Surgen videos de cómo destruyeron Presa de Khakovka; enorme riesgo ambiental, humanitario y hasta nuclear

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La presa de Nova Khakovka en el río Dnipro ha sido destruida hace unas horas, y aunque Rusia y Ucrania se culpan mutuamente, los daños han empezado a provocar decenas de miles de damnificados, así como también a generar amenazas hacia un potencial cataclismo global.

La vital presa de Nova Khakovka

Esta presa, se localiza sobre el río Dnipro, muy cerca de la ciudad de Nova Khakovka, que se encuentra en el lado ruso de Jersón.

Se trata de una zona en conflicto desde hace meses, en el lado poniente del río tienen el control los ucranianos, mientras que del lado oriental del río tienen el control los rusos; aunque era Rusia, quien tenía el control de las instalaciones principales que derivaban de esta presa.

Las principales capacidades de esta presa, eran una central hidroeléctrica, que permitía abastecer de energía a la zona rusa de Jersón y Zaporiyia, y también desde este punto, se hacía la conexión con el Gran Canal del Norte, que era la única vía para llevar agua potable a la provincia rusa de Crimea.

La destrucción de esta presa, ha comenzado a generar extensas inundaciones en las zonas aledañas al río Dnipro, llegando a empezar a inundar más de 80 poblaciones, incluida la ciudad de Nova Khakovka, que tenía unos 45 mil habitantes antes del inicio del conflicto bélico.

La explosión de la presa

Aunque aún no se tiene certeza acerca de qué sucedió con la presa, han surgido evidencias de que fue algo intencional; la agencia Rybar ha recopilado al menos dos grabaciones desde el lado ruso, donde se muestran explosiones en la zona de la presa.

Al menos uno de las imágenes, parece tratarse de una mina submarina, por el hecho de que la explosión fue desde abajo hacia arriba.

Otro ataque, parece haber sido cuando la presa ya empezaba a colapsar, buscando así terminar de fragmentar y provocar el consecuente desastre ecológico.

Culpas mutuas

Zelenski, y demás mandatarios de la OTAN, no han dilatado en culpar a Rusia de este hecho catastrófico.

Al igual que como sucediera tras los ataques al NordStream (del que posteriormente surgieron sólidas evidencias de que no fueron los rusos, sino los occidentales) donde culparon a Rusia sin evidencia, una vez más, figuras como Ursula von der Leyen han intentado responsabilizar a Moscú de estos hechos.

Sin embargo, Rusia también ha respondido, no solo negando las acusaciones, sino también anunciando una investigación por posibles actos terroristas, y denunciando que esta acción, ya había sido expuesta como parte del plan de guerra ucraniano desde hace meses.

Incluso el Washington Post en diciembre del 2022, informó que el ejército ucraniano había realizado un ataque de prueba en la presa de Nova Kakhovka, como parte de la preparación para su «contraofensiva en Jersón», y donde se citó a generales ucranianos, que indicaban que reventar el río, podría facilitar las acciones de operación militar en la zona.

Consecuencias en el campo de batalla

Independientemente de quien haya sido el responsable del ataque, parece ser que esta acción, estaría generando un importante impacto en el lado ruso.

De entrada, las decenas de fortificaciones que los rusos tardaron meses en construir en las orillas del Dnipro, han quedado inundadas, obligando así un repliegue de múltiples unidades militares que se encontraban en la zona, además de obligar la evacuación de decenas de poblaciones civiles.

El bajo nivel que empieza a registrarse en la zona donde estaba la presa, ha generado que el Gran Canal Norte, empiece a quedarse sin agua, lo que provocaría que decenas de miles de personas en Crimea, vuelvan a empezar a padecer del vital líquido.

Cabe recordar que el gran problema que tenían los habitantes de Crimea desde hace 9 años, era la falta de agua potable, después de que los ucranianos cortaron el afluente del Gran Canal.

El año pasado, después de que los rusos lograran tomar Jersón, volvieron a habilitar el Gran Canal, lo que se celebró en grande en Crimea, pues representaba la oportunidad de volver a tener una fuente confiable y accesible de agua.

No obstante que este importante triunfo, estaría siendo eliminado con este hecho, por lo cual, resultaría un tanto absurdo, considerar que los rusos provocaron la destrucción de uno de sus más grandes logros de esta Operación Especial.

Incluso un general ucraniano, anticipaba que esto sería una gran victoria para su ejército; «si se vuela la presa de Kajovka, la idea del suministro de agua en Crimea desaparecerá durante al menos 10 años», anticipaba hace unas semanas.

Autoridades ucranianas, también confirmaron que esta agua desbordada, ya se encuentra altamente contaminada; además de haber quedado anegados cementerios y depósitos de basura, también confirmaron el vertido de al menos 150 toneladas de aceite de motor y 300 toneladas de petróleo, se informó en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.

La contaminación, las inundaciones y la falta de agua para Crimea, no son el único problema al que se está enfrentando Rusia tras haber quedado destruida la presa, sino que también, los altos niveles de agua en el río Dnipro, eran la principal forma de enfriamiento en los sistemas de control en la Planta Nuclear de Zaporiyia.

Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, reconoció que los depósitos de enfriamiento están bajando, aunque afirmó que aún se tienen disponibles reservorios alternativos.

No obstante que si continúan bajando los niveles de agua, como se ha registrado en últimos días, Rusia tendrá que tomar medidas extraordinarias, para buscar evitar una catastrófe global, derivada de una acción terrorista, aún no identificada.


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