- Amenazas nucleares, avances rusos y una Ucrania al borde del colapso: la tormenta perfecta en Pokrovsk
La tensión entre Rusia y Estados Unidos alcanzó nuevos niveles este viernes, cuando el expresidente estadounidense Donald Trump anunció el despliegue de submarinos nucleares en respuesta a lo que calificó como amenazas directas del exmandatario ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev.
Este intercambio verbal ocurre en medio de un recrudecimiento del conflicto armado en Ucrania, con combates activos y avances rusos en puntos clave del Dombás. La escalada verbal entre Trump y Medvédev no es nueva, pero en esta ocasión el tono ha sido particularmente beligerante.
Las palabras que encendieron la mecha
En junio, durante una crisis paralela con Irán, Medvédev ya había generado cólera en Trump al insinuar con declaraciones la posibilidad de que ciertos actores aportaran armas nucleares a Irán. En aquel momento se desató un intercambio verbal que alcanzó niveles cercanos a una amenaza abierta. Una situación similar ha vuelto a repetirse recientemente, ahora en el contexto ucraniano.
Las tensiones comenzaron a elevarse hace quince días, cuando Trump anunció un ultimátum de 50 días dirigido a Rusia. Este mensaje fue criticado en Europa por considerarse excesivamente largo, y motivó una reacción burlona de Medvédev, quien lo calificó como un “ultimátum teatral” que a Rusia “no le importa”.
Trump issued a theatrical ultimatum to the Kremlin.
The world shuddered, expecting the consequences.
Belligerent Europe was disappointed.
Russia didn’t care.— Dmitry Medvedev (@MedvedevRussiaE) July 15, 2025
La situación se intensificó este miércoles, cuando Trump acortó el plazo a 10 días para lograr un cese al fuego en Ucrania, advirtiendo con imponer aranceles, en un tono especialmente agresivo.
Esto no se pasó por alto en Rusia, y nuevamente salió Medvedev a emitir un incisivo mensaje, recordándole a Trump dos cosas en particular:
«1. Rusia no es Israel ni siquiera Irán.
2. Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, sino con su propio país. ¡No sigas el camino de Sleepy Joe! (Biden)»
Trump's playing the ultimatum game with Russia: 50 days or 10… He should remember 2 things:
1. Russia isn't Israel or even Iran.
2. Each new ultimatum is a threat and a step towards war. Not between Russia and Ukraine, but with his own country. Don't go down the Sleepy Joe road!— Dmitry Medvedev (@MedvedevRussiaE) July 28, 2025
Ante esta situación, el día de ayer, Trump, a través de su red social Truth, emitió un mensaje minimizando su interés en alcanzar un acuerdo con India y Rusia, y mencionando también una amenaza dirigida a Medvedév, advirtiéndole de «cuidar sus palabras».
En respuesta, Medvédev publicó un mensaje en su cuenta de Telegram —en ruso—, el cual habría sido el detonante de la furia nuclear estadounidense. Concretamente señaló:
“Sobre las amenazas de Trump hacia mí en su red personal Truth, que prohíbe operar en nuestro país:
Si algunas palabras del expresidente de Rusia provocan una reacción tan nerviosa en un presidente de Estados Unidos tan imponente, significa que Rusia tiene toda la razón y seguirá su propio camino.”
Esto, en alusión a que Rusia mantendrá sus objetivos marcados en el conflicto con Ucrania. Pero Medvedév también incluyó otro fragmento, que fue el que más llamó la atención:
“Y sobre la economía muerta de India y Rusia y la entrada en territorio peligroso, que recuerde sus películas favoritas sobre los «caminantes muertos», así como lo peligrosa que puede ser la inexistente «mano muerta«.”
Este mensaje tiene al menos dos lecturas: una posible alusión a series como The Walking Dead y, más importante aún, una referencia directa a la “mano muerta”, nombre informal del sistema soviético de represalia nuclear automática conocido como “Perímetro”. Aunque se ha especulado en Occidente que ya no está operativo, Medvédev pareció insinuar lo contrario con ironía.
Submarinos nucleares en movimiento
Ante este mensaje de Medvedev, este viernes Trump confirmó que ordenó el despliegue de dos submarinos nucleares.
Trump declaró:
“Simplemente debemos ser cautelosos. Hubo una amenaza y no la consideramos apropiada, así que lo hago con la premisa de la seguridad de nuestro pueblo. Medvédev habló sobre armas nucleares, y cuando se trata de ese tema debemos estar preparados, y estamos completamente preparados.”
