Texto y Fotos: Felix Morriña
Para muchas personas que han asistido a los conciertos del pianista inglés Michael Nyman, los colombianos de Puerto Candelaria y los pianistas mexicanos Héctor Infanzón y Alberto Cruz Prieto en Plaza Juárez de Metepec, les ha parecido desangelado, con poca audiencia, poco movimiento en las calles, poca alegría en los rostros de la gente. No alcanzan a entender el motivo por el cual la gente brilla por su ausencia, más allá de que los artistas programados sean de muy buen nivel.
Tal vez sea porque hay demasiada policía y militares por todos lados haciendo incómodos operativos para cierta gente y esto hace que no asistan pensando que hay mucha inseguridad. Tal vez sea porque la situación económica no sea la más acorde a mitad de quincena, porque si bien los conciertos y toda la programación del Festival Internacional Quimera son gratuitos, hay que invertirle en la comida, cena, transporte, bebidas y demás consumos, lo cual también puede alejar a la raza.
Hay un punto muy importante que destacar del excelso concierto del maestro inglés Michael Nyman: el escenario de Plaza Juárez no es el idóneo para un recital de piano, porque hay muchos factores que llegan a entorpecer una presentación de ese nivel. Durante el recital, se le vio a Nyman tratando de concentrarse para interpretar sus exquisitas piezas sin lograrlo del todo, debido a que los bares que están ubicados atrás del escenario principal hacían mucho ruido, lo cual es habitual, pero en esta ocasión hizo que el pianista no ofreciera el plus al que estamos acostumbrados.
Al final del concierto Nyman nos dijo a su manager y a este ‘‘servibar y amigo’’, que nunca se apagó el ruido detrás suyo y que le fue difícil concentrarse, pero que al final la audiencia estaba feliz y eso es lo que cuenta. Momentos después de su actuación, subieron al escenario el grupo colombiano Puerto Candelaria, quienes de inmediato hicieron que la gente se pusiera a bailar dejando atrás el tufo de solemnidad del piano de Michael Nyman.
Un dato curioso del concierto de Puerto Candelaria: son un combo musical que fusiona muy bien rock con cumbia y derivados musicales, que utilizaron poco más de la mitad del extenso escenario de Plaza Juárez para colocar sus instrumentos y con ello aprovechar todos los detalles histriónicos para seducir al público.
Las pantallas colocadas estratégicamente sobre y fuera del escenario hicieron que la gente que transitaba por los corredores aledaños a Plaza Juárez se detuvieran para al menos apreciara al grupo por unos momentos y luego continuar con su camino. Hubo algunos despistados que no sabían de la programación de Puerto Candelaria y al oírlos se quedaron para festejo.
Sobre el recital a dos manos de los excelsos pianistas mexicanos Héctor Infanzón y Alberto Cruz Prieto en Plaza Juárez, no queda más que decir que fue un encuentro ‘‘Máscara contra cabellera’’ en el que salió ganando el respetable. El título del espectáculo dio pie a pensar que el jazz puede seguir tan sublime como extremadamente divertido, con todo y ring sobre el escenario y todos los implementos de la lucha libre, que terminó siendo un buen homenaje al pancracio.
No queda más que seguir invitando a que asistan a algún evento cultural del XXVI Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera 2016. La programación la puede consultar en la página oficial del ayuntamiento de Metepec. ¡Suerte!
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