CASO ARISTEGUI: PERIODISMO CONTRA EMPRESARIOS

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El enfrentamiento entre la periodista Carmen Aristegui y la empresa MVS, espacio dónde la comunicadora consolidó una gran carrera, es simple y llanamente la lucha entre el periodismo y la empresa periodística o de comunicación.  Lo que le ocurre a Carmen Aristegui ha ocurrido a cientos o miles de periodistas en este país, dónde los medios (impresos y electrónicos) son poseídos por manos equivocadas y mentes que tienen sus pensamientos muy cerca del dinero, pero lejos de la libertad de expresión y la verdad.

Y es ahí dónde está el problema. En quién hace la televisión en México, en quién hace la radio, en a quién se le dan las concesiones para el uso del espectro que es de todos los mexicanos. El despido de Carmen Aristegui y su equipo de MVS es una historia que ha ocurrido cientos o miles de veces en el interior del país, en la provincia, en la provincia de la provincia, donde también se intentan proyectos periodísticos basados en las libertades sociales y en el compromiso con la verdad y  la sociedad.

Pero cuando esos proyectos, llanos y naturales, aparecen…También aparece el monstruo de la empresa, ese que se alimenta del talento de los demás para alcanzar objetivos de poder que nada tienen que ver con el periodismo, con la libertad de expresión y con la defensa de los derechos civiles. El periodista mexicano “tiene” que ser útil a los intereses de la empresa para conservar el espacio y el “curro”. Y Carmen Aristegui es un ejemplo de ello.

Por años, MVS ha buscado incrementar su presencia en los  medios con más emisoras de radio y con un canal de televisión abierta. En el primer caso controlan varias emisoras y tienen presencia incluso en otros países de Latinoamérica y USA. Pero el canal de TV abierta se les ha negado, la última vez a fines del año pasado cuando el conglomerado de medios pretendía el cambio de concesión de su canal 52MX que se transmite por tv de paga para que se les permitiera transmitirlo en abierto. En todos los momentos que MVS y sus multimillonarios propietarios quisieron presionar al gobierno, Carmen Aristegui les fue útil, servía para sus fines y era el medio óptimo.

A todos nos puede indignar que terminen con un espacio como el de Carmen Aristegui, pero no podemos olvidar que una empresa privada es libre de contratar a quién quiera, cuándo quiera y romper esa relación contractual igualmente cuando le plazca siempre en el marco de la legislación laboral. Cualquier periodista, productor o comunicador, se sentiría orgulloso de ser parte del equipo de Carmen Aristegui, pero los que poseen los medios de comunicación en este país, esos grandes medios que son empresas multimillonarias, no ven al periodismo, no ven al pueblo, no ven a la verdad, sólo ven el signo de pesos y el poder perpetuo de sus familias.

Los que ahora despiden a Carmen Aristegui y los que han despedido a miles de periodistas en este país por hacer su trabajo, por hacer periodismo, son sólo mercenarios, que en los medios y en el periodismo identifican un sinónimo de poder y que igual les da hacerse ricos y poderosos a través de la usura o la comida chatarra que del “periodismo”. El tema es poder. $$$$$$$

Los medios de comunicación no son propiedad de periodistas y comunicólogos, son propiedad de empresarios en busca de poder y más poder…. Y ese, ese sÍ que es un problema…


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