HISTÓRICO: Putin se impone en Alaska; Zelenski confirma acuerdo para sentarse a negociar la paz

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La cumbre de Alaska entre Donald Trump y Vladimir Putin ha derivado en un logro histórico: el presidente ucraniano Volodimir Zelenski anunció su disposición a participar en negociaciones de paz trilaterales sin condiciones previas. Zelenski viajará este lunes a Washington para reunirse con el mandatario estadounidense, y empezar a definir los términos de un encuentro que incluiría a Ucrania, Rusia y Estados Unidos, abriendo así la esperanza más tangible de paz desde el inicio del conflicto.

Una recepción que cambió el tablero geopolítico

La cumbre de Alaska sorprendió por el nivel de protocolo dispensado al líder ruso. Trump, de forma impaciente y con aplausos a Putin al descender del avión, lo recibió afanosamente, con intercambios cordiales en una colosal alfombra roja, que contrastó marcadamente con el aislamiento diplomático previo que se intentaba imponer a Moscú.

La ceremonia incluyó una demostración aérea espectacular, con un bombardero B-2 escoltado por cazas, momento en el cual Trump le dedicó personalmente la demostración a Putin con la frase: «Esto es para ti», captada por micrófonos direccionales.

Aunque hubo gestos hostiles hacia la prensa rusa, el trato a Putin fue de cercanía y amistad, al grado que el mandatario ruso tuvo la confianza de subirse a ‘La Bestia’, el vehículo presidencial de Trump, permitiendo así un primer contacto íntimo y privado entre ambos líderes.

La cumbre de Putin

A pesar del recibimiento cordial, Putin se mantuvo firme en sus condiciones, y logró imponer su agenda negociadora, rechazando la presión europea que exigía un cese al fuego previo y el despliegue de fuerzas internacionales en Ucrania. El mandatario ruso estableció sus propias condiciones para avanzar hacia un proceso de paz más pragmático.

Múltiples medios occidentales coincidieron en caracterizar la cumbre como una victoria diplomática para Moscú. Algunos titulares claros al respecto:

  • Político: «El triunfo de Putin en Alaska»
  • Sky News: «Putin se comportó como si tuviera el control y dirigiera la situación»
  • Washington Post: «Putin ganó independientemente del resultado»
  • Bloomberg: «La cumbre demostró la poca importancia de Europa en el mundo de Trump»
  • The New York Times: «Trump ofreció a Putin una cálida recepción pública poniendo fin a su aislamiento diplomático»

La narrativa de CNN, que intentó presentar a Trump como «muy molesto con Putin» tras la reunión, quedó en entredicho cuando se difundieron imágenes de ambos líderes bromeando después de la conferencia de prensa.

En su declaración conjunta, Trump admitió que no se había alcanzado un acuerdo integral con Putin, aunque expresó optimismo por los «avances significativos» conseguidos.

Contrariamente a lo planificado, la reunión se limitó a un encuentro bilateral con cuatro asesores de alto nivel: Ushakov y Lavrov por Moscú, Rubio y Witkoff por Washington.

Mientras Europa y Ucrania presionaban por un cese al fuego previo a cualquier negociación, Putin demostró mayor habilidad estratégica. El líder ruso aprovechó la oportunidad de la cumbre, consciente de su valor político, para posicionarse ventajosamente ante Trump y rechazar categóricamente las imposiciones europeas.

La maniobra resultó efectiva: Putin consiguió legitimación internacional y estableció las bases para negociaciones directas bajo términos rusos, marginando el papel europeo en el proceso.

Según Axios, con base en fuentes que tuvieron conocimiento de detalles de las conversaciones, Putin habría reducido ante Trump las exigencias de Rusia, como gesto para tratar de llegar a un acuerdo, y habría solicitado únicamente la concesión de 2 de las 4 regiones que venían exigiendo. Cabe recordar que tras las pasadas negociaciones de mayo entre Rusia y Ucrania, los rusos, exigían la retirada total de tropas ucranianas de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia; e incluso amenazaban con reclamar 8 provincias y no 4, si Ucrania dilataba más y no aceptaba estas condiciones.

Moscú, finalmente estaría aceptando no pelear más por el control total de Zaporiyia y Jersón, donde en realidad el frente de batalla ya quedó casi congelado con escasos cambios desde hace más de un año, y aceptaría quedarse solo con la parte que ya controlan y en cambio centrarse en reclamar Donetsk y Lugansk completos, que eran también las provincias originales que detonaron el conflicto bélico, y que ya se habían separado parcialmente de facto desde 2014. Cabe señalar que Rusia ya tiene en realidad prácticamente el control total de Lugansk, no obstante que el punto clave sería Donetsk, que es también donde está lo más intenso de los combates, y donde Ucrania intenta defender a toda costa el corredor con las megaciudades Sloviansk-Kramatorsk-Kostyantinivka; por lo cual, tampoco luce sencillo que Kiev ceda a abondonar esta región que había sido su principal foco de resistencia y que alberga esta región clave del Dombás bajo intensa disputa.

