El equipo de las Águilas del América se coronó este domingo campeón del fútbol mexicano por 14º vez en su historia, en un partido rodeado de polémica, que se tuvo que ir hasta los tiempos extra, y donde finalmente se llevan la victoria de 3 a 0, y con la «fortuna» de terminar con 2 jugadores de más en el campo.
En redes sociales como Twitter de forma inmediata se ha vuelto tendencia la palabra «robo», ante múltiples reclamos por la situación en la cual se presenta este resultado.
Y es que una vez más resulta, por decir lo menos, intrigante, la «fortuna» del América, al verse favorecido por los árbitros en momentos críticos.
En el partido de ida, ya se habían visto beneficiados con un arbitraje controvertido, y en este partido de vuelta, donde no encontraban la forma de marcar diferencia, la jugada que vino a cambiar el rumbo de la final fue finalmente una decisión arbitral controvertida: una tarjeta roja al joven Fulgencio, quien apenas tenía 5 minutos de haber entrado al campo.
Algo «rigorista», describió la expulsión el histórico árbitro, ahora comentarista, Ramos Rizo; e incluso el VAR en el mismo partido pidió al árbitro Adonai revisarla, pues parecía bastante exagerado una roja directa, para un rozón que generó una reacción telenovelesca de Quiñones varios instantes después, magnificando los hechos.
Lo que el VAR del AZTECA no le mostró al árbitro. Una actuación digna de los premios Óscar. Ambos eran amarilla! pic.twitter.com/1Byejvx9G9
— José Ramón Fernández (@joserra_espn) December 18, 2023
Quizá no debería haber sospecha, si se tratara de una liga limpia, pulcra, libre de corrupción, pero siendo que se trata esto de una oligarquía, donde los dueños del fútbol mexicano, son una empresa con un largo historial de corrupción llamada Televisa, y que esta empresa a su vez es la dueña del América, resulta por decir lo menos, curioso.
Televisa, es la mafia que gobierna y hace lo que quiere con el fútbol mexicano desde hace décadas, y también quien tiene al fútbol nacional hundido en la mediocridad; hay que reiterarlo.
Es la empresa que movió su red de corruptelas para designar al vicepresidente de Televisa Deportes -Yon de Luisa- como el presidente del Fútbol Mexicano tiempo atrás, y quien posteriormente hace unos meses decidió reemplazarlo colocando en su lugar al creador de Televisa Deportes Network, Juan Carlos Rodríguez, como nuevo mandamás del fútbol mexicano.
Es decir, así como han hecho desde hace décadas, está claro que Televisa reina en el fútbol mexicano, y Televisa también es quien ejerce una gran presión para que su equipo estelar, el que mantiene de igual forma a grandes masas fanatizadas, pueda ganar de vez en cuando campeonatos, así sea con un empujoncito del cuerpo arbitral.
No solo debería considerarse sospechoso, que toda la mafia que reina en el balompie nacional, sea la misma que es dueña del equipo más «ganador», algo que no existe en ningún otro país donde el fútbol es un deporte, y no un bien corporativo, sino que se vuelve más sospechoso aún, cuando se tienen que presentar extraños matices extra deportivos para forzar los resultados.
Si el árbitro fuera tan rigorista en todo momento, también tendría que haber echado a Martín por una agresión sin pelota, o sacar amarilla (doble) a Layún quien reclamó al asistente tanto como el arquero de Tigres, a quien no dudaron en sacar amarilla, desde luego con un tono siempre más rigorista.
Adonai Escobedo pierde de vista esta jugada, y del VAR tampoco le avisaron de esta agresión.
Henry Martin se salvó de irse del partido. pic.twitter.com/ZvyoM31fr0— Héctor J Huerta (@HHuertaESPN) December 18, 2023
Desde luego, siendo que la gran mayoría de comunicadores de los grandes medios, subsisten de algún modo gracias a los vínculos de Televisa, se garantizan también una protección mediática, para que abunden los que salgan a justificar que el rigor del árbitraje solo se aplique para un lado, y por su puesto, callar en su totalidad la red de complicidad que hace del fútbol mexicano un pobre espectáculo lleno de corrupción dominado por Televisa.
Hoy el América es campeón del fútbol mexicano, pero mientras el balompié nacional, siga siendo dominado por la misma empresa dueña de la franquicia, y la tendencia de los silbantes termine favoreciéndolos de forma curiosa, no podrá significar de ningún modo un hito deportivo, sino una mera anécdota más del circo del mediocre fútbol nacional.
