Toluca, Edoméx.- Desde hace algunas semanas, liderazgos del Partido Revolucionario Institucional de todo el territorio del Estado de México, así como militantes de a pie, organizan una rebelión en el PRI. Más allá de la histórica derrota en las pasadas elecciones mexiquenses, los inconformes acusan una pésima conducción del partido que ha llevado a la división interna y al alejamiento de la sociedad. Hoy el PRI del Edoméx está más dividido que nunca y más lejos del pueblo.
Los inconformes reclaman la inmediata salida de Eric Sevilla de la dirigencia estatal y se oponen rotundamente a que Alejandra del Moral, la candidata que perdió la gubernatura, nuevamente regrese a la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE).
La militancia leal y auténtica, como se hacen llamar, difunden escritos en los que acusan a Del Moral, Sevilla y al propio Alfredo Del Mazo, de haber entregado el Estado de México a cambio de impunidad. Los priistas se dicen engañados, utilizados para representar una farsa que tanto su jefe político como Eric Sevilla y Del Moral sabían que terminaría con la derrota electoral.
Por ello, el priismo exige la renuncia del Comité Directivo Estatal del PRI y al mismo tiempo que bajo ninguna circunstancia la nueva dirigencia quede en manos del grupo que perdió la elección y tiene al PRI en la lona. Los rebeldes del PRI piden la intervención del Comité Ejecutivo Nacional del PRI para evitar que la gente de Eric Sevilla y Alejandra del Moral se hagan del CDE.
El PRI mexiquense está divido y son miles los inconformes con la actual dirigencia. La llamada leal y autentica militancia afirma que harán valer los Estatutos, que el CEN marcará la pauta y, de ser necesario, se movilizarán para impedir otra grotesca imposición a espaldas de los militantes.
En uno de sus manifiestos, los rebeldes afirman que a diferencia de la facción que intenta apropiarse del CDE del PRI, a la verdadera militancia los mueve la lealtad a la institución y la urgencia de que su partido se fortalezca y sea competitivo para ganar el 2024.
“Ellos ya tuvieron sus oportunidades, fracasaron y nos traicionaron. Ni con argucias legales podrán quedarse. Nuestra paciencia se agotó y la institucionalidad no implica indigno sometimiento”.
Los inconformes con las dirigencias de Sevilla y del Moral acusan falta de diálogo, operación, inclusión y consenso por parte de ambos personajes, lo cual es muy notorio con la salida de muchos liderazgos y en otros casos con el alejamiento del partido.
La rebelión priista está en marcha, la inminente salida del gobernador Del Mazo arrecia la crisis en el PRI que tras décadas se quedará por primera vez sin un jefe político que les dicte el camino desde el Palacio de Gobierno. Los días de Sevilla como líder del PRI estatal están contados, pero del Moral dará batalla y se aferrará para hacerse del CDE una vez más.
