Jaque mate a Zelenski, termina humillado por Trump y contra la pared; solo le quedan estas opciones

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La situación geopolítica internacional se encuentra sumamente tensa, después de múltiples incidentes y acciones que revelan un grave nivel de deterioro en las relaciones entre el gobierno de facto de Ucrania y la administración estadounidense; la cual, bajo la administración de Donald J. Trump, ha adoptado una postura totalmente distinta que su antecesor, pues parece firme en su decisión de propiciar un acuerdo realista, que finalmente pueda traer paz y poner fin al más sanguinario conflicto bélico de los últimos tiempos.

Trump no perdona a Zelenski

Después de las declaraciones de Volodímir Zelenski en la Cumbre de Seguridad de Munich, el gobierno estadounidense ha respondido de forma categórica, rechazando lo que calificó como «insultos» de parte del mandatario ucraniano.

Mientras Rusia y Estados Unidos se preparaban para reunirse en privado en Arabia Saudita, Zelensky se quejó en Europa, no solo de no estar siendo considerados en los diálogos, amenazando con desconocer cualquier acuerdo de Riyadh, sino que además afirmando que él se había negado a firmar la propuesta que le había llevado personalmente el Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, para llegar a un acuerdo financiero, donde se incluía un porcentaje de las tierras raras ucranianas.

Este acuerdo, donde EEUU estaría ofreciendo a cambio garantizar la seguridad de Ucrania tras firmar la paz, habría sido rechazado, según palabras del mismo Zelensky, razón por la cual no solo lo acusaron de «mentiroso», como declaró el vicepresidente estadounidense J.D. Vance, sino que provocaron una serie de reacciones y advertencias que están poniendo al mandatario ucraniano contra la espada y la pared.

Vance, también afirmó que fue bastante «estúpido», hablar mal del presidente Trump públicamente a sus espaldas, lo cual describió como una de las peores formas de negociar con el republicano, y advirtiendo que este tipo de acciones tendrían consecuencias.

Trump ha emitido desde entonces calificativos contra Zelensky, tales como «un comediante», «un dictador que solo tiene un apoyo del 4%», y haciendo eco del llamado que ha hecho también Rusia, en el sentido de que se necesita llevar a cabo elecciones en Ucrania; toda vez que se está cuestionando la legitimidad del gobierno de Kiev, tras la eliminación arbitraria de elecciones y partidos políticos de oposición.

El presidente estadounidense se quejó también airadamente de la forma en la cual Zelenski rechazó a su Secretario del Tesoro, afirmando que ya se tenía con antelación el acuerdo, y Bessent incluso realizó el «peligroso viaje en tren hasta Kiev» para firmar los documentos, que finalmente el ucraniano habría rechazado.

Cabe señalar que al acusar Vance a Zelenski de haber mentido al afirmar que la propuesta de Trump había sido rechazada, es posible que el ucraniano solo haya pedido más tiempo para firmar el acuerdo, buscando posiblemente consultar de forma interna y con sus socios europeos.

Acciones de respuesta cruciales

Más allá del duelo de declaraciones y posturas políticas, también se estarían implementando cambios sustanciales en la política estadounidense respecto a Ucrania, y también en viceversa.

Uno de los actos más relevantes fue el hecho de que se bloqueó el acceso en Ucrania a la red social Truth, propiedad de Donald J. Trump, que es también la principal vía que utiliza para expresarse en lo personal en redes sociales, planteando así un importante desafío, al país que hace escasos meses era el principal aliado militar y financiero de Kiev.

Ante estos hechos, también hubo respuesta inmediata; altos mandos militares de Ucrania, como el Jefe del Comité de Defensa, Roman Kostenko, denunciaron que EEUU había instruido a suspender de inmediato la venta de armamento para el ejército ucraniano.

Además fuentes estadounidenses confirmaron a Reuters que se ha advertido a Kiev que en cuestión de semanas le impedirían al ejército ucraniano continuar utilizando el sistema de internet satelital Starlink, propiedad del magnate Elon Musk, uno de los hombres más cercanos y funcionario también del gabinete de Donald Trump; lo cual dejaría incomunicados a gran parte del personal militar ucraniano.

