‘Zelenski, el mayor obstáculo para la paz en Ucrania’: Trump, perdiendo la paciencia. Horas cruciales

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El avance de las negociaciones para un posible acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia, atraviesa una fase crucial, pues cuando parecía que la mediación del gobierno de Trump, había permitido reducir considerablemente las aspiraciones rusas, avanzando hacia una propuesta más realista, finalmente el gobierno de Zelenski estaría negándose a aceptar puntos clave del acuerdo, amenazando con destruir este, que representa el más avanzado intento de conseguir un pacto para detener la guerra.

El rechazo de Kiev, ha generado una respuesta colérica en Washington, desde donde se ha enviado una nueva ‘abofeteada’ de declaraciones a Zelenski, al tiempo que parece también ponerse en la mesa un ultimátum, que podría generar un deslinde absoluto de los EEUU, de todo involucramiento en el conflicto.

La mejor oferta rusa

La reciente visita a Moscú, del negociador estrella de Trump, Steve Witkoff, y particularmente la reunión privada con Putin que se extendió por más de 4 horas, habría logrado materializar una propuesta mucho menos ambiciosa en el ámbito territorial.

Cabe recordar que Rusia, venía exigiendo inicialmente el control de facto de los cuatro oblast (estados) donde se realizaron referendums secesionistas, y que es donde se lleva a cabo en su mayor parte la disputa bélica: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

Esa opción parecía un tanto ambiciosa, pues consideraba a importantes metrópolis, como Kramatorsk, Sloviansk, Zaporiyia, Pokrovsk y Jersón, algunas aún -relativamente- lejos de la línea de batalla.

Mapa de la situación en Ucrania. En rojo, los territorios que eran de Ucrania y ahora controla Rusia. La línea amarilla indica la frontera de estos oblast, es decir, el territorio que Rusia reclamaba como suyo, durante el anterior periodo de negociaciones. Según versiones de este nuevo acuerdo, Rusia estaría dispuesta a solo ocupar el territorio en rojo.

En realidad, a pesar de que Rusia es quien avanza en el terreno, si se mantuviera un ritmo de avance igual al registrado en el último año, a los rusos les llevaría varios años poder controlar totalmente estos territorios; y desde luego, con un continuo derramamiento de sangre de por medio.

Por tal motivo, la nueva propuesta conseguida por Estados Unidos, parecía mucho más accesible y realista, pues el gobierno de Vladímir Putin, habría aceptado renunciar a sus intenciones de recuperar más territorio controlado por fuerzas armadas ucranianas, dejando la frontera de facto en la línea de batalla actual. Es decir, cada quien del lado que controla militar y territorialmente.

Se trata también de una propuesta que incluso reconocía un caracter de ocupación, solo «de facto», pero sin entrar en cuestiones aún de reconocimiento oficial.

No obstante que a cambio de ceder, en esta importante concesión territorial, Rusia, también exigía en avanzar hacia el reconocimiento, pero de Crimea, provincia que no tuvo un episodio bélico, y que por la vía civil optó por su separación de Ucrania a través de un referéndum desde años antes del inicio de la Operación Especial.

Tratándose de una región históricamente rusa y pro rusa, +97% de la votación resultó a favor de la anexión a Rusia, motivo por el cual desde entonces, de facto Crimea ha pasado a estar bajo control de Rusia.

Esta secesión ocurrida en 2014, se desarrolló con la misma modalidad empleada por otros estados europeos, como el caso de la provincia serbia de Kozovo; la cual obtuvo su independencia por esta misma vía del referéndum.

Debido a que los países europeos, y la mayor parte de la «comunidad internacional», hoy reconocen la determinación de pueblos, en casos como el de Kozovo, es que Rusia también viene solicitando, que se respete también la determinación de Crimea, misma que ejerció por una vía democrática, civil y pacífica.

En el marco de estas negociaciones para buscar resolver de fondo la situación que prevalece en esta región, una exigencia inamovible de Rusia, es que se avance hacia el reconocimiento pleno de la provincia de Crimea, cuyo proceso de desvinculación cumple más de una década.

Zelenski le rompe el acuerdo en la cara a Trump

A pesar de que el gobierno de Trump, estaba bastante satisfecho con la «mejor oferta» obtenida de Rusia, el proceso de negociación ahora ha entrado en un punto crítico de no retorno, después de que el presidente de facto ucraniano, Volodímir Zelenski, salió a criticar abiertamente la propuesta, y advertir que no será aceptada en los términos propuestos.

