Rusia asume como acto de guerra las sanciones impuestas por Trump; se rompe la mesa de diálogo

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En un hecho que ha sorprendido en el ámbito geopolítico, el presidente Donald Trump canceló las intenciones de reunirse con Vladimir Putin y anunció gravísimas sanciones contra Rusia, utilizando una carta que ni siquiera el presidente Biden se había atrevido a emplear, sabiendo que sería capaz de desestabilizar los mercados internacionales.

Mientras que hace unos días había esperanza de paz ante una posible cumbre de Budapest para mediar el conflicto bélico en Ucrania, ahora estos esfuerzos parecen alejarse en dirección opuesta. Toda vez que en Rusia también ha habido una respuesta clara, reconociendo esto como un «acto de guerra» de los Estados Unidos y ratificando de forma firme su postura en el conflicto.

Las sanciones de Trump

El día de ayer, 22 de octubre, el presidente Donald Trump firmó una serie de sanciones contra las dos mayores petroleras rusas, Rosneft y Lukoil; una severa medida financiera, que representa uno de los golpes más fuertes realizados por el gobierno estadounidense contra Rusia en esta segunda administración de Donald Trump.

El anuncio fue realizado desde la Casa Blanca, estando Trump junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, donde el mandatario estadounidense expresó su decepción con Rusia, reconociendo que las cosas no iban bien y quejándose de que, aunque parecía que cuando hablaba con Putin había entendimiento, posteriormente las cosas no conducían a nada, afirmó.

Esta acción, que fue calificada como un «shock move» por agencias como Axios, cambia abruptamente el panorama y al parecer busca acrecentar la presión contra Rusia para que acepte las condiciones que Trump estaría planteando para resolver el conflicto. Es posible que parte del desafío de la acción sea en cuanto a las cuestiones territoriales, toda vez que el presidente Trump afirmó que Rusia debería aceptar un alto al fuego en la línea actual, algo distinto a lo que Rusia venía exigiendo desde hace meses.

La situación fue tan álgida que durante todo el miércoles no hubo reacciones oficiales ni pronunciamientos de altos mandos en Rusia, posiblemente analizando a fondo cómo responder a esta agresiva jugada en el tablero internacional; además de que ambas partes confirmaron la cancelación de la reunión entre los cancilleres Lavrov y Rubio, que ya se había anunciado en Budapest para este jueves.

Cabe señalar que este anuncio generó también un impacto inmediato en los mercados internacionales del petróleo. Hasta este jueves, se reporta que indicadores como el Brent Oil se dispararon más de 5.7%, algo similar al Petróleo WTI, que subió casi 6%, encabezando una alza generalizada en los precios. Y esto fue precisamente lo que Biden no quiso afrontar, a pesar de que las sanciones contra las petroleras siempre fueron una carta disponible.

Además, estas acciones estarían presionando a empresas de otros países, incluidos importantes aliados rusos como China e India, a reconsiderar sus adquisiciones de combustibles rusos.

De forma coordinada con EEUU, el mismo miércoles por la noche, la Unión Europea hizo oficial el paquete número 19 de sanciones contra Rusia, donde se contemplan también objetivos energéticos rusos, incluida una prohibición de adquirir gas natural licuado ruso y un veto a 117 barcos de la «flota sombra» de Rusia, detalló el Washington Post.

La respuesta de Rusia

Finalmente este jueves han empezado a surgir las reacciones rusas ante las fuertes declaraciones y acciones del gobierno estadounidense.

El presidente Putin fue enfático al señalar que ningún país que se respete hará nada bajo presión, sugiriendo implícitamente que esta maniobra del gobierno de Trump constituye una falta de respeto hacia su gobierno y descartando que esto vaya a generar que Rusia se rinda o desista en sus exigencias que lo motivaron a entrar en combate.

Putin insistió en que las sanciones de Occidente no tendrán un impacto significativo en la economía rusa y confirmó que la cumbre de Budapest había sido pospuesta, señalando también que hubiera sido un error asistir a ella sin una debida preparación. Putin, de forma tranquila, insistió en que la cumbre solo se está posponiendo.

El mandatario ruso también ironizó respecto de las nuevas sanciones europeas, señalando que esto afectará incluso la compra de inodoros, algo que les podría salir muy caro dado que podrían «necesitarlos mucho en la situación actual».

Se trató también de una advertencia bastante aguda, más aún tomando en cuenta que de igual forma fue incisivo en advertir que si Rusia es atacada con armas de largo alcance, la respuesta será aplastante, tratando de marcar un límite definitivo en el escalamiento de las hostilidades.

Bastante contundentes fueron también las declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev a través de su canal de Telegram, donde también lanzó una advertencia:

«Cancelación por parte de Trump de la cumbre en Budapest. Nuevas sanciones contra nuestro país por parte de Estados Unidos. ¿Qué más? ¿Habrá nuevas armas, además de los famosos «Tomahawks»?

