Tras advertencia rusa de respuesta nuclear a los Tomahawk, Putin y Trump hablan y acuerdan Cumbre de Budapest; nueva esperanza de paz

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Una histórica cumbre bilateral abre esperanza de paz

El presidente ruso Vladimir Putin y el mandatario estadounidense Donald Trump han decidido abordar directamente vía telefónica la crítica situación surgida a raíz de las hostilidades en el conflicto bélico que prevalece en Ucrania y el Dombás.

El resultado de la conversación entre ambas potencias aparentemente fue positivo, marcado por una reducción del tono belicista y expresiones de optimismo de cara a lo que será una histórica cumbre bilateral a realizarse en Europa, concretamente en Budapest, Hungría, donde ya están comenzando las gestiones para llevar a cabo este encuentro cuyo objetivo principal será buscar una salida definitiva al conflicto entre Rusia y Ucrania.

La advertencia nuclear que escaló la tensión

En días pasados, el conflicto diplomático se había agudizado considerablemente después de que Estados Unidos expresara su disposición a entregar misiles Tomahawk a Ucrania, armamento que podría impactar objetivos al interior de Rusia, incluyendo hipotéticamente a Moscú. La situación no pasó desapercibida en el Kremlin.

Fue el expresidente Dmitry Medvedev, viceministro del Consejo de Seguridad ruso, quien emitió uno de los mensajes más severos y contundentes en respuesta a través de su cuenta de Telegram.

Medvedev advirtió que un lanzamiento de Tomahawk es imposible de diferenciar mediante sistemas de radar para determinar si lleva o no una ojiva nuclear. Dado que la señal sería idéntica a la recibida en caso de un lanzamiento de arma nuclear contra Rusia, el funcionario fue enfático en afirmar que Rusia respondería de forma inmediata a un ataque de esa naturaleza, sin esperar a verificar si era o no nuclear. Esto daba a entender que un disparo de Tomahawk hacia territorios rusos podría ser respondido con un disparo nuclear por parte de Rusia, exigiendo así directamente al presidente Trump reconsiderar este tipo de decisiones.

Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se había manifestado muy optimista incluso antes de la conversación entre Putin y Trump, insistiendo en mantener la confrontación bélica con Rusia y esperanzado por la posible recepción de esta clase de armamento.

La llamada que cambió todo

Según confirmó el asesor del gobierno ruso, Yuri Ushakov, fue el presidente Putin quien solicitó comunicarse directamente con Donald Trump. La llamada se extendió por más de dos horas y media. Durante la conversación, Trump emitió un breve mensaje en su red social Truth comunicando que ya estaba en una larga charla con el presidente ruso y que pronto comunicaría los resultados.

Minutos después, Trump confirmó finalmente la llamada y destacó que había recibido elogios y felicitaciones de parte del presidente ruso por sus logros en Medio Oriente y también por las gestiones que viene realizando Melania Trump en favor de los niños.

El presidente estadounidense anunció que se acordó una reunión en Budapest con el propósito principal de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque también adelantando la posibilidad de llegar a acuerdos comerciales con Moscú.

Por tal motivo, se están agilizando las negociaciones y se anunció que Zelensky estaría viajando a Washington mañana mismo para reunirse en la Oficina Oval con el presidente Trump.

Ushakov precisó que la reunión aún depende del avance en las gestiones «técnicas» para está cumbre.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky también se pronunció en sus redes sociales sobre esta llamada, afirmando que Rusia está preocupada por el tema de los Tomahawks. Asimismo confirmó que se desplazaría hacia Washington para reunirse con el presidente Donald Trump, externando igualmente su confianza en que se pueda poner fin a esta guerra, tal como sucedió de forma preliminar en el caso de Israel en Gaza.

La iniciativa rusa en el terreno

Putin, habría detallado ante Trump, que Rusia es quien ostenta la iniciativa a lo largo de todo el frente de batalla. Pues efectivamente, en días y semanas recientes se han geolocalizado avances clave que están complicando severamente el panorama para Ucrania.

Destaca la caída de Kupyansk, una ciudad importante que representaba la frontera norte de la línea de batalla y que se había mantenido bajo resistencia por más de dos años hasta que finalmente está siendo ocupada por las Fuerzas Armadas Rusas tras intensos combates.

En Pokrovsk y Myrnorhad, los rusos han logrado generar un cerco estratégico de la zona, dejando las Fuerzas Armadas ucranianas casi aisladas dentro de esta gran urbe, que representa la más importante desde Bajmut y donde se libra ahora la batalla urbana más severa e intensa desde entonces. Se trata de una de las ciudades más estratégicas de Donetsk, el óblast que Rusia venía exigiendo como parte de su territorio con base en los referéndums de 2022.

Rusia también ha logrado importantes avances hacia el interior de Dnipró, una provincia que no había estado directamente involucrada en el conflicto, pero donde las tropas rusas ya estarían avanzando, presionando por el flanco sureste de la línea de batalla.

De igual forma las tropas rusas han empezado a acechar la ciudad clave de Kostiantynivka, situación que estaría obligando a Ucrania a posiblemente negociar un cese al fuego en la línea de batalla actual, buscando no perder aún más territorio.

El cambio en el discurso de Trump

Diversas agencias internacionales han resaltado el cambio notable en el discurso de Trump después de la llamada con Putin. Mientras que el día anterior todavía amenazaba con la posibilidad de aportar Tomahawks, este jueves ya ha sido más cauteloso, emitiendo mensajes en tono contrario, señalando que se trata de un armamento muy importante para el ejército de Estados Unidos.

La realidad es que los Tomahawks no solo requieren ser disparados desde cierto tipo de sistemas avanzados, sino también de guía satelital con tecnología que no posee Ucrania. Es decir, el uso de Tomahawks generaría el involucramiento directo de Estados Unidos en la guerra contra Rusia.

El hecho de que ambas potencias hayan aceptado avanzar hacia un encuentro presencial denota que ya existe un entendimiento diplomático amplio respecto a lo que posiblemente se firme en Budapest.

«Hungría es una isla de paz», señaló el presidente húngaro Víctor Orbán al referirse a que el país está preparado y listo para recibir esta cumbre, subrayando que esta podría ser la oportunidad decisiva para avanzar hacia un acuerdo de paz para la región.

Cabe recordar que Rusia también ha insistido en que no aceptará un simple cese al fuego, sino que está buscando un acuerdo de paz definitivo y duradero, cumpliendo con las condiciones que había señalado abiertamente desde tiempo atrás. Al parecer, algunos de estos puntos que Ucrania se negaba a aceptar, finalmente estarían siendo reconocidos, o al menos el presidente de Estados Unidos trataría de mediar para llegar a un acuerdo.

En todo caso, vienen días decisivos que podrían determinar el futuro del Dombás, de Ucrania e incluso del equilibrio geopolítico mundial.







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