Carlos Moreno
Ciudad de México, 04 de mayo de 2022.- A principios de este año se expuso el documento sobre los nuevos Planes y Programas del Modelo de la Nueva Escuela Mexicana “Marco curricular y Plan de estudios de la Educación Básica Mexicana” (SEP, 2022) mismo que con las condiciones postpandemia parecía irrelevante.
En la Unión Nacional de Padres de Familia, nos cuestionamos: ¿Es el momento oportuno para realizar un cambio de modelo curricular? Es uno de los cuestionamientos más fuertes, ya que existen otras prioridades relacionadas con la pobreza y pérdida de aprendizajes.
Como consecuencia de la pandemia los indicadores educativos se profundizaron en sentido negativo, como el incremento en el abandono escolar o el atraso en aprendizajes en conocimientos básicos. ¿No habría que enfocar recursos y tiempos para avanzar en ello en lugar de en un nuevo modelo sobre el cuál no se tiene claridad sobre su costo-beneficio?
Es necesario que las autoridades educativas tengan en cuenta la realidad educativa que se vive en México después de la pandemia:
- Se advirtió que hubo hasta 3 años de retraso escolar, especialmente en lectura de comprensión y pensamiento lógico-matemático.
- Se ha evidenciado la pérdida de derechos de los niños, vulnerados por violencia y pobreza.
- El derecho a las clases presenciales afectado por pobreza y falta de condiciones adecuadas de los planteles.
- La pérdida total de alumnos en el ciclo escolar 2018-2019 al 2020-2021 fue de 3 millones 656 mil 928 alumnos.
Como padres de familia, dicen, nos preocupa que la “transformación” del modelo educativo dañará a nuestros hijos y a su formación, ya que el discurso en el que se enmarca está basado en premisas ideológicas1, más que pedagógicas, además la propuesta del nuevo