No se puede negar lo inocultable. Aunque la autoridad pretenda minimizarlo. Es un hecho. México enfrenta ya la tercera ola de Covid-19. El microscópico enemigo está de vuelta. Ha mutado y regresa con nuevas variantes. Más peligrosas por su capacidad de transmisión. Más preocupantes, por su fuerza de contagio.
Ya lo habían advertido funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Su gerente de incidentes para Covid-19, Sylvain Adlighieri, quien reveló que en nuestro país se han detectado 24 variantes del virus. La propia directora, Carisa Etienne, quien alertó sobre su aparición a nuestro país, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala y Cuba.
Nuevas cepas, entre las que sobresalen las variantes Alfa y Gama. Pero también Delta, que se expande rápidamente por el mundo. Monitoreada por epidemiólogos de manera permanente. Por investigadores que analizan la eficacia de las vacunas aplicadas. Científicos que cuestionan ¿hasta qué punto podrán ser útiles las vacunas?
A ciencia cierta nadie lo sabe. Se trata de un virus que no ha sido domado. De una pandemia que ha visto pasar los meses y los días. Pese a los esfuerzos de la ciencia, no hay fecha para erradicarla. A prueba está la eficacia de los antígenos de: PfizerBioNTech, Aztra-Zeneca, Sputnik V, CanSino, Sinovac, Janssen y Johnson & Johnson.
A Prueba está la capacidad de los gobiernos del mundo. Nuestro Plan Nacional de Vacunación. La eficiencia de las más de 51 millones de vacunas aplicadas. Así también, la inmunidad de los cerca de 21 millones de compatriotas inoculados. La efectividad de los esquemas de dos dosis o de una sola dosis.
Llegó la tercera ola y –junto con ella- las vacaciones. El incremento de paseantes a los destinos de playa. El exceso de confianza ante el semáforo verde. El relajamiento de los protocolos sanitarios. Es un hecho, la curva de contagios va a la alza. No se trata de un pequeño rebrote, como pretenden hacernos creer. El SARS-Cov-2 está de regreso.
Mientras tanto…
En Palacio Nacional se ven las cosas de manera distinta. Se apuesta el todo por el todo a la Campaña Nacional de Vacunación, sí. A la jornada de inmunización que, con sus altas y sus bajas, avanza. Sus beneficios están a punto de alcanzar a la población de 18 años en adelante. Iniciará a partir de agosto. Justo cuando el nuevo pico de contagios, nos alcance.
La prioridad se enfoca al plano electoral. Hacia una sucesión por demás adelantada. A la definición del sucesor o sucesora. A quien logre abanderar los postulados de la 4T. Es el inquilino de Palacio Nacional quien abre el juego ¿Se equivoca? ¿Es un riesgo calculado? Ya se verá. Por lo pronto, sus correligionarios se mueven.
Se mueven Claudia Sheimbaun Pardo y Marcelo Ebrard Casaubon. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el secretario de Relaciones Exteriores. Juran y perjuran que habrán de esperar los tiempos. Pero el tiempo es relativo, dependiendo desde donde se le observe. Lo real y lo concreto es que el juego sucesorio se adelanta.
Se acabaron los “tapados” de la vieja tradición política mexicana. Los sucesores, del flanco progresista liberal “son muchísimos”. Pero la realidad es que sólo son dos. Por lo menos en el ánimo de quien ocupa la silla presidencial. Los dos, como él, han ocupado la silla del antiguo Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México.
Pero no están solos. Lo cierto es que otros hay más. No sólo los mencionados. Están quienes serían parte del plan “B”. No únicamente la secretaría de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo o la Secretaría de Energía, Roció Nahle García. Como tampoco el embajador de México ante Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente Ramírez ni el embajador de México ante Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán.
Habría que tomarle parecer a Ricardo Monreal Ávila. El líder de Morena en el Senado de la República, ya levantó la mano. Asegura que estará en la boleta en 2024. Que espera estar con Morena y con el presidente. Ya se verá. Como también está por verse la participación del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo o los diputados Yeidkol Polevnsky Gurwitz y, por qué no, Gerardo Fernández Noroña.