El mismo Musk también ha lanzado múltiples tuits criticando a Zelenski, no solo reiterando el llamado para que clarifique el destino de cientos de millones de dólares extraviados, que fueron aportados por los contribuyentes estadounidenses, sino incluso reiterando crímenes de estado que podrían provocar su enjuiciamiento, como el asesinato en prisión de disidentes y periodistas, incluido el caso del geopolítico chileno-estadounidense Gonzalo Lira, torturado y ultimado por el régimen de Kiev.

Ante esta situación, también empieza a ventilarse el accionar de las cárceles de tortura del gobierno ucraniano, y donde de igual forma han sido víctima decenas de activistas, periodistas y disidentes del régimen pro europeísta de Zelensky.

En el marco de esta agudización de las tensiones, es que Trump ha venido insistiendo que «más le vale» a Zelensky firmar el acuerdo, ejerciendo presión política, y haciendo también eco de análisis militares que refieren que el ejército de Ucrania no podría sostener la línea de batalla más allá de seis meses sin el apoyo del gobierno estadounidense.

A pesar de que el gobierno de Zelensky estaría reculando, se tienen reportes del Wall Street Journal en el sentido de que este fin de semana finalmente podría estar cediendo a firmar el acuerdo exigido por Trump.

Qué pasó en Arabia Saudita

A pesar de la exclamación de pánico en occidente, materializada a través de portadas como la de The Economist, donde expresan su pesar por el hecho de que Putin y Trump se estén sentando en la mesa a negociar, los diálogos de Riyadh al parecer marcharon por buen rumbo para ambas partes, lo que ha generado elogios mutuos, así como una actitud de respeto, que parece podría abrir paso finalmente hacia un posible avance hacia la paz.

Aunque se trató solo de una reunión de alto nivel preliminar entre los responsables de la política exterior de EEUU y Rusia, se habrían conformado las bases, para empezar a trabajar de manera conjunta en la negociación de los detalles para poder alcanzar un pacto definitivo.

Ambos países confirmaron por su cuenta, la creación e integración de equipos de alto nivel, para empezar a poner fin a la guerra, de una manera «justa, duradera y aceptable para todas las partes», considerando todos los temas que involucraría el acuerdo.

Además de empezar a normalizar las relaciones diplomáticas entre Rusia y EEUU, y abrir canales para una cooperación económica y geopolítica, también se habría establecido un proceso de tres fases para buscar concretar un acuerdo de paz.

Para ello se estaría analizando primero la posibilidad de un alto al fuego provisional, la realización de elecciones en Ucrania, así como un acuerdo final acerca del estatus territorial, donde podría estar uno de los mayores puntos de discordia.

Mientras que Ucrania se niega a reconocer la independencia de los territorios que votaron por la secesión a través de referéndum y que posteriormente han perdido también -parcialmente- por la vía militar, Rusia al parecer estaría exigiendo además una parte considerable, más allá de la línea de combate que actualmente se tiene, posiblemente solicitando el control total de los oblast de Donetsk y Lugansk; toda vez que la tendencia incontenible sigue siendo hacia un avance cada vez mayor de las fuerzas armadas rusas, y por tanto, son territorios que tarde o temprano estarían cayendo por la vía militar.

Esta diferencia notable entre las expectativas, podría ser uno de los acuerdos más difíciles de alcanzar, y donde podría ser crucial alguna figura mediadora, que permita generar algún posible acuerdo intermedio; como por ejemplo, dejando las fronteras en el punto actual del frente de batalla, como se ha definido en anteriores conflictos bélicos.

Cabe señalar que los rusos no solo estarían ya ingresando por primera vez en territorio de Sumy, lo cual fue informado primero en un discurso del presidente Putin esta semana, sino que también continúan avanzando y a escasos metros de entrar también por primera vez en territorio de Dnipro; es decir, dos territorios más que podrían entrar en disputa militar, lo cual estaría poniendo también al gobierno de Kiev en una situación contra las cuerdas, y con la necesidad urgente de obtener mayor apoyo o firmar la paz.

