Esta semana se registró uno de los mayores escándalos de la segunda administración federal de Donald J. Trump, al filtrarse una serie de conversaciones privadas de altos mandos de su gabinete, abordando detalles sobre el ataque militar a Yemen, situación que ha sido reconocida e incluso calificada como «el único error grave en meses», por el mismo presidente estadounidense.
La filtración, no solo reveló incluso desconfianza hacia Trump de parte de su mismo gabinete, sino también detalles acerca de la visión y perspectivas que tienen respecto a sus socios europeos; no obstante que aún se analiza si la situación podría provocar incluso consecuencias legales más graves.
La nueva guerra contra Yemen
Aunque recién salieron a la luz los detalles y capturas de pantalla de la conversación sucedida, los hechos se registraron el pasado 15 de marzo, justo antes de que el gobierno de Estados Unidos, iniciara una embestida militar en contra del gobierno houthi de Yemen.
Cabe recordar que Yemen, es de los países que ha salido a defender vehementemente la causa de Palestina, y como forma de reprimenda al genocidio perpetrado por Israel, realizó una advertencia de que todos los barcos que cruzaran por el Mar Rojo, y tuvieran alguna relación con Israel y sus cómplices, podrían llegar a ser atacados.
Esta situación, que inició desde meses atrás, generó importantes daños en múltiples buques, y también provocó que algunas de las compañías navieras más grandes del mundo, decidieran cambiar su ruta, generando así importantes costos adicionales.
El principal objetivo estadounidense, habría sido realizar un ataque militar contra Yemen, para intentar obligarlos a cesar las hostilidades en el Mar Rojo; y de esta forma poder devolver cierta tranquilidad, a esta que es una de las rutas navieras más importantes del mundo, y particularmente crucial también para sectores como el petrolero.
La filtración de un chat en Signal
Altos mandos del gobierno estadounidense, se estuvieron comunicando a través de un chat en el sistema de alta seguridad Signal, con el objetivo concreto de abordar detalles para una operación militar contra Yemen autorizada por el presidente Trump.
En el chat, se encontraban miembros del círculo cercano de Trump, incluidos el vicepresidente JD Vance; el Secretario de Defensa, Pete Hegseth; el Secretario de Estado, Marco Rubio; la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard; el Director de la CIA, John Ratcliffe; el director del Centro Nacional de Contraterrorismo, Joe Kent; así como el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz; este último, habría sido quien añadió al chat, presuntamente de manera «accidental», al editor en jefe del diario The Atlantic, Jeffrey Goldberg.
Fue Goldberg, quien terminaría filtrando las conversaciones, y revelando los detalles que se abordaron a través de esta conversación «informal».
Waltz, reconoció y asumió el error, no obstante que insistió en que se trató de una situación «accidental», lo cual también ha venido a generar serios cuestionamientos, hacia quien presuntamente es un «experto» en «seguridad nacional».
El escándalo
Una de las cuestiones que más han llamado la atención de la filtración, es el hecho de que JD Vance, intentó oponerse al bombardeo, y hasta sugirió posponerlo al menos un mes; señalando además cuestionamientos hacia la capacidad de Donald J. Trump, de comprender lo que esto podría implicar, y las contradicciones que esto podría generar con la misma política exterior que viene intentando promover el presidente estadounidense.
El principal punto de discordia, era el hecho de que el Mar Rojo, representa solo un 3% del comercio marítimo de los Estados Unidos, mientras que representa un 40% del comercio de Europa, como subrayó Vance.
Es decir, el vicepresidente estadounidense, se quejó con los otros miembros del gabinete, de que este es un asunto que debería ser abordado principalmente por Europa, por lo cual expresó su malestar por el hecho que tuvieran que ser nuevamente los estadounidenses, quienes salieran a «salvarles el pellejo».
Vance, dio a entender que esto, se contraponía con la política del mismo presidente Trump, quien en otros temas, como en el de Ucrania, ha venido presionando para que Europa asuma una mayor responsabilidad, y no se deje todo en manos de los Estados Unidos.
Los otros miembros del gabinete, particularmente Hegseth y Kent, reconocieron el punto de Vance, no obstante afirmaron que Europa no cuenta con la tecnología militar para poner un alto a las capacidades actuales del gobierno Houthi, por lo cual justificaron la decisión, afirmando que «solo ellos podían hacerlo».
En la misma conversación, incluso sugirieron buscar la forma de «hacer pagar» a los europeos, por el hecho de estar desarrollando un importante operativo militar en el Mar Rojo.
Fue así como finalmente convencieron al vicepresidente, de continuar adelante con el ordenamiento de Trump, y avanzar de forma inmediata hacia una serie de ataques militares estratégicos.
Otro de los detalles que ha causado gran controversia, es el hecho que a través de este mismo canal informal, el Secretario de Defensa compartió detalles operativos de la embestida militar, citando las horas y objetivos específicos de los bombardeos, situación que algunos están denunciando, pudo ser una filtración de información de seguridad nacional.
En el mismo chat, antes de que abandonara el periodista de The Atlantic, se confirmó que las primeras olas de ataques se habían producido con «éxito», y destacando de forma particular el presunto asesinato del «principal experto en cohetes» de los Houthies, quien habría sido ultimado, mediante la destrucción del edificio entero, a donde había ingresado minutos antes en compañía de su novia.
Esto, además fue celebrado con emojis y felicitaciones por los miembros del chat, lo cual también ha generado múltiples críticas y controversias.
Tras el escándalo, la Casa Blanca ha tratado de hacer un control de daños, intentando minimizar el asunto; no obstante que representantes y senadores demócratas, han advertido que iniciarán una investigación amplia sobre el tema, debido al accionar de los altos funcionarios estadounidenses, y la posible violación a múltiples reglamentos de seguridad nacional.
A pesar de la filtración, esta semana han continuado los ataques militares contra Yemen, mientras que los Houthies por su parte, también han respondido, no solo con nuevos ataques a distancia contra territorios ocupados por Israel, sino incluso también lanzando ataques contra objetivos militares de los Estados Unidos, incluido un ataque contra el emblemático portaviones USS Harry Truman en el Mar Rojo.
En todo caso se trata de un conflicto que podría escalar de forma grave en próximas semanas o incluso días, toda vez que el gobierno estadounidense ha lanzado también amenazas contra Irán, sugiriendo que están apoyando a las fuerzas revolucionarias de Yemen, lo que podría detonar un conflicto a mayor escala.
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