“La humanidad necesita para vivir mitos y
mentiras, si uno ve la verdad escueta se pega
un tiro”.
Fernando vallejo
La transformación es radical, por primera vez en siglos, el humo blanco que anuncia el advenimiento de un nuevo PAPA no salió de las chimeneas de la Capilla Sixtina, la humareda sagrada provino ahora de los alcabores de la Casa Blanca; la Santa Sede se ha trasladado a Washington y el presidente de Estados Unidos se convirtió en el nuevo PAPA, el conclave se habló y se votó en inglés y al HABEMUS PAPAM tradicional, los seguidores de las “buenas nuevas” lo sustituyeron por: ¡“We have a Pope»!
DONALD I ha excluido cualquier aspecto laico a su corona y le ha dado el carácter de sagrado. Está en donde está por una misión divina; si su estatua dorada a la entrada de “GAZA/TRUMP” era ya un tremendo síntoma de megalomanía patológica, su aparición travestido como PAPA con una mitra puntiaguda y reluciente, rebasa cualquier delirio histórico, sea de Calígula, de Hitler o de quien sea, es una burla enclavada en la estética del odio enarbolada por el nazi sionismo. En este punto cabe recordar que el debilitamiento de la iglesia católica conviene a la construcción del Gran Israel.
Al ostentarse como el “representante de Dios en la tierra”, Donald I ha vulnerado el duelo y ha vomitado en el luto del catolicismo mundial, la tibia respuesta del vaticano, que ya le había permitido cabildear sus negocios en los funerales del papa Francisco, muestra el sometimiento de “La Puta de Babilonia” al movimiento nazi sionista, una vez más la jerarquía apostólica/Romana, opta por los poderosos, en este caso por el supremacismo blanco
El “Emperador” ya había dado muestras de su desprecio por la iglesia de San Pedro cuando en plenos funerales del PAPA Francisco, con su goma de mascar en la boca le dio instrucciones a su títere ucraniano Zelensky ¿fue frente al féretro de Francisco que a Donald se le ocurrió autonombrarse el nuevo papa? entonces la ocurrencia adquiere, ante los ojos de sus seguidores, el carácter de revelación. Claro que ha de verse así mismo como un pontífice más cercano a Rodrigo Borgia que a Jorge Mario Bergoglio.
Ahora la utopía del supremacismo blanco se ha completado, pues se está construyendo una FE sustituta del decadente protestantismo sajón; a partir del llamado nazi sionista a la guerra cultural, declarada contra el 99 por ciento de la humanidad para imponer la “Revolución del Sentido Común” en la que la futura sociedad neo esclavista tiene un designio divino. La imagen de Trump como sumo pontífice es monstruosa, es terrorismo emocional puro y duro, plagada de sordidez y desencanto, una mofa que es en el fondo un manifiesto que anuncia una nueva cruzada.
La burla tiene varios objetivos; desde socavar la moral de la grey católica, mandar un mensaje de poder al Vaticano y significar el advenimiento de la era del supremacismo blanco que impondrá una nueva moral, una nueva ética, transmutará los valores y creará una nueva religión Universal; el “cristianismo cultural” del que DONALD I es su principal pastor, así Trump se convierte en monarca y en sacerdote supremo; recuerda en más de un sentido a Hitler cuando se dirigió al pueblo Alemán diciendo .”Yo soy a través de ustedes y ustedes son a través de mi”; el supremacismo blanco no solo tiene programa económico y político, se está dotando de una mística, grotesca, banal y brutal, una especie de contra/religión cuyo valor supremo es la mística del odio.
La aparición de Donald Trump como PAPA va más allá de un divertimento, es una burla de profundidades históricas, mientras tanto Trump acumula títulos y va de magnate a presidente, a monarca, a emperador a libertador y ahora a SU SANTIDAD, es posible que al menos llegue a SEMI/DIOS.