La oda de Carlsen y Nepo en Mundial de Ajedrez Blitz, genera controversia global, ¿merecida?

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Una gran polémica se ha registrado a nivel global, tras el título compartido que tuvieran el noruego Magnus Carlsen y el ruso Ian Nepomniachtchi, en el Campeonato Mundial de Ajedrez Blitz 2024 disputado en la ciudad de Nueva York.

Aunque algunos han elogiado lo realizado por ambos jugadores, otros personajes influyentes del ámbito ajedrecístico, están lanzando severas críticas, y hasta pidiendo sanciones en contra de los protagonistas de uno de los incidentes más memorables en la historia de este deporte.

Qué pasó en el Mundial Blitz

Carlsen y Nepomniachtchi, fueron los finalistas del durísimo Campeonato Mundial de Ajedrez ultra rápido (3 minutos + 2 segundos de aumento); un evento en el que participaron más de 180 de los mejores ajedrecistas del planeta.

La final, estaba pactada a 4 partidas, donde el campeón sería quien obtuviera más puntos (un punto por victoria, medio punto por tablas).

Carlsen, había ganado las dos primeras partidas, por lo cual ‘Nepo’ estaba contra la pared, obligado a ganar las dos restantes para mantenerse con vida.

Nepo, hizo de forma espectacular la odisea pocas veces vista de derrotar dos veces consecutivas al mejor ajedrecista de todos los tiempos, y de hecho, la cuarta partida del match, fue una de las más épicas del año, con dos sacrificios espectaculares del ruso, que eran la única combinación que le permitía encontrar la ruta hacia la victoria.

Tras haber logrado el dramático empate (2 a 2) y forzar una ronda desempate, los dos astros del ajedrez mundial, empataron 3 partidas más, en un difícil match, donde ambos ya se veían cansados después del duro torneo, que además se jugó de forma inmediata al Mundial de Partidas Rápidas disputado en la misma sede de NY.

Fue después de la séptima partida, que llegó uno de los momentos más épicos de la historia del ajedrez, cuando Carlsen le planteó a Nepo compartir el título de campeón mundial blitz, a lo cual el ruso accedió sin pensarlo dos veces.

Nunca antes un campeonato mundial se había compartido de forma voluntaria por los finalistas, no obstante que la insistencia de los jugadores, obligó a la FIDE a tomar una decisión que no estaba contemplada en el reglamento.

Tratándose de dos de los jugadores más importantes de la historia moderna del ajedrez, la FIDE aceptó la petición, y finalmente el título global de campeón blitz fue entregado de manera compartida al ruso y al noruego, quienes también se abrazaron y reconocieron mutuamente, recordando otros épicos sucesos similares del deporte mundial, como la final olímpica de salto de altura de Tokio 2020.

Las críticas

Muchas personas y comentaristas salieron a criticar esta decisión, no solo porque no estaba en el reglamento, sino porque también surgió un video, donde se observa a ambos jugadores bromeando minutos después de presentar la solicitud de título compartido a la FIDE.

En las imágenes se les escucha decir que si «no aceptan, podemos hacer varios empates rápidos hasta que se cansen».

En el ajedrez, hay varias formas «rápidas» de empatar una partida, que son vías tan conocidas, que prácticamente es como una especie de mutuo acuerdo, por lo cual algunos personajes como Hans Niemann, están acusando que este fue un intento de manipulación de resultados, de parte de los protagonistas.

Incluso el CEO de la FIDE, advirtió que podría haber una investigación por este caso, no obstante que hasta el momento no se ha formalizado algún proceso oficial al respecto.

El astro del ajedrez global Magnus Carlsen, salió rápidamente a defenderse, y señalar que se trató únicamente de una broma entre los jugadores, y ratificando que nunca en su carrera ha arreglado alguna partida de ajedrez.

Lo declarado por Carlsen, parecería ser una obviedad, puesto que las siete partidas que disputaron ambos jugadores, fueron sumamente competidas e intensas, y las alusiones señaladas, fueron solo comentarios acerca de hipotéticas partidas que nunca se disputaron, ya que la FIDE aceptó sin objetar demasiado la decisión de ambos jugadores.

La situación se ha vuelto algo tensa, puesto que jugadores como Niemann, están criticando severamente a los jugadores, y exigiendo sanciones ejemplares contra ellos, como si hubiera habido algo desleal en su accionar.

