Liz Truss, no pudo más con la presión política, tanto interna como externa, y este jueves hizo pública su decisión de renunciar al cargo de líder del Partido Conservador, y en consecuencia como primera ministra del Reino Unido.
Truss, señaló que ya informó de esto al rey Carlos III, y que se mantendrá en el cargo en lo que se designa a su sucesor.
A pesar de esta solicitud, hay varios partidos haciendo un llamado para convocar a elecciones generales de inmediato, por lo cual el futuro político del reino aún es incierto.
Desastroza administración
Aunque Truss llegó al cargo con mucha presión, buscando aliviar las tensiones sociales generadas producto de la inflación, su desempeño quedó lejos de satisfacer las necesidades inmediatas.
Su paquete de reformas financieras, provocó que la libra esterlina se desplomara a niveles históricos, lo que generó que tuviera que despedir a su ministro de finanzas Kwasi Kwarteng.
La iniciativa planteaba reducir impuestos por 45 mil millones, lo cual fue criticado incluso por el FMI, debido a las condiciones y el contexto global.
Hace unos días, también renunció su ministra del interior, Suella Braverman, quien se fue además lanzando severas críticas en su contra.
Truss, nunca pudo generar concenso, ni siquiera al interior de su partido, lo cual fue expuesto después de una dividida votación por el tema del fracking.
Tras su renuncia, la cotización de la libra esterlina tuvo un ascenso.
El ex presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, se despidió en tono irónico de Truss a través de su cuenta de Twitter.
Bye, bye @trussliz, congrats to lettuce
— Dmitry Medvedev (@MedvedevRussiaE) October 20, 2022
«Adiós, adiós, Truss; y felicidades a la lechuga», señaló el actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, en alusión al «concurso» de un tabloide británico quien desde hace unos días se preguntaba si la primera ministra Truss, sería capaz de durar más que una lechuga.