Si alguno de los numerosos comentaristas aún tenía ilusiones, aquí las tienen. Estados Unidos es nuestro enemigo, y su parlanchín «pacificador» ahora ha tomado plenamente el camino de la guerra contra Rusia (…) Eso no cambia lo principal: las decisiones tomadas son un acto de guerra contra Rusia. Y ahora Trump se ha solidarizado completamente con la loca Europa.

Pero hay un claro punto positivo en el nuevo movimiento del péndulo trumpista: se puede atacar con todo tipo de armas todos los escondites banderistas sin preocuparse por negociaciones innecesarias. Y lograr la victoria precisamente donde solo es posible. En el terreno, no en la mesa de despacho. Destruyendo enemigos, no haciendo «acuerdos» sin sentido.»

Este señalamiento de Medvedev, parece advertir lo que también es evidente en el terreno: que a pesar de que en Occidente intenten resolver el conflicto bajo sus términos, y desde un escritorio, Rusia continuará avanzando en lo práctico y haciendo patente su exigencia en el campo de batalla.

Rusia no ha dado muestras de ceder en el terreno y, de hecho, María Zajárova, la vocera del gobierno ruso, reiteró que continúan los objetivos declarados desde hace tiempo por parte de Rusia en el sentido de que se exige la desnazificación y neutralidad total de Ucrania, además de calificar las sanciones en su contra como «un paso de carácter exclusivamente contraproducente».

La línea del frente

Esta nueva escalada en las hostilidades ha estado en simetría con la intensidad de los combates en el frente de batalla y más allá. Mientras que Ucrania ha lanzado varios ataques hacia el interior y objetivos energéticos en Rusia, Rusia también ha emitido fuertes golpes a la infraestructura ucraniana.

En la línea de batalla, la situación se encuentra crítica Pokrovsk y Myrnograd, una aglomeración urbana importante de Donetsk que está por pasar bajo control ruso; de hecho los rusos ya tienen esta zona casi totalmente rodeada, y hasta el día de hoy ya se habría ocupado gran parte del lado sur de la ciudad de Pokrovsk.

Situación en el frente de guerra de Pokrovsk al 23 de octubre del 2025. En naranja el territorio controlado por los rusos. Mapa: Divgen

En Kupiansk, otra importante ciudad en la región de Járkov, parece ser cuestión de horas para que se confirme el control total de las Fuerzas Armadas Rusas. Y en Kostiantynivka, una ciudad que hace no mucho tenía más de 100,000 habitantes, los rusos ya han llegado a las afueras, lo que plantea una situación crítica.

Situación en el frente de guerra de Kostiantynivka al 23 de octubre del 2025. En naranja el territorio controlado por los rusos. Mapa: Divgen

Cabe recordar que estos territorios en realidad han sido históricamente prorrusos. En las más recientes elecciones democráticas que hubo antes del golpe de Estado de 2014, es decir, en las elecciones de 2010, en esta región el presidente de tendencia prorruso arrasó con un 90% de los votos. Además, más del 80% de la población tienen al ruso como su lengua materna.

En Kostiantynivka, igual que en el resto de este cinturón urbano crucial del Dombás, donde se incluyen las mega ciudades de Kramatorsk y Sloviansk, desde 2014 también hubo movimientos para boicotear los intentos de «elección» organizados por Occidente tras el golpe de Estado de 2014.

Rusia, insiste en que este territorio es históricamente prorruso y que vía referéndum votó también de forma mayoritaria en 2023 por anexarse a Rusia, incorporándose a la Federación de forma total; de ahí que también se mantenga la insistencia de avance en esta zona del frente, lo que podría estar generando uno de los principales desacuerdos en las negociaciones para poner un alto al conflicto.

No obstante, al parecer Estados Unidos, con el respaldo de la OTAN y Ucrania, mantienen una postura de rechazo, tratando de generar a través de la presión internacional el repliegue de las Fuerzas Armadas Rusas. El presidente de facto de Ucrania, Volodímir Zelensky, desde Bruselas, en el marco del Consejo Europeo, expresó este jueves su beneplácito por el nuevo fracaso en los intentos de negociación entre Rusia y Estados Unidos, y reiterando que Ucrania debe estar en las negociaciones de Hungría; aunque reconociendo que de momento se ha retrasado también un posible acuerdo respecto a los «Tomahawks».

En todo caso, la intensidad de las amenazas globales sigue escalando, con múltiples advertencias mutuas. Llama la atención que el mismo presidente Vladimir Putin, el día de ayer encabezaba ensayos de ejercicios nucleares desde la sede del Kremlin, en un hecho que fue divulgado por la agencia oficial rusa, reiterando que Rusia está preparada para cualquier tipo de conflicto y que responderá de forma proporcional al tipo de ataques en su contra.

 

Foto de portada. Vladímir Putin durante ejercicios nucleares desde el Kremlin. 22 de octubre 2025. Foto: Gobierno Ruso








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