El Poder Judicial de la Federación (PJF) es el cáncer de México. A él le debemos miles de inocentes presos y miles de delincuentes libres. Al poder judicial le debemos un rezago de cientos de miles de casos en los que cientos de miles de mexicanos no han recibido justicia.
Por muchas décadas, a costillas del pueblo mexicano el PJF ha dispendiado miles de millones de pesos, ha fallado en su encomienda y se ha aliado con los saqueadores de la nación, con lo más ruin de la política y lo más ruin de la empresa privada.
El Poder Judicial de la Federación es un poder corrompido, cínico y manipulador. Hoy mandan a sus empleados a manifestarse para que defiendan los nefastos y multimillonarios fideicomisos de los que gozaban y que solo sirven para sostener la vida de lujos de magistrados, jueces y hasta algunos mandos medios y secretarias de juzgado.
Nada justifica que el PJF maneje fideicomisos multimillonarios que se usan para viajes, autos de lujo, remodelación de casas de magistrados y hasta para pagar cirugías plásticas. ¿Por qué los mexicanos deberíamos pagar por los gustos de jueces y magistrados? ¿Por qué tendríamos que pagar sueldos de cientos de miles de pesos a jueces que ni siquiera cumplen a cabalidad con su responsabilidad? ¿Por qué tendríamos que pagar gimnasios de lujo y seguros de gastos médicos a secretarias(os) de juzgado?
El cinismo del Poder Judicial de la Federación resulta abyecto. Piden el apoyo del Pueblo de México cuando son ellos mismos quienes más han dañado a los mexicanos al no brindarles una justicia pronta y expedita.
La campaña mentirosa que ha emprendido el PJF e incluye manifestaciones de sus empleados menores, que en muchos casos no saben ni por qué gritan, resulta del todo despreciable pues pretende engañar a los mexicanos y a sus propios trabajadores. Pero para el pueblo de México, que no es torpe como lo piensan los jueces y magistrados, la pregunta es simple y la respuesta más: ¿Queremos pagar los lujos de jueces y magistrados, las reformas de sus casas y sus cirugías plásticas?
Quitar privilegios claramente injustificados al Poder Judicial de la Federación es fundamental en un país que quiere avanzar hacia una verdadera democracia y mejores niveles de bienestar para su pueblo. Por ello es urgente una reforma del PJF, que de entrada debiera contemplar que jueces y magistrados se conviertan en cargos de elección popular. Los mexicanos tenemos derecho a decidir quién queremos que nos imparta justicia.