Algunas críticas, también van en el sentido de que una vez más Carlsen parece salirse «con la suya», toda vez que tan solo días atrás, la FIDE cambió su propio reglamento, después de la polémica generada por la suspensión del noruego, al negarse a cambiar unos pantalones de mezclilla (prohibidos en torneos oficiales hasta hace unos días), situación que lo dejó fuera del Mundial de Partidas Rápidas, y que parecía podía generar un conflicto entre el mejor jugador del mundo y la federación mundial de ajedrez.

Un acto memorable

Aunque hay quienes puedan cuestionar lo hecho por los jugadores, desde una perspectiva muy personal de este autor, me parece que ha sido uno de los actos más emotivos del ajedrez moderno, que deja ver también otro enfoque distinto del deporte, y que pasará a la historia precisamente por este «atrevimiento» pocas veces visto.

En el deporte moderno, no solo en el ajedrez, muchas veces existe una obsesión por ser el mejor, por aplastar el rival, y ser el «único» en llegar a la cima.

Y aunque se trata de una cualidad casi inherente de cualquier deporte, el hecho de que dos deportistas tengan la humildad, de reconocer la grandeza del rival, y aceptar compartir un título, es un acto que trascenderá por generaciones enteras, y será recordado de una forma más especial, que si hubiera sido solo una definición más, como la de cualquier otro campeonato del mundo.

Se trata además, de dos jugadores leyenda; Magnus Carlsen es posiblemente el mejor jugador de todos los tiempos, alguien quien difícilmente reconoce que alguien más pueda estar a su nivel, por lo cual este acto adquiere también un significado especial.

Desde luego, pareciera que a muchos no les gustó la decisión, pues es nuevamente un «ruso» quien accede a un título global de ajedrez, algo que pareciera «dolerle» a muchos «especialistas» y jugadores de ajedrez.

No obstante que la realidad es que Nepo, es alguien que competía contra Magnus Carlsen desde que eran niños, quien disputó un título mundial de ajedrez clásico contra el noruego, y quien año con año ha venido defendiendo vehementemente la integridad de un juego que además ha venido siendo cuestionado en su limpieza y honestidad.

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Carlsen y Nepo en el mundial juvenil 2002. El ruso ganó el oro y el noruego la plata.

A diferencia de Niemann, quien ha sido expuesto como un tramposo años atrás, Nepo, ha luchado por la dignidad en el deporte, y se ha ganado el reconocimiento de Carlsen como uno de los mejores del mundo.

Por tal motivo, también es sumamente distinto el trato de Magnus Carlsen hacia el ruso, en comparación con su trato hacia Niemann, con quien no solo ha tenido fricciones pasadas precisamente por su accionar desleal, sino que también lo derrotó en los cuartos de final de este mismo Mundial de Ajedrez Blitz, haciendo un gesto de victoria, y golpeando con gran fuerza su rey contra el tablero al sellar el triunfo, en un gesto de contundente placer por aplastar al rival.

En cambio hacia el ruso, hubo un reconocimiento importante, no solo por su destacada carrera y trayectoria, sino que realmente fue sobresaliente lo hecho por Nepomniachtchi, tanto en el Campeonato Mundial de Rápidas donde se metió al podio, así como también en este mismo Campeonato Mundial Blitz 2024, donde fue líder del torneo en la fase clasificatoria al knockout, y donde también tuvo un espectacular desempeño en la serie final contra Carlsen.

Además, aunque existe mucha «amargura» y «ambición» en ciertos sectores del mundo ajedrecístico, Carlsen ha llegado a tal nivel de grandeza, que no tiene reparo en reconocer también a un rival cuando se lo merece; pero además, parece estar pasando por una etapa en su vida, donde lo que destaca más es el amor y la humildad, pues escasas horas después de la final de Nueva York, anunció también que se estará casando con su novia el próximo fin de semana.

En conclusión, la oda de Nepo y Carlsen, no solo es memorable por lo que sucedió en el tablero, sino porque ofrecen una lección que trasciende las reglas del deporte, y destaca algunas de las virtudes más humanas, y que muchas veces quedan en el olvido ante la ferocidad de la competencia; sin embargo, quizá se trata de valores que deberían estar presentes de una forma más frecuente, de lo que suceden en la realidad; por lo tanto, resulta un acto tan único y extraordinario, que más bien pareciera ser digno de reconocer.

 

Imagen de portada creada por el autor vía Grok


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