López-Gatell desenmascara el pacto de Mario Delgado con promotores de la diabetes

Publicada: Autor:
Comparte:

Hugo López-Gatell, lanzó una fuerte crítica contra Mario Delgado, actual secretario de Educación Pública, por su colaboración con empresas como Coca-Cola, Bimbo, Nestlé y otras asociadas a la industria de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. Esta alianza, enmarcada en la estrategia “Vive saludable, vive feliz”, ha levantado controversia por involucrar a corporaciones señaladas por su impacto negativo en la salud pública, particularmente en la epidemia de obesidad y diabetes que azota a México.

López-Gatell, conocido por su postura crítica hacia la industria de comida chatarra durante su gestión en la Secretaría de Salud, no escatimó en señalar lo que considera una contradicción flagrante. “No estoy difamando al secretario de Educación, él solito está presumiendo sus acciones. Yo solo las estoy analizando. Son comportamientos idénticos a los de funcionarios de Calderón y Peña Nieto”, afirmó el epidemiólogo, recordando cómo administraciones pasadas permitieron la influencia de estas empresas en políticas públicas.

El punto central de la crítica de López-Gatell es que la participación de estas empresas en un programa educativo abre la puerta a que el poder económico interfiera en decisiones que deberían ser exclusivas del Estado. “Al momento que ellos dan una aportación material, por pequeña que sea, los convierte en copropietarios del programa. A cambio, van a exigir libertad para opinar, imponer sus criterios y, seguramente, debilitar la iniciativa de protección de la salud”, advirtió.

Además, cuestionó la legitimidad de estas corporaciones para involucrarse en la promoción de estilos de vida saludables, particularmente en la elaboración de contenidos educativos. “Ahora resulta que son instituciones de investigación científica. Lo que van a hacer es aportar pseudociencia”, sentenció, poniendo en duda que empresas como Coca-Cola, responsables de productos con altos niveles de azúcar, puedan contribuir con información objetiva y basada en evidencia.

El trasfondo de esta controversia no es nuevo. México enfrenta desde hace décadas una crisis de salud pública por el alto consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. En 2016, la diabetes fue declarada epidemia nacional, afectando a millones de personas y costando al país un porcentaje significativo de su PIB. Durante su gestión, López-Gatell impulsó medidas como el etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas, enfrentándose a la resistencia de la industria. En 2020, llamó a los refrescos “veneno embotellado”, una declaración que generó un fuerte rechazo de empresas como Coca-Cola, pero que resonó con sectores preocupados por la salud pública.

Por su parte, Mario Delgado defendió la estrategia “Vive saludable, vive feliz”, argumentando que busca fomentar hábitos saludables en las escuelas a través de la colaboración con el sector privado. El 9 de abril de 2025, compartió imágenes de una reunión con directivos de 27 empresas del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, formalizando su inclusión en el programa. Sin embargo, esta decisión ha sido vista por críticos como López-Gatell como un retroceso en los esfuerzos por limitar la influencia de estas corporaciones en la población infantil, un sector especialmente vulnerable a la publicidad de productos poco saludables.

La polémica también ha encontrado eco en el ámbito social, donde a través de redes sociales un gran número de mexicanos han expresado su preocupación por lo que perciben como una traición a la salud de los niños. Algunos han recordado que México ocupa los primeros lugares mundiales en obesidad infantil y diabetes, problemas exacerbados por el consumo de productos de las empresas ahora asociadas con la Secretaría de Educación Pública.

López-Gatell hizo llamado a priorizar la salud pública sobre los intereses económicos. “La evidencia es clara: estos productos causan obesidad y enfermedades. No podemos permitir que se normalice su presencia en las escuelas”, afirmó. El debate, lejos de cerrarse, pone en el centro una pregunta clave: ¿debería el gobierno colaborar con empresas cuyos productos están ligados a una crisis de salud pública para promover estilos de vida saludables?


Comparte:




Temas Clave