Uno de los puntos aludidos abiertamente por Zelenski, es respecto al reconocimiento de Crimea, lo que calificó como algo inaceptable, según lo establecido «en la Constitución de Ucrania».

Las declaraciones de Zelenski, muy a su estilo, sin dar la cara directamente, y quejándose a la distancia «con su política de megáfono», como calificó la vocera de la Casa Blanca, fueron tomadas a mal en Washington, desencadenando no solo una serie de importantes consecuencias políticas, sino también una nueva embestida de declaraciones contra el presidente ucraniano.

Una de las más severas fue emitida directamente por el presidente Trump, quien a través de su cuenta en Truth señaló:

«El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, se jacta en la portada de The Wall Street Journal de que «Ucrania no reconocerá legalmente la ocupación de Crimea. No hay nada de qué hablar». Esta declaración es muy perjudicial para las negociaciones de paz con Rusia, ya que Crimea se perdió hace años bajo los auspicios del presidente Barack Hussein Obama, y ni siquiera es un punto de discusión. Nadie pide a Zelenskyy que reconozca Crimea como territorio ruso pero, si quiere Crimea, ¿por qué no lucharon por ella hace once años cuando fue entregada a Rusia sin que se disparara un tiro? (…). Son las declaraciones incendiarias como las de Zelenskyy las que dificultan tanto el arreglo de esta guerra. No tiene nada de lo que presumir. La situación para Ucrania es nefasta – Puede tener Paz o, puede luchar durante otros tres años antes de perder todo el país. No tengo nada que ver con Rusia, pero tengo mucho que ver con querer salvar, de media, a cinco mil soldados rusos y ucranianos a la semana, que están muriendo sin razón alguna. La declaración hecha hoy por Zelenskyy no hará más que prolongar el «campo de exterminio», ¡y nadie quiere eso! Estamos muy cerca de un Acuerdo, pero el hombre «sin cartas que jugar» debe ahora, por fin, HACERLO. Espero poder ayudar a Ucrania y a Rusia a salir de este completo y total desastre, que nunca habría empezado si yo fuera presidente.»

El vicepresidente estadounidense, JD Vance, también fue enfático en señalar que la propuesta estadounidense fue presentada a Rusia y Ucrania por igual, y que si no se avanza hacia un acuerdo pronto, podrían finalmente hacerse a un lado de forma definitiva en el conflicto.

La portavoz de la Casa Blanca, Caroline Levitt, también declaró en diálogo con los medios: «Para llegar a un acuerdo justo, ambas partes deben permanecer algo insatisfechas. Desafortunadamente, el presidente Zelenskyy está desafiando públicamente estas iniciativas de paz, lo que es inaceptable para el presidente Trump».

Las declaraciones de los altos mandos estadounidenses, no solo vienen a ejercer presión para aceptar la propuesta en la mesa, que parecería la más realista que se habría alcanzado en las negociaciones, sino también a advertir que no estarán apoyando más a Ucrania, una situación crítica para las esperanzas de la administración de Zelenski, que tuvo en los años anteriores a los EEUU como su mejor aliado, tanto financiera, como militarmente.

El enojo en Washington también llegó a tal punto, que provocó el fracaso de los diálogos de paz al más alto nivel, que se iban a llevar a cabo en Londres, y que parecía podrían ser el escenario para que también finalmente los «aliados» europeos, externaran su respaldo al avance hacia un proceso de negociación entre Ucrania y Rusia.

Marco Rubio, el secretario de estado norteamericano, canceló su participación en los diálogos de Londres, aludiendo a complicaciones de agenda, no obstante que provocando también que la reunión terminara perdiendo su carácter de alto nivel, y se terminara convirtiendo en un encuentro de «expertos», ante la cancelación del resto de cancilleres y jefes de estado, que habían externado su intención de acudir al encuentro.

El gesto estadounidense, pareciera una rabieta diplomática, ante la imposibilidad, al menos provisional, de poder avanzar, conforme a la agenda que intentaban generar mediante el proceso de mediación de paz.

Donald Trump ha dicho este jueves, que existe una fecha límite para aceptar la propuesta, y aunque no la señaló explícitamente, se ha hablado de la necesidad de alcanzar un acuerdo, antes de que termine este mes de abril.

