“No hay reglas de conducta absolutas, ni en paz ni en guerra. Todo depende de las circunstancias”.
León Trotski
UN fantasma recorre el mundo, el fantasma del fascismo, en Estados Unidos Donald Trump alentó la toma del Capitolio, durante la que fue sembrado el huevo de la serpiente, en Ucrania, Zelenski, un comediante Jazaro alentado por la perfidia de la OTAN, comanda un gobierno neonazi, que en un momento se planteó “el exterminio de todo lo ruso”, en España los neofranquistas celebran la ascensión de VOX como tercera fuerza electoral y lo mismo festina la Agrupación Nacional Francesa encabezada por Marine Le Pen. La ONU se hace cómplice del objetivo fascista de fragmentar, balcanizar y liquidar la cultura Rusa del planeta, en Florida ha comenzado la prohibición, censura y quemazón de libros, en Monterrey y en la Ciudad de México se han efectuado reuniones semiclandestinas, con participación internacional de grupos de extrema derecha, tocadas de rock neonazis, y llamados a la supremacía blanca por agrupaciones como la Asociación Nacional Revolucionaria; Desde Texas y Florida, pasando por Monterrey, Guatemala y aterrizando en río de Janeiro, la “extrema derecha” vela las armas.
El término “derecha” es en realidad un eufemismo para nombrar a la gente racista, clasista, que defiende el “derecho divino” de una minoría para explotar, humillar, sobajar y demonizar a la mayoría, es decir, se le llama derechista a la gente de mala entraña.
Si en el Capitolio fue sembrado “el huevo de la serpiente”, sería ingenuo pensar que no puede incubar en México; las reuniones convocadas por el pseudoactor Eduardo Verastegui en las que han participado miembros distinguidos de la extrema derecha internacional, como los Bolsonaro, los jefes de VOX y el mismísimo Donald Trump, el hecho insólito de que varios miembros del congreso mexicano invitaron a los dirigentes neofascistas españoles a la sede legislativa y firmaron un pacto con ellos, las declaraciones de la pugnaz senadora Lili Téllez que se vanaglorio de ser de ultraderecha y sustentó varios principios clásicos de las formaciones neonazis y el dicho del historiador de los neófitos clasemedieros, Manuel Martín Moreno que llamó a quemar vivos a los “morenistas” , son pequeños botones de muestra de que un embrión ya rasca el cascarón desde su interior.
El fantasma llegó a la cd de México cuando un grupo de choque encabezado por José Ángel Gurria (el ángel de la dependencia”) y el ex rector de la UNAM Francisco Barnés de Castro, desalojó violentamente a los grupos de activistas que protestaban frente a la Suprema Corte de Justicia exigiendo la trasformación del poder judicial en México (o sea el fin de la corrupción y los privilegios). Las huestes de Gurria y Barnés, que en realidad es un grupo de choque controlado por Claudio X, destruyeron el memorial de la guardería ABC construido por los padres de los 49 niños muertos en el incendio, provocado por la negligencia criminal de una prima de Margarita Zavala que resultó impune.
Con las cruces del memorial destruido golpearon a mansalva a quienes exigen una corte digna de la justicia; el grito de estos cruzados blasfemos fue ¡la corte no se toca”!
Las señales de alerta son evidentes, la radicalización derechista nos recuerda cada día la frase profética de GRAMSCI “Mientras lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir, en este lapso nacen los monstruos”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la mañanera que no descarta que algunos dirigentes sean fascistas, pero que en realidad en México la derecha no es fascista es conservadora con tendencias autoritarias y que en México no pasa lo que en otros países. Creo que subestima la capacidad de penetración de la extrema derecha en esta época de transformación del orden mundial, el fantasma del fascismo ya recorre México de Norte a Sur, son decenas de organizaciones que reivindican abiertamente o de manera disfrazada, principios básicos de las organizaciones clásicas fascistas y ahora estamos viendo, ya han activado a sus grupos de choque.
La pregunta que recorre México es ¿Quién de las “corcholatas” será capaz de dar un paso a la izquierda?, condición básica para la sobrevivencia de la 4 T.