¿Y Europa?

A pesar de que circularon versiones en horas recientes, acerca de que tentativamente Trump buscaría firmar la paz en Moscú el 9 de mayo, se trata solo de versiones surgidas de un medio francés a partir de presuntos informantes, no obstante que fue desmentido rapidamente por los gobiernos de EEUU y Rusia.

Lo que sí es un hecho, son las declaraciones de un alto parlamentario finlandés, quien reveló que los gobiernos europeos ya tienen también en la mesa un ultimátum, y un plazo no mayor a tres semanas, para firmar su acuerdo con los diálogos de paz que está encabezando Trump con Rusia, y para seguir la ruta que se ha planteado para avanzar en las negociaciones.

Y aunque Von der Leyen trató de orquestar alguna posible ‘rebelión’ de los países europeos, ya varios mandatarios clave pertenecientes a la OTAN, como el presidente de Polonia, Andrzej Duda, han salido a reconocer que el consejo emitido en horas recientes a Zelenski, es en el sentido que «no hay otra manera de detener el derramamiento de sangre y lograr una paz duradera en Ucrania, excepto con el apoyo de los Estados Unidos».

En este mismo tuit dirigido al presidente ucraniano, Duda incluso elogió a Trump como alguien «guiado por un profundo sentido de responsabilidad por la estabilidad y la paz mundial»; denotando de esta forma que al menos una buena parte de Europa, ya estaría también reconociendo que se trata de la única forma realista de lograr la paz ante las condiciones actuales.

Una situación desesperada

Es por ello que el gobierno de Zelenski se enfrenta a momentos críticos, donde parece se está quedando sin más opción que aceptar la oferta estadounidense de negociar un tratado de paz, lo menos dañino posible, y recibir así también garantías sólidas de seguridad para el futuro.

Aunque desde luego, se trata solo de concesiones para el país, no obstante que al parecer no hay forma alguna de que Zelenski pueda evitar tener que desertar de algún modo del gobierno, por lo cual es posible que solo esté tratando de obtener también garantías personales y para su equipo cercano.

No obstante que a pesar de la presión en su contra, y del aislamiento que enfrenta de forma cada vez más persistente, el aún presidente ucraniano estaría considerando lanzar una última embestida militar, quizá incluso como intento desesperado de involucrar a más países en el conflicto bélico.

Según reportes rusos de esta semana, se logró geolocalizar un despliegue masivo con miles de tropas ucranianas, cerca de las fronteras con la región rusa de Bryansk.

Al parecer, Ucrania estaría fraguando un intento de ataque militar a gran escala, similar al que se registró meses atrás en la colindante región de Kursk, y que se convirtió en el mayor éxito del conflicto para las fuerzas armadas ucranianas y sus mercenarios internacionales; quienes estarían buscando emular un nuevo logro importante en esta región ubicada al noreste de Kiev.

Parece también una apuesta arriesgada, considerando que Rusia, aunque no ha podido replegar en su totalidad la invasión de Kursk, ya ingresó también en parte del lado ucraniano (el oblast de Sumy), y amenaza con seguir su avance de forma indeterminada, cuando logre terminar de limpiar el área de invasores extranjeros; por tal motivo, una potencial contraofensiva rusa posterior en la región de Bryansk, terminaría poniendo a las fuerzas armadas rusas más cerca de la zona de Kiev, el corazón del gobierno ucraniano.

De forma paralela se mantienen los combates en gran parte del frente de batalla, mientras que figuras influyentes ucranianas, ya también empiezan a arremeter contra lo que consideran una «humillación» del gobierno estadounidense en su contra; algunas voces insistiendo en buscar alguna salida militar con la ayuda de Europa, y otras más realistas, abogando ya también para avanzar de forma rápida hacia una solución definitiva al conflicto que ha devastado a una nación, y destruido a miles de familias.

Todo parece indicar que el reloj está corriendo, y en próximos días, el gobierno de Zelenski tendrá que tomar una decisión, que en todo caso, muy posiblemente será su última.

 

Imagen ilustrativa de portada generada con IA


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