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Se despide Pablo Hermoso; oreja para Calita y otra para Arturo Gilio en la tarde de su confirmación

La México registró otro lleno… Buen encierro de Los Encinos

Arturo Gilio ha dejado la muestra de que aspira a convertirse en figura, técnico y valiente, en el toro de la confirmación pudo estructurar la faena al astado, tandas de pocos pases, cuando el público le alargar las series, él decidió que debían ser pocos pases que, lucieron siempre que se puso a la distancia adecuada y templó, es certero con la toledana, le otorgan un apéndice.

En su segundo un berrendo de bonita lamina, belleza plena en los lances con el capote, en el tercio final, no termina por cuajar la faena pese a los deseos y una muleta que mostró arte, estocada efectiva y escucha palmas.

Calita, ha tenido una buena tarde, su labor con el primero, dónde conjugó valor, sensibilidad artística y mucho valor, lo que hizo que el diestro mexiquense, cosechara una oreja.

Toda la tarde puso valor y a pesar de los estilos distintos de sus dos toros, dejó claro que es un maestro, atinado en sus conceptos, de ideas claras. De no haber errado con el acero en el segundo, sin duda habría logrado la salida a hombros.

El deseo se cumplió, Pablo Hermoso de Mendoza, pudo despedirse en la plaza México, ante dos astados que sin ser extraordinarios, permitieron que el centauro navarro desplegara su toreo y pudiera lucir él y sus jacas toreras.

En el primero de su lote, estuvo en torero, haciendo gala de conocimiento de la lidia, hizo ver mejor a un astado que vino a menos.

El que cierra plaza dio pie a que la despedida del ídolo Navarro, fuera triunfal e inolvidable, torea templado a la grupa y al estribo, emociona, conmueve y ejecuta la suerte suprema de manera superior para conseguir dos orejas y salir a hombros en medio del clamor general. Digna y muy deseada despedida del más querido por la afición.

Por José Moisés de la Luz