Revolución del Sentido Común vs Revolución de las conciencias

“Todos los imperios se han creado por medio

        de la fuerza, pero ninguno puede mantenerse

        ejerciéndola”.
Henri Kissinger

Más allá de las órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump en su primer día de gobierno, más allá de la estridencia chovinista y la auto veneración narcisista, más allá de la demagogia de “Cesar imperial”, destaca en el centro de su discurso, la definición estratégica del proyecto que representa, se trata de “la Revolución del Sentido Común”.

La “Revolución del Sentido Común” convierte en lógica implacable que los archimillonarios gobiernen el planeta, naturaliza la desigualdad y extiende exponencialmente los asertos fascistas; ya no es una sola España, ni una sola Alemania, ahora es un solo mundo, un solo universo y por supuesto un patrón único; Estados Unidos de América, con su Dios único: el dinero.

“La Revolución del Sentido Común” reivindicada por Trump significa el imperio del pensamiento único y la demolición del libre pensamiento, lo que nos lleva a una sola forma de amar (heterosexual) un solo patrón (masculino) una meta única (el éxito) y una sola forma de conseguirlo (la competencia salvaje). América tiene un dueño único, pues es de sentido común que América es para los americanos (doctrina Monroe), la unicidad del sentido común se extiende al mundo, pues el mundo es uno y su gobierno será único, más allá de teorías de la conspiración es evidente que vivimos una de ellas, una conspiración para imponer una dictadura mundial del neofascismo (trumpismo) en santa alianza con el sionismo que desayuna en Silicon Valley, come en Wall Street y cena en Hollywood.

La “Revolución” de Javier Milei en Argentina parte del mismo precepto, es también una Revolución del Sentido Común, es en ese concepto que se basa la reducción de impuestos, el achicamiento del estado, el jubileo de la desigualdad, con el toque imperturbable del designio divino ¡la contra/revolución patriarcal es la Revolución del Sentido Común!

En Su discurso de investidura, Trump ha dejado claro las bases filosóficas de la guerra que viene, La Revolución del Sentido Común contra La Revolución de las Conciencias y que en términos geopolíticos se traduce como unilateralismo vs visión multipolar del mundo.

La hegemonía unipolar en todos los rubros, financiero, cultural, comercial, político, espacial y el derecho al Lebensraum (espacio vital) que hace del expansionismo una cuestión de “seguridad nacional”; la expulsión de la “invasión extranjera que contamina nuestra sangre” (dixit D. Trump) es sin duda parte de una lógica natural, de sentido común.

Por ello el énfasis anti “cultura woke” los enemigos internos y externos de Estados Unidos son los “woke”, antirracistas, anti clasistas y antifascistas, promotores de la energía limpia, de la diversidad y la libertad sexual, el derecho al aborto, profetas del cambio climático, luchadores por el bienestar social y todos aquellos que cumplen con el significado más profundo de “Woke” (estar alerta ante la injusticia).

El paquete que “La Revolución del Sentido Común” tiene para México es una operación más rápida y furiosa que nunca; el cambio de nombre al Golfo de México es en realidad el anuncio de que vienen por los pletóricos yacimientos petroleros de la región, el reconocimiento de los cárteles criminales como terroristas, es el anuncio de que pueden intervenir militarmente en blancos específicos, la expulsión masiva de migrantes  cortará sustancialmente las remesas y traerá problemas sociales, económicos y estructurales para México, no se diga el cobro de aranceles; vaya desafío para el gobierno de la 4T.

El objetivo anti/woke incluye a México (país woke) al pueblo de México (más woke que nunca) y a nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum que ante los ojos trumpistas es una “woke típica”. El objetivo es desestabilizar al Estado mexicano en su conjunto y de paso liquidar al gobierno de la 4T con el fin de cumplir el gran sueño americano de la balcanización de México.

La orgia narcisista en el Capitolio que enmarcó la toma de protesta de Donald demostró que la tal Revolución del sentido Común”, es una contra/revolución patriarcal, misógina, homofóbica y esclavista.

No sé qué vaya a hacer el gobierno de la 4 T, pero lo que espero con ansias es saber ¿qué hará el pueblo de México?