18 de mayo.- Un sismo magnitud 6,7 sacudió la madrugada del miércoles las costas de Ecuador y dejó algunos heridos, al impactar en la misma zona donde el mes pasado se produjo un devastador terromoto que causó la muerte de más de 650 personas.
El presidente Rafael Correa dijo que había personas con heridas leves y pequeños daños en la infraestructura en las provincias de Esmeraldas y Manabí, donde se registró el nuevo sismo, considerado como una réplica del terremoto que azotó al país en abril.
Testigos reportaron que las personas salieron a las calles por temor a los efectos del fuerte movimiento.
«No tenemos que lamentar daños a personas, pequeñas lesiones porque (alguien) salió corriendo, se tropezó, cosas así, son lesiones menores (…) eso es lo más importante», dijo el mandatario al canal de televisión pública.
«Es normal (…) se esperan réplicas en los dos meses subsiguientes al evento principal, al sismo del 16 de abril», añadió.
En las provincias de Esmeraldas y Manabí se reportaron daños en las viviendas deshabitadas que ya habían sido afectadas por el terremoto del mes pasado.
Aún así, no se reportaron daños a la infraestructura de sectores estratégicos del país, incluida la Refinería Esmeraldas, ubicada cerca del epicentro del nuevo sismo, dijo el ministro de Seguridad, César Navas, a la radio pública.
Algunas zonas se quedaron sin suministro eléctrico, aunque el servicio fue restableciéndose paulatinamente, según las autoridades.
En Quito, el movimiento telúrico se sintió con fuerza. «Todos tranquilos. Quito puede regresar a (sus) casas», recomendó Correa más temprano en su cuenta de la red social Twitter.
El Instituto Geofísico de Ecuador indicó que la magnitud del sismo del miércoles fue de 6,8 y que se produjo a una profundidad de unos 15 kilómetros. En tanto, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés) arrojó una magnitud de 6,7 para el temblor.
Las autoridades descartaron alerta de tsunami.
El terremoto de abril, el peor en los últimos 70 años en la historia del país con una magnitud de 7,8, destruyó edificios a lo largo de la costa ecuatoriana y además de las víctimas fatales, dejó unas 6.000 personas heridas y 29.000 damnificados que necesitaron refugio, según el último reporte oficial.
Foto de los daños tras el terremoto. AFP
