Qué es ChatGPT y por qué renunció a Google ‘el padrino de la IA’

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La Inteligencia Artificial (IA) sigue ganando espacio, y teniendo presencia en cada vez más ámbitos de la vida diaria, y aunque parece generar múltiples beneficios en diversas áreas, muchos especialistas, incluidos algunos de sus más prominentes artífices, advierten también de peligros a tener en cuenta.

El furor de ChatGPT

Uno de los proyectos de IA que han alcanzado mayor notoriedad en meses recientes, es ChatGPT, un sistema automatizado de respuestas digitales, en el cual han invertido cientos de millones de dólares algunas de las más importantes firmas de Silicon Valley, incluyendo a Microsoft, Amazon, Reid Hoffman, LinkedIn, y Khosla Ventures.

ChatGPT, en realidad es un proyecto de OpenAI, firma que también ha recibido financiamiento de organizaciones como la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Rockefeller y el gobierno de los Estados Unidos, tal y como reconoce la misma ChatGPT cuando se le pregunta sobre sus orígenes.

Utilizar OpenAI es fácil y gratuito en su forma más básica, basta con ingresar a chat.openai.com, y registrar un correo electrónico y teléfono celular, para darse de alta y poder utilizar las herramientas básicas.

Una de las herramientas esenciales es precisamente ChatGPT, un sistema de chat automatizado, que brinda respuestas con un alto nivel de precisión, en cuestión de unos cuantos segundos, y con una naturalidad que parecería ser un diálogo con otra persona.

Un sistema tan complejo y avanzado de información, desde luego que no es open source, se trata de un sistema interconectado con potentes servidores de alta eficiencia, y que también ha sido abastecido con múltiples fuentes de información de todo el mundo, de manera que es posible conocer la respuesta de casi cualquier cosa.

Cabe señalar que se trata solo de información pública, es decir, no se tiene acceso tampoco a información confidencial, y tampoco cuenta con muchos datos relativos a los dos o tres años más recientes.

También tiene un sesgo hacia lo que es la información oficialmente reconocida, no obstante que puede ser una herramienta de utilidad, por su capacidad de ofrecer rápidamente una gran multitud de datos y hechos certeros, citando siempre la fuente de la información.

Incluso es capaz de hacer acciones como listados, resúmenes de libros, ofrecer ideas o guías acerca de casi cualquier tema, con la ventaja de que puede interactuar en una gran variedad de idiomas, incluido el español.

En caso de que al usuario no le convenza alguna respuesta, incluso puede solicitar una nueva respuesta, y también se puede enviar un feedback en caso de que se considere que una respuesta o interacción no es la más apropiada, lo cual de hecho es uno de los objetivos de los desarrolladores para continuar la optimización de la plataforma.

También existen modalidades de pago en OpenAI, tanto para generar respuestas aún más desarrolladas, o bien para utilizar otras herramientas, como su generador de imágenes vía IA.

No todo brilla en la IA

Aunque esta y otras herramientas de IA, lucen como tecnologías capaces de facilitar las cosas, también es cierto que representan múltiples inconvenientes.

Por ejemplo, un estudiante podría generar una tarea con esta herramienta, y presentar un trabajo que podría superar el realizado por otros compañeros que hicieron un trabajo manual, de lo cual de hecho ya se han reportado múltiples casos.

Esto es solo un ejemplo cotidiano muy simple, no obstante, que también hay otras implicaciones más profundas, pues también podría reemplazar a trabajadores en una amplia gama de oficios, y hasta convertirse un día en armas autónomas, una especie de «robots asesinos», como alertó Geoffrey Hinton, «el padrino de la inteligencia artificial», quien recientemente renunció a Google.

El connotado experto, renunció un tanto por su edad, pero refirió que también para poder hablar más libremente acerca de lo que no está de acuerdo, señalando que esta tecnología podría ser una amenaza potencial para la humanidad.

«El problema es que ahora que descubrimos que funciona mejor de lo que esperábamos hace unos años, ¿qué hacemos para mitigar los riesgos a largo plazo? Cosas más inteligentes que nosotros tomando el control», señaló en entrevista con la BBC, donde reconoció que se han alcanzado capacidades superiores a las del cerebro humano.

«Somos sistemas biológicos y estos son sistemas digitales. La gran diferencia con los sistemas digitales es que tienes muchas copias del mismo conjunto, del mismo modelo del mundo, y todas estas copias pueden aprender por separado pero comparten su conocimiento al instante. Es como si tuviéramos 10.000 personas y cada vez que una aprende algo, todas las demás lo aprenden automáticamente. Así es como estos sistemas logran saber mucho más que el resto», cuestionó el científico de datos.

Hinton, señaló que una de las prioridades, debería ser desarrollar mecanismos para poder controlar estos avances de mejor forma, por lo que también hizo un llamado para reflexionar el tema con mayor profundidad, como para poder saber cómo llegar a contener esta inteligencia si llega a rebelarse, y abordar el problema no solo desde una perspectiva tecnológica, sino también política.

 

Imagen de portada generada por el autor vía IA con Craiyon


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