El gobierno municipal de Toluca, encabezado por el presidente Ricardo Moreno, lanzó un operativo sorpresa para regular el transporte público y garantizar la seguridad de los usuarios.
La acción, realizada en la avenida Benito Juárez, incluyó la aplicación de 66 pruebas de alcoholemia a conductores y la verificación de documentos como licencias y permisos de operación.
El operativo resultó en la detención: un conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia y fue remitido al Juez Cívico, mientras su vehículo fue trasladado al corralón, conforme al artículo 106 bis del Reglamento de Tránsito del Estado de México, que prohíbe cualquier nivel de alcohol en operadores de transporte público.
Otro conductor fue sancionado por no contar con licencia vigente, y su unidad quedó retenida hasta la intervención del representante legal de la empresa.
La iniciativa, que contó con el respaldo de ciudadanos y transportistas, busca prevenir accidentes y mejorar la seguridad en el transporte. Las autoridades anunciaron que los operativos continuarán de forma aleatoria en distintos puntos de la ciudad.