Rusia sigue presionando también por la vía militar, con una irrupción que en días recientes permitió por primera vez acechar este corredor desde el poniente, además de que siguen empujando desde el oriente, tras vencer en el frente de Chasov Yar, con lo cual empiezan a generar un cerco, de momento al menos a la ciudad de Kostyantinivka.

Trump modifica su discurso sobre Rusia

En una extensa entrevista exclusiva con Fox News tras la reunión con Putin, Trump confirmó la existencia de un «diferendo importante» no resuelto, aunque se negó a ser él quien termine revelando cual sería.

Sin embargo un elemento clave de su mensaje, consciente que llegaría a millones de estadounidenses, fue el tono presidencial hacia Rusia. Trump elogió la «grandeza» rusa en términos geográficos y económicos, calificando también como «estrategia fallida» el aislamiento impuesto por administraciones anteriores.

Esta política, argumentó, ha empujado a Moscú hacia alianzas con adversarios como China, además de que se han desperdiciado oportunidades de negocio también con la otra gran potencia militar y nuclear del mundo; reconociendo a estos como elementos contrarios a los intereses de EEUU.


El presidente estadounidense intentó ratificar una posición como mediador en el conflicto, pero insistiendo en que Rusia no es el único responsable. Incluso presionó a Kiev, para aceptar la propuesta planteada por Moscú: «El presidente Zelenski tiene que estar de acuerdo», declaró en tono incisivo.

Trump confirmó en la entrevista su intención de facilitar un encuentro Putin-Zelenski con su presencia, justificando que «no podría confiar en dejar a los dos solos» y afirmó también necesitar «asegurarse de que el trato se haga».

Zelenski cede ante la realidad actual

Horas después de la cumbre, finalmente se registró una comunicación telefónica entre Trump y Zelenski, efectuada mientras el Air Force One se encontraba en Maryland. Tras más de una hora de conversación privada, seguida de media hora adicional con líderes europeos, Zelenski emitió una declaración que representó un cambio fundamental en la posición ucraniana.

«Apoyamos la propuesta del presidente Trump de una reunión trilateral entre Ucrania, Estados Unidos y Rusia», declaró Zelenski. «Los temas clave pueden discutirse a nivel de líderes y un formato trilateral es adecuado para ello. El lunes me reuniré con el presidente Trump en Washington D.C. para definir todos los detalles para poner fin a la matanza y a la guerra.»

El tono de Zelenski contrastó marcadamente con declaraciones anteriores. Abandonó la retórica confrontacional contra Moscú, adoptando un enfoque más sobrio y agradeciendo a quienes colaboran en el proceso de paz.

La aceptación de Zelenski para iniciar conversaciones, sin cese al fuego previo, confirma que Moscú logró imponer sus condiciones fundamentales.

También el esquema establece negociaciones directas trilaterales mediadas por Washington, excluyendo efectivamente a Europa del proceso decisorio.

Sin embargo, Zelenski introdujo una ambigüedad al mencionar al final de su breve mensaje, un llamado «para que los europeos participen en cada etapa, para garantizar garantías de seguridad fiables junto con Estados Unidos», aunque sin especificar las implicaciones prácticas de esta participación.

El presidente ucraniano también destacó las garantías de seguridad estadounidenses como factor decisivo, elemento que Trump había mencionado de igual forma como parte de su propuesta mediadora.

Europa asume un papel secundario

Emmanuel Macron fue uno de los primeros líderes europeos en pronunciarse tras la llamada con Trump y Zelenski; a través de un breve mensaje que también reflejó cierta resignación política ante la realidad del proceso.

El presidente francés respaldó la participación estadounidense en garantías de seguridad para Ucrania, pero su mensaje careció de optimismo y detalle en cuanto al papel europeo en la resolución del conflicto.

El mandatario se limitó a refrendar su apoyo incondicional a Kiev, además de reiterar el llamado para mantener la presión sobre Rusia; no obstante que sin oponerse al proceso negociador liderado por Washington, ni a las condiciones establecidas para avanzar en las negociaciones.

De este modo Europa estaría quedando relegada, con un rol de apoyo a distancia, sin voto directo ni intervención en las negociaciones trilaterales que definirán el futuro del conflicto.

Cabe señalar que en contraparte al tono sombrío del francés, otros mandatarios europeos, que han sido más críticos con la postura de la OTAN, como Víktor Orban de Hungría, celebraron estos avances como un momento histórico que abre grandes esperanzas para alcanzar la paz en el continente.

La reunión del lunes entre Zelenski y Trump en Washington será crucial para empezar a definir los parámetros operativos del proceso, aunque serán las negociaciones trilaterales posteriores, las que terminarán por sellar un posible acuerdo de paz para el Dombás y las regiones en disputa.

 






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