3 de diciembre 2021.- Finalmente después de una tensa serie de empates entre Magnus Carlsen y Yan Nepómniaschi en el Campeonato Mundial de Ajedrez, este viernes se ha logrado romper el empate, tras una épica batalla que se extendió por más de ocho horas.
Se trata también de la partida más larga de la historia del Mundial de Ajedrez, un encuentro disputado de principio a fin, donde ambos contendientes parecían dispuestos a acabar con las críticas.
Las primeras cinco partidas habían terminado en empate, en encuentros sumamente cerrados, donde ambos ajedrecistas arriesgaron poco, y parecían estar poco dispuestos a intentar algo sorpresivo.
Sin embargo, esto cambió para la partida numero 6 jugada este viernes en Dubai, en la cual Carlsen arrancó con blancas, y desde el principio planteó algo diferente con una inusual apertura catalana.
Esto propició que, a diferencia de los primeros días donde las primeras movidas fueron muy teóricas, el ruso Nepómniaschi tuviera que ponerse a pensar muy bien sus jugadas, ante un planteamiento que seguramente no había sido estudiado ni considerado con anterioridad.
Esta sorpresa, abrió más la partida, y generó un intercambio de posiciones interesante y bastante inusual para una copa del mundo.
En uno de los momentos decisivos, el noruego Carlsen, decidió intercambiar su dama a cambio de las dos torres del rival, generando así una posición, que abría ampliamente la posibilidad de que finalmente se rompieran las tablas.
A diferencia de las primeras partidas, donde hubo críticas de parte de los aficionados, que las consideraban aburridas y poco espectaculares, en este caso se generó finalmente gran emoción, y los aficionados se mantuvieron también en la orilla de su asiento, por las largas horas que duró la partida, y donde no se veía a un vencedor claro, no obstante se anticipaba que algo grande estaba por venir.
A pesar de que Nepómniaschi tenía el dinamismo de su dama, la astucia de Carlsen lo fue poniendo poco a poco contra la pared, llegando a una posicion final con torre, caballo y dos peones.
Estos, en conjunto con su rey, formaron un escuadrón pequeño pero infranqueable para la dama del ruso, quien veía agónicamente como se acercaban paso a paso rumbo a la coronación.
Aunque, según los motores de análisis de ajedrez, Nepómniaschi tuvo la posibilidad de romper este bloque, no encontró la jugada clave y finalmente terminó rindiéndose ante el campeón defensor tras 136 jugadas.
Hasta antes de hoy, la partida más larga de un mundial había sido en 1978, cuando se realizaron 124 movimientos, entre Kárpov y Korchnói.
Los dos jugadores terminaron agotados física y mentalmente, no obstante que el ruso aún tuvo ánimos para dar la cara en la conferencia de prensa, y señalar que no se va a rendir, pues aún quedan ocho rondas por jugar, y seguirá luchando por darle la vuelta a esta desventaja.
A continuación el diagrama animado con la partida completa:
