Parece mentira, pero hay servidores públicos que se les olvida que al dejar el cargo ya no tiene los mismos privilegios. El mejor ejemplo es el exalcalde del municipio de Polotitlán, Javier García Polo, postulado en su tiempo por el partido Verde Ecologista, quien fue detenido en flagrancia por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y las fuerzas armadas, en territorio del Estado de Querétaro; cerca de los límites entre esa entidad federativa y el municipio mexiquense que alguna vez gobernó.
El ex servidor público y militante del Partido Verde, portaba una pistola Smit & Wesson, nueve milímetros; calibre reservado en la ley federal de armas de fuego y explosivos para utilización castrense que, mediante permisos especiales, la Secretaría de la Defensa Nacional comercializa y tolera su uso para corporaciones policiacas; pero fuera de estos supuestos, ningún civil puede portarla de manera legal dentro del territorio nacional.
Además, esa pistola en particular por la marca, modelo y calibre es muy escasa en México.
El ex-edil fue interceptado el pasado sábado a bordo de una camioneta Ford de modelo reciente en la carretera Federal 55, específicamente en la comunidad de San Sebastián de las Barrancas, municipio de San Juan Del Río.
Hoy la pregunta que se hacen los polotitlenses es: ¿Por qué motivo, razón o circunstancia es que el exalcalde García Polo se ve en la necesidad de portar un arma de fuego sin licencia y además no permitida para uso civil?
Seguramente para cacería no; ya que el expresidente municipal es «ecologista»; además no se trata de un arma permitida para ese deporte.
