comisión de DDHH de la ONU, donde se criticó severamente este nuevo método de ejecución.
A pesar de esto, en EEUU, y particularmente Alabama, se ha convertido desde hoy en un nuevo método de ejecución de humanos.
Smith, estaba condenado por un crimen cometido en 1988, después de que aceptara un pago de mil de dólares, por ayudar a otros dos sujetos a matar a una mujer, la esposa de un pastor.
El pastor, fue quien orquestó la ejecución de su esposa, es decir el autor intelectual, y a pesar de que Smith tuvo un papel secundario en el crimen, las leyes que estaban vigentes en ese entonces, lo condenaron a pena de muerte.
El autor intelectual del crimen, se suicidó cuando se dio cuenta que había sospechas en su contra; otro de los autores materiales murió de enfermedad en prisión, y otro más fue ejecutado años atrás en el mismo estado.
