Esta semana, la organización Perseus, presentó en Reino Unido las conclusiones de una meticulosa investigación y auditoría realizada a la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA por sus siglás en inglés), acerca de la campaña de vacunación contra el Covid-19, generando conclusiones que han causado gran controversia en el ámbito científico y social en dicho país.
La organización, que integra a un reconocido equipo multidisciplinar de expertos de diversos campos como la medicina, la gestión de la seguridad y la reglamentación farmacéutica, analizó el papel de esta agencia gubernamental, que es la encargada de evaluar la seguridad de los medicamentos, y que fue la entidad que autorizó y coordinó la campaña de vacunación contra el Covid-19 en territorio británico.
Tras varios meses de auditoría e investigación de la evidencia clínica y científica disponible, los especialistas presentaron esta semana un reporte de 36 páginas, donde exponen múltiples focos rojos importantes, que los llevaron a concluir con un llamado para suspender de forma inmediata este proceso de vacunación.
«Debido al nivel de lesiones notificadas por la vacuna Covid-19 y el exceso de muertes en todos los grupos de edad, estos productos deben suspenderse inmediatamente mientras se investigan adecuadamente, y debe iniciarse una investigación independiente completa sobre los procesos reguladores y la actuación de la MHRA«, concluyeron los investigadores.
Con base en este reporte, decenas de científicos, médicos y académicos británicos, firmaron una carta abierta dirigida al Secretario de Salud y Cuidado Social, Steve Barclay, y al primer ministro británico, Rishi Sunak, reiterando las conclusiones de la investigación, y haciendo un llamado a tomar cartas en el asunto.
La misiva, que está firmada por decenas de reconocidos científicos, incluyendo al prof. Norman Fenton, la Dra Clare Craig, el prof. Anthony J Brookes y el director del Institute for Cancer Vaccines & Immunotherapy de la Universidad de Londres, entre decenas de expertos más, señala que: «No se tienen condiciones para confiar en un proceso que permita garantizar la seguridad continua de las vacunas Covid-19» y solicitaron «una pausa inmediata mientras se lleva a cabo una revisión independiente sobre su seguridad».
Tras el reporte, también decenas de miles de ciudadanos británicos, han firmado ya una petición oficial en la plataforma del Parlamento Británico, para solicitar atender de forma inmediata las conclusiones de la investigación.
'Yet again us conspiracy factualists are proved right for the 100th bleeping time.'
Laurence Fox gives his view on a new report which slams MHRA's approval process over the Covid vaccine.
En el reporte, se señalan múltiples inconsistencias y señales de riesgo, no solo respecto al papel de la MHRA, sino también en cuanto a las vacunas anti covid-19 en lo particular.
Entre las conclusiones más importantes respecto a la MHRA, destaca el hecho de que esta institución, al igual que como sucede en otras dependencias nacionales de salud, como el caso de México, «no definen una tasa tolerable de efectos secundarios mortales y graves de los nuevos medicamentos».
De igual forma, denunciaron que se aprobaron estos «tratamientos genéticos ARNm», como si se tratara de vacunas, a pesar de que en realidad se trata de fármacos con características muy distintas, y que por tratarse de terapias genéticas, deberían haber implicado otros procedimientos con mayor nivel de escrutinio, tal como establece la norma sanitaria vigente.
Perseus, destaca el hecho de que estas mal llamadas «vacunas» contra el Covid-19, solo se evaluaron con relación a su beneficio, y no en términos de seguridad absoluta; «es como si el Regulador Nuclear dijera que su central nuclear es segura, solo porque tiene menos fugas de agua contaminada que otras», puntualizaron los investigadores, subrayando lo absurdo de haber descartado las consecuencias negativas, dentro de la evaluación para su aprobación.
Los científicos, también alertaron que la MHRA (al igual que la Cofepris mexicana), «no dispone de un proceso para investigar a fondo los informes de Tarjeta Amarilla sobre acontecimientos adversos graves o mortales potencialmente relacionados con el medicamento».
Respecto a las «vacunas Covid»
En lo referente en particular a las vacunas que han venido siendo empleadas para el Covid-19, los investigadores alertaron que estos productos fueron autorizados, únicamente con base en datos limitados a corto plazo, y sin dato alguno acerca de su efectividad o efectos al largo plazo, lo que representa una seria violación a las normas sanitarias.
Asimismo, destacaron el hecho de que el órgano regulador, no investigó los problemas de fabricación y control de calidad, a pesar de que es un asunto evidente, al presentarse un mucho mayor índice de efectos adversos graves, en ciertos lotes en particular.
Los connotados académicos, de igual forma puntualizaron el hecho de que se violaron los principios de consentimiento informado a la población, el eludir los datos y actas de riesgo/beneficio; además de que no se realizó una vigilancia proactiva de las personas inoculadas, a pesar de tratarse de un fármaco autorizado solo bajo un esquema «de emergencia».
Los científicos, con base en una extensa investigación, basada también en datos oficiales del Reino Unido, denunciaron que las autoridades sanitarias «parecen ignorar las pruebas cada vez más numerosas de los riesgos de la vacuna Covid, en particular la coagulación de la sangre, la inflamación del corazón, las afecciones neurológicas, la disminución del sistema inmunitario y los trastornos menstruales«.
Dentro de las conclusiones del reporte, también se hizo un llamado para reconocer «los daños causados a los heridos por las vacunas y a los familiares en duelo», haciendo también un exhorto a «adoptar medidas urgentes para garantizar que las víctimas y futuras víctimas sean diagnosticadas y tratadas con prontitud y compasión», y que los organismos se avoquen «a identificar y reducir el riesgo de nuevas lesiones».
De igual forma concluyeron que la MHRA, debe someterse a una revisión de su gobernanza y de su esquema de rendición de cuentas, para poder restaurar la confianza de la ciudadanía, que de igual forma ha sido severamente dañada.