No obstante que según el New York Times, no es posible verificar estos movimientos con certeza, dado el sigilo que rodea a este tipo de operaciones. El medio también apuntó que el despliegue de submarinos nucleares es una práctica habitual de las fuerzas armadas estadounidenses, lo cual sugiere que el anuncio podría tener una función disuasiva o simbólica; es decir, más de alarde que otra cosa.
Pokrovsk: una nueva fase en la guerra
Mientras tanto, sobre el terreno, la batalla de Pokrovsk ha marcado el inicio de una nueva fase crítica del conflicto. Esta ciudad del óblast de Donetsk ha comenzado a registrar avances rusos hacia su zona central, tras meses de presión en los alrededores.
Pokrovsk es una de las cuatro ciudades más grandes de Donetsk que siguen bajo control ucraniano. Está ubicada junto a Mirnohrad, formando una aglomeración urbana que superaba los 100 mil habitantes hasta hace pocos años.
Durante meses, las fuerzas rusas rodearon progresivamente la ciudad y ganaron terreno, hasta que solo quedó una vía de acceso libre desde el noroeste.

La caída de Pokrovsk podría representar la mayor pérdida territorial para Ucrania desde Bajmut. También se teme que se convierta en escenario de intensos enfrentamientos, ya que Ucrania ha insistido en defender esta ciudad estratégicamente vital.
Imágenes de un dron explorando la ciudad de Pokrovsk en medio de fuertes combates. 31 de julio 2025. Video: @RVvoenkor
Además de la pérdida de Shevchenko y sus valiosas vetas de litio, en días recientes se confirmó también la captura total de Chasov Yar por parte de las fuerzas rusas, después de una batalla de más de 18 meses.
Esta localidad conecta con las ciudades de Kostiantynivka, Kramatorsk y Sloviansk, conformando el acecho al principal corredor de resistencia ucraniana en Donetsk.

Negociaciones estancadas
Este deterioro en el ámbito político, estaría también motivado por un aparente nuevo fracaso en la última ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania, celebrada hace unos días en Estambul, la cual concluyó sin acuerdos significativos.
Se trató de la tercera ronda de diálogo, con avances menores como intercambios de prisioneros y esfuerzos para investigar denuncias sobre menores desaparecidos. Sin embargo, no se logró un pacto de cese al fuego.
Ucrania propuso una cumbre en agosto con participación de líderes como Putin, Trump y Zelenski, pero Rusia indicó que Putin solo se reuniría con Zelenski cuando exista un acuerdo sustancial previo.
Tampoco hubo avances en la cuestión territorial. Rusia mantiene su exigencia sobre Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, mientras que Ucrania rechaza cualquier cesión y continúa los combates.
¿Se aproxima el fin del liderazgo de Zelenski?
Todo este panorama se desarrolla mientras crecen los rumores sobre un posible relevo en la presidencia ucraniana. Informes del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, así como fuentes occidentales, han señalado presuntas conversaciones entre Estados Unidos y Reino Unido para explorar un eventual reemplazo de Volodímir Zelenski.
Uno de los nombres que ha surgido es el de Valeri Zaluzhni, excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas y figura prominente de la Ucrania proeuropea.
El periodista estadounidense Seymour Hersh, citando fuentes con acceso directo a la Casa Blanca, señaló que en Londres ya se considera a Zaluzhni como un sucesor creíble, y que en Washington hay funcionarios preparando escenarios para un cambio en los próximos meses.
Según Hersh, el propio Zelenski habría comenzado a reaccionar ante estos movimientos, lo que explicaría decisiones recientes como la destitución del ministro de Defensa, del primer ministro y del embajador ucraniano en Estados Unidos.
Estas acciones, según las fuentes consultadas, serían intentos de consolidar el control político interno ante un posible cambio de liderazgo.
Más allá del desenlace, parece que el debate ya no gira en torno a si Zelenski debe o no salir del poder, sino en cómo y cuándo se producirá el cambio.
Entre advertencias nucleares, avances militares, estancamiento diplomático y tensiones políticas internas, el conflicto en Ucrania entra en una etapa especialmente delicada. La batalla por Pokrovsk y el futuro político de Zelenski podrían ser los próximos ejes de una reconfiguración profunda del escenario geopolítico actual.
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