Horas críticas

En respaldo de Zelenski, han salido diferentes representantes del gobierno, como la Secretaria de Finanzas, Yuliia Svyrydenko, quien emitió un mensaje respaldando la postura de mantener inaceptable el reconocimiento de la soberanía de Crimea, calificando a esto como una «capitulación», y rechazando que esto sea una solución aceptable para el gobierno ucraniano.

No obstante que la situación está también lejos de tener un concenso en Ucrania, y por el contrario, se agudiza también la presión y la polarización social. Un ejemplo de ello son las declaraciones del influyente diputado ucraniano, Oleksiy Goncharenko, quien exclamó: «Todos mis contactos coinciden, solo hay una pregunta: ¿por qué Zelensky tiene que salir a comentar algo? ¿No podría simplemente callarse un rato?».

Goncharenko, quien es representante en el Parlamento Europeo, calificó de “normales” los términos del acuerdo estadounidense con Rusia y exhortó a “mirar a los ojos la realidad”, admitiendo que sin la ayuda de Estados Unidos la situación solo empeorará.

Varios analistas ucranianos, como el caso de politólogo Anatoliy Oktysyuk, al hacer una valoración objetiva de las opciones, parece coincidir, al igual que muchos ucranianos, en la necesidad de avanzar hacia un acuerdo inmediato para alcanzar la paz, como una opción «menos peor», que tratar de extender aún más la guerra. «(Podemos) Uno: Aceptar las injustas y humillantes condiciones de paz, pero preservar la vida de los ciudadanos ucranianos y la soberanía del Estado. Tomar un respiro para recuperarse, modernizar el país, celebrar elecciones, completar las reformas y unirse a la UE. O dos: Continuar la guerra de desgaste contra Rusia utilizando dinero europeo, pero sin Estados Unidos. Al mismo tiempo, Trump ‘se involucraráía en sabotajes y daños contra nosotros’. El resultado sería la pérdida de aún más hombres, infraestructura y territorio. Después de seis meses, un año o dos años de acción militar, recibiremos condiciones de paz aún más humillantes y desfavorables«.

Cabe señalar que en el marco de este álgido proceso de negociación, Rusia está presionando también en el ámbito militar; en horas recientes, se lanzó el más intenso ataque contra objetivos militares en Kiev desde el inicio de la Operación Especial, donde más de una decena de misiles balísticos Kinshal, provocaron importantes daños, generando que Zelenski tomara también la decisión de cancelar su gira internacional.

Al respecto, incluso el presidente Trump, salió de forma inusual a emitir un mensaje en Truth dirigido a Putin, y donde lo conminaba a reducir la escalada militar, para buscar no entorpecer más estos intentos en desarrollo para alcanzar un acuerdo de paz.

Desde  Moscú, después de que el fin de semana se ofreció un inédito cese al fuego de 24 horas, en el marco de las celebraciones de Pascua, también causó molestia el hecho de que Ucrania llevó a cabo múltiples violaciones al fuego, que derivaron en avances en el territorio. A pesar de que ambos bandos se culparon mutuamente de violar el cese al fuego, sistemas de geolocalización independientes, documentaron que fueron principalmente avances ucranianos, los que se reportaron durante las horas del cese el fuego.

Esta podría ser una decisión crucial, toda vez que Rusia, está saliendo a cuestionar la capacidad de Ucrania de respetar un acuerdo de cese al fuego, mientras que el gobierno de Kiev insiste, en que un cese al fuego total, sea una de las condiciones para avanzar hacia un primer diálogo directo entre rusos y ucranianos. No obstante que la cuestionada legitimidad del presidente ucraniano, de igual forma es otro de los temas que habría que solventar.

Aunque pareciera que la paz finalmente se encuentra a tan solo una serie de decisiones y acuerdos políticos a la distancia, se trata de horas cruciales, que podrían cambiar drásticamente la situación geopolítica internacional, pues de no resolverse de forma favorable, este que ha sido el más cercano y realista acercamiento hacia un acuerdo de paz, la otra alternativa, tendría que ser la continuación de la más letal guerra de las últimas décadas, y bajo condiciones, aún más complicadas y de alto riesgo global.

 

Imagen ilustrativa de portada generada con IA


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