«Ante Dios y el mundo, el más fuerte tiene el derecho de hacer
prevalecer su voluntad».
Adolf Hitler
Es posible que, para el 9 de mayo, día en el que el Kremlin festejará el aniversario 80 del “día de la victoria”, ya que se haya hecho oficial lo que ahora es secreto a voces, el triunfo de Rusia sobre Ucrania, pues la oligarquía gobernante en el imperio central no está dispuesta a seguir tirando dinero en sostener al comediante Jázaro Zelenski y en insistir en una guerra perdida.
En la Plaza Roja de Moscú se aceleran los preparativos para una conmemoración muy especial, seguramente celebrarán por partida doble, el triunfo sobre el ejército nazi hace ochenta años y la victoria sobre la OTAN y Estados Unidos en Ucrania, contando con un testigo e invitado de honor también especial, Xi Jinping, el mandarín chino que acompañará al zar Vladimir Putin en la vista del magno desfile militar.
No hay que confundirse con el nazi sionismo y su emperador mundial Donald I, no les importa la paz en Ucrania ni en ningún lado, lo que les interesa es “recuperar la inversión “, y están dispuestos a que Zelenski firme su rendición y concederle a Rusia que Ucrania no entre a la OTAN, pero a cambio Estados Unidos se apodera de la “tierras raras de Ucrania” y otros recursos naturales del país al que la OTAN le delegó una guerra.
DONALD I y su séquito no se andan con eufemismos ni con ocultamientos, muestran su verdadero rostro y el de las elites militares, industriales, tecnológicas y culturales; han decidido saldar todas las cuentas pendientes, tanto al exterior como al interior del imperio, de inmediato han puesto sobre la mesa las facturas que han de cobrarse por las buenas o por las malas, es un rosario de platos rotos y hay que hacer pagar al mundo entero.
En lo interno han desmantelado la USAID, que a decir de Musk era un nido de víboras marxistas; en realidad la institución eliminada era una especie de eufemismo de los gobiernos demócratas que soltaban dinero a diestra y siniestra para el desarrollo de países emergentes, pero que en realidad organizaban revoluciones de color y promovían la caída de regímenes molestos a Estados unidos; entre un lodazal inmenso hay casos como el de los mercenarios Sean Pen o Angelina Jolie que recibieron millones de dólares de la USAID por ir a Ucrania a retratarse con Zelenski y con niños ucranianos, no se diga la inyección a medios y ONGs de México para desestabilizar a la 4T.
Panamá ya se arrodilló ante su majestad, Colombia recibió un estate quieto, México sigue instrucciones para no ser castigado, a Groenlandia entrará su majestad cuando le venga en gana, pues Europa hace años que extravió la soberanía y ni las manos meterá en un hipotético desembarco de marines, aunque lo más probable es que el emperador ni siquiera necesite de eso y Europa se entregue sin chistar. La gran cereza en el pastel en los frentes múltiples es el rapto de Gaza del que ha declarado Netanyahu “cambiará el curso de la historia”. Queda Irán en donde quizá se juegue el resultado final del cobro de facturas.
Un abanico de temas y múltiples frentes de amenaza, negociación o de guerra siempre con la mira puesta en el lucro, el aplastamiento, siguiendo los principios de Donald Trump “con el fuerte se negocia, al débil lo aplasto”
Estamos ante un golpe milenario en la “guerra de clases”, una especie de restauración del “esclavismo” bajo la acción de un designio divino. En este mundo nuevo será Estados Unidos el amo definitivo, que gobernará con la ayuda de una oligarquía imperial y el financiamiento de la banca sionista/israelí mundial. El cuarto REICH sale de Alemania de la mano de sus aliados de siempre: el sionismo y aspira como en el pasado a ¡un imperio de los mil años!
Pero el 9 de mayo sus planes se verán en peligro, pues el desfile tradicional en la plaza de Moscú que presidirá Vladimir Putin tendrá como invitado de honor a Xi Jinping. Será un mensaje de que el mundo será tripolar y multidimensional.
