“No se puede ganar una guerra como tampoco
se puede ganar un terremoto”.
JEANNETE RANKIN
Gerardo Lara
México se encuentra ubicado sobre cinco placas tectónicas: Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos “estas dos últimas placas se encuentran en subducción (se sumergen) debajo de la placa de Norteamérica, por lo que es un país con alta proclividad a la actividad sísmica.
Está explicación, científica metódica y racional nos dice que en México puede temblar cualquier día, a cualquier hora.
Sin embargo en México y particularmente en la cd de México/Tenochtitlan, los nacidos antes de 1985 hemos vivido tres temblores en la misma fecha, ya memorable en el imaginario colectivo: el 19 de septiembre.
Desde el punto de vista de la ciencia se dice “es una coincidencia”, es decir, es un evento sin explicación.
Eso quiere decir que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento, pues la coincidencia de los tres temblores mexicanos es mayúscula, tanto que en la historia de las coincidencias tendrá que ser paradigmática.
Entre las docenas de explicaciones que se escuchan es popular la de para/psicología: “con el simulacro y el miedo despedimos una vibra que hace temblar a la tierra”; por ahí también hay explicaciones medio bíblicas:” es una maldición” (la ciudad del mal), otras conspirativas: “son parte de un programa de la inteligencia militar de Estados Unidos” o las explicaciones poéticas: “es que México es un país surrealista” y por supuesto el dominante pensamiento mágico “es la manifestación de nuestros espíritus en guerra”.
Yo creo que más que buscar una explicación, hay que reconocer el fenómeno; ahora no sólo es posible que tiemble en esa fecha, como en cualquier otra, ahora un temblor los 19 de septiembre es una probabilidad.
Ante nuestros ojos azorados, la naturaleza y nosotros hemos creado un drama, que desde ya, es candidato a convertirse en el mito contemporáneo de México. Seguramente habrá una avalancha de creaciones artísticas, culturales y de muchos tipos y variantes respecto al insólito suceso, por supuesto podrían hacerse decenas de películas a partir de la temática.
Todo lo que se exprese sobre este drama ira forjando la auténtica explicación, además de que cada año se renovará la expectación, subirá la tensión, seguirán los simulacros, los memes y lo que venga; habrá adrenalina, rituales, rezos, fugas y éxodos.
Por lo pronto se abre un ciclo que se renovará cada año con una pregunta ¿temblará el próximo 19 de septiembre?
