*Pablo Hermoso, como siempre, dispuesto y entregado, con buenos quiebres y giros; El Payo se vio voluntarioso y logró muy buenas tandas, pero ambos fallaron en la suerte suprema.

Juan Carlos Lara

Foto: Hugo A. Sánchez Martínez/ Julio César Zuñiga

Toluca, Edoméx, 14 de diciembre de 2019.- La Villa Charra de Toluca se volvió a vestir de luces con cartel de lujo. Los matadores y los empresarios cumplieron con un gran festejo que incluyó el indulto al cuarto toro de la noche, de nombre Respetuoso y 465 kilos peso, lidiado por la sensación mundial del toreo, Andrés Roca Rey, quien cuajó sensacionales tandas de pases llenos de arte al astado de Campo Hermoso.

No menos importante resultó el trabajo realizado por Uriel Moreno “El Zapata” con los 2 toros de su lote. Primero al toro llamado Guadalupano, de 485 kilos, también de Campo Hermoso, al que le cortó una oreja, validada por una faena llena de paciencia, trabajada de principio a fin con un toro de embestida corta al que no se le veía mucho, pero con paciencia y voluntad logró hacer lo suficiente para llevarse una oreja; después, en su segundo toro, “El Zapata” tuvo mejor suerte, el matador de Tlaxcala supo aprovechar al astado y con tandas largas y bien ejecutadas, que dejaron ver a un torero de estilo muy peculiar, empeñado en satisfacer al público; la faena a Toda una Vida, de 475 kilos, conmovió a la afición que tras ver una muy buena ejecución de la suerte suprema pidió las 2 orejas para “El Zapata”.

La figura del rejoneo mundial, Pablo Hermoso de Mendoza, no tuvo suerte con el primero de su lote y primero de la noche, de nombre Amoroso que estuvo carente de acometividad; el segundo de Pablo, Luz Roja (ambos toros de Monte Cristo) fue mejor y Pablo hiló varios quiebres y giros. Con toreo en la grupa el rejoneador Navarro sacó lo mejor de Luz Roja pero falló en el tercer tercio pinchando en 2 ocasiones, logrando colocar un buen rejón de muerte hasta el tercer intento, lo que le quitó la oreja más no la ovación del público.

Al matador queretano, Octavio García “El Payo” le tocó el peor lote, particularmente su primer astado de Campo Hermoso de nombre Para Adelante, pero que nunca le hizo honor a su nombre pues carecía de bravura y acometida; con el segundo de su lote, Zumarraga, que tenía mayor acometida, el Payo logro buenas tandas, se vio voluntarioso, buscó al astado, se acercó y pudo cortar un apéndice de no haber sido porque una vez más la espada le jugó una mala pasada. El público toluqueño reconoció con sus palmas la entrega del “Payo” que dejó ver su calidad.

Hubo dos momentos especiales para la fanaticada, particularmente especiales porque sus peticiones directas fueron escuchadas. La primera para que «El Zapata» pusiera banderillas con su maestría, valor e ingenio inaudito, aquí la muestra:

Después, en el cuarto de la noche, primero en el lote de Andrés Roca Rey, el respetable clamó porque el toro de nombre Respetuoso regresara a los campos y el juez de plaza concedió la petición, el astado de Campo Hermoso fue indultado y la Villa Charra de Toluca explotó para convulsionar hasta las entrañas de la ciudad.

Pero más allá del indulto conseguido por Andrés Roca Rey, de las tres merecidas orejas que se llevó Uriel Moreno y la entrega y voluntad acompañada de talento de Pablo Hermoso de Mendoza y Octavio García, de este festejo taurino nos podemos llevar el regocijo del público que respondió en las taquillas y en el graderío. Un público bello, alentador, noble… Así describieron los matadores al público de Toluca.

Los empresarios Saúl Rubí, Enrique y Alfonso Tapia, pueden irse satisfechos pues cumplieron con un buen festejo. Ofrecieron un cartel de talla internacional y las expectativas despertadas en la afición taurina se cumplieron. El buen trabajo de su encargado de prensa, Moisés de la Luz, también se nota en la buena acogida que las corridas tienen en los medios de comunicación libres de todo prejuicio y defensores de la cultura.

En resumen, otro éxito taurino en Toluca. Una fiesta taurina que por cierto es fiesta familiar, muchas familias acudieron juntas a la corrida, muchas mujeres de todas las edades, muchos niños, muchos jóvenes, muchos adultos y adultos mayores. Gente de la ciudad de México, de varios municipios mexiquenses y de otras entidades se dieron cita en la Villa Charra de la capital mexiquense… Así es la fiesta brava.