Durante la conferencia matutina de este miércoles, el Gobierno Federal dio a conocer el proyecto “Coatlicue”, una supercomputadora pública que, según lo expuesto, se convertirá en la más poderosa de América Latina y marcará un punto de inflexión en la capacidad nacional para procesar información, desarrollar investigación científica y aplicar herramientas de Inteligencia Artificial.
El anuncio fue encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum y por el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, José Antonio Peña Merino, quienes detallaron el alcance técnico, los usos previstos y el modelo de operación que tendrá este sistema de alto rendimiento.
Una infraestructura inédita en la región
Coatlicue será un ensamblaje de alrededor de 200 gabinetes que alojarán cerca de 7 mil 500 chasis y aproximadamente 15 mil GPUs, equipos especializados en procesamiento simultáneo y esenciales para tareas avanzadas en Inteligencia Artificial.
De acuerdo con la explicación oficial, la supercomputadora alcanzará 314 PetaFLOPS de capacidad, es decir, cerca de 314 mil billones de operaciones por segundo. Con esa cifra, superará por más de siete veces al sistema más potente de la región actualmente, ubicado en Brasil.
El gobierno estima una inversión pública cercana a 6 mil millones de pesos y un periodo de construcción de 24 meses, tiempo en el que se desarrollará ingeniería, obra civil, logística de instalación y validación final.
La sede donde será instalada aún se encuentra en proceso de selección y dependerá de factores como disponibilidad de agua para enfriamiento, acceso a energía, conectividad y condiciones de sismicidad.
Procesamiento masivo para tareas estratégicas
Tanto Peña Merino como la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz, insistieron en que el objetivo central del proyecto es fortalecer la capacidad del Estado para resolver problemas complejos que hoy requieren semanas o meses de cómputo especializado.
Entre los usos públicos previstos se mencionaron:
• modelos de predicción climatológica
• análisis de imágenes satelitales para agua superficial y subterránea
• apoyo a la planeación agrícola
• estudios de energía y movilidad
• análisis de grandes volúmenes de datos gubernamentales, como los relacionados con aduanas o facturación
• investigación científica en salud, medio ambiente, telecomunicaciones y otras áreas estratégicas
La Presidenta Sheinbaum subrayó que la falta de capacidad de cómputo ha limitado el análisis de información que producen dependencias como el SAT, Aduanas o el Servicio Meteorológico Nacional. Con Coatlicue, dijo, se podrá procesar e integrar grandes conjuntos de datos de forma más ágil y precisa.
Un proyecto de carácter público y colaboración nacional
El gobierno enfatizó que Coatlicue será un equipo público, operado por especialistas mexicanos y con acceso para instituciones académicas, centros de investigación, dependencias federales y gobiernos estatales y municipales.
Asimismo, se prevé permitir que empresas emergentes y proyectos privados puedan solicitar capacidad de procesamiento, lo que generaría ingresos que contribuirían a la sostenibilidad financiera del sistema.
La supercomputadora se integrará a la red nacional de supercómputo, donde actualmente participan instituciones como la UNAM, el IPN, Cinvestav, UAM, CICESE y otras universidades. Según Ruiz, Coatlicue fungirá como el nodo principal de esta red, elevando de forma significativa su capacidad operativa.
Además, México contará con acompañamiento técnico del Centro de Supercómputo de Barcelona y del Centro para el Desarrollo de Cómputo Avanzado de la India, con quienes ya existen convenios activos.
Seguridad y resguardo de información
Ante preguntas sobre protección de datos y resguardo físico, el gobierno indicó que el proyecto contempla mecanismos de ciberseguridad y controles estrictos para proteger los sistemas involucrados.
Peña Merino aclaró que la supercomputadora no funcionará como un centro de almacenamiento, sino como un servicio de cómputo. Los datos permanecerán en los centros de datos de cada dependencia (por ejemplo, Conagua, CFE o SAT), y únicamente se conectarán para realizar cálculos de alta complejidad.
Sobre la seguridad física, el funcionario señaló que los protocolos específicos se definirán conforme avance la selección de la sede y la infraestructura requerida.
El Gobierno Federal consideró que Coatlicue permitirá a México ingresar plenamente al uso avanzado de Inteligencia Artificial y análisis masivo de datos. La Presidenta Sheinbaum afirmó que este proyecto impulsará la ciencia, la tecnología y la competitividad del país, al tiempo que acelerará procesos administrativos y fortalecerá áreas críticas como salud, clima y fiscalización.
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