Por lo tanto…
Dadas las circunstancias. Es hora de actuar contra el Covid-19. Ante el peligro que representa la variante Delta del virus. No dejar en manos de las autoridades nuestra seguridad. Asumir nuestra responsabilidad individual. Somos nosotros los que debemos reforzar las medidas de prevención. Mantener los protocolos sanitarios, que ya conocemos.
Las vacaciones de verano no deben ser pretexto para relajar la disciplina. Sobre todo para quienes habitamos en el centro del país. En la Ciudad de México y el Estado de México donde el incremento de contagios va a la alza. Datos duros de la Agencia Digital de Innovación de la capital del país así lo indican.
Eduardo Clark, director general de la agencia, afirma que la situación tiende a complicarse. Hospitales de la zona metropolitana del Valle de México, atienden a 2 mil 146 contagiados. Más de 500 estarían intubados. La curva de infectados va en aumento. Incrementa semana a semana. Habrá que estar atentos.
En lo mediático, el destape de presidenciales funcionó. Tal y como estaba planeado. Como era de esperarse, todo mundo habla de ello. El exitoso modelo de comunicación estratégica vuelve a dar resultados. El Gobierno de México, tiene el tino para posicionar los temas de la agenda mediática. De fintar y distraer al respetable.
Es un esquema que hace que el bosque impida ver los árboles. Es contundente y eficaz. Inicia en la mañana, se reproduce a lo largo del día y se resume en la noche. Genera ruido y multitud de opiniones. Logra que la atención se distraiga. Da paso a lo accesorio, minimiza lo relevante.
Habrá que observar con detenimiento. Desmenuzar el trasfondo de la estrategia. Descubrir la ruta electoral que se ha diseñado para mantener el poder. Que ha pasado por la elección intermedia y se enfila hacia una consulta popular. La del juicio a los ex presidentes, que se realizará el primer de agosto. En los próximos días.
Un trayecto que irá pasando estaciones. Como un tren, que hará parada el 21 de marzo de 2022. Con otra consulta, la de revocación de mandato presidencial. Calentando motores para el cambio de gobernador en seis entidades. Creando un clima favorable para los propósitos de la 4T.
No hay que perder de vista que el año entrante concluyen su periodo constitucional seis mandatarios: Martín Orozco Sandoval, en Aguascalientes; José Rosas Aispuro, en Durango; Omar Fayad Meneses, en Hidalgo; Alejandro Murat Hinojosa, en Oaxaca, y Carlos Joaquín González, en Quintana Roo. Morena va por todo.
Como irá en breve por el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca. El escurridizo mandatario de Tamaulipeco, que ha venido librando el desafuero. Juicio de procedencia que inició en la Cámara de Diputados y fue detenido por el Congreso local, de mayoría panista. Su suerte está echada, a partir del 1 de octubre una mayoría de 16 legisladores de Morena y PT le quitarán el fuero.
No perdamos de vista el proceso que arranca este primero de agosto. Es de largo aliento y de pronóstico reservado. El tren electoral tendrá su parada intermedia con las elecciones para elegir al sustituto de Miguel Ángel Riquelme Solís en Coahuila, y Alfredo Del Mazo Maza, en el Estado de México.
La parada final será hacia 2024. A la par de la renovación de la silla presidencial, estarán en juego otras seis gubernaturas. Junto con el titular del Ejecutivo se elegirá a los mandatarios de: la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla y Tabasco.
Así esta diseñada la ruta. El camino a seguir a seguir. El juego por la sucesión presidencial es la punta del iceberg. Lo que subyace en todo ello, es la permanente lucha por el poder. Concluido el proceso electoral de junio pasado, lo que viene es de suyo interesante. Póngase cómodo, el espectáculo electoral, apenas inicia. Primera llamada, primera llamada, primera…
