Policía poblana niega justicia a joven lesionado por una de sus patrullas

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Carlos Manuel Elizalde/Apocaliptic.com

Puebla, 28 de marzo de 2021.- A poco más de un mes del accidente provocado en esta ciudad, por la irresponsabilidad del conductor de la Patrulla rotulada con logotipos del Ayuntamiento de Puebla y número SSC-900, hoy es día que ninguna autoridad estatal o municipal responde por los lamentables hechos que provocaron la pérdida del bazo y varias fracturas al joven de 24 años de edad, Jorge David Quiroz Amezcua.

La policía municipal de Puebla, la Policía del Estado de Puebla y el gobierno de la entidad parecen intentar encubrir los hechos o cuando menos pretender desconocer la responsabilidad que tienen a tal grado que incluso se han negado a revelar el nombre del policía que conducía la unidad y quien de acuerdo a los hechos es el responsable directo por haber dado una vuelta prohibida.

Familiares, amigos y en general la opinión pública poblana exigen al gobierno del estado que tome cartas en el asunto para que se haga justicia a dicho joven quien demanda una indemnización que le permita hacer frente a los gastos médicos derivados del incidente, así como a las secuelas de este que, a ciencia cierta, son de pronóstico reservado.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de febrero, cuando el joven Quiroz Amezcua se dirigía en motocicleta a sus actividades cotidianas y, alrededor de las 6:40 a.m. la patrulla de la Policía Municipal de Puebla con número SSC-900 y placas de circulación SM55215 de la entidad poblana, realizó una maniobra prohibida que provocó que la Motocicleta se impactara en la parte trasera izquierda de la unidad policial, provocando el estallamiento de bazo (que se le debió extirpar) además de fracturas en tobillo, doble fractura de tibia, muñeca, un dedo y una clavícula.

Las lesiones del joven fueron de tal magnitud que tras extirparle el bazo, unas horas después se le tuvo que regresar al quirófano para una nueva intervención a causa de una hemorragia interna. Jorge David Quiroz Amezcua estuvo dos días sedado por la gravedad de su condición.

La irresponsabilidad de la Policía del Estado de Puebla ya le cambió la vida al joven, pues el órgano que se le extirpó tiene funciones tan importantes como destruir las células sanguíneas viejas y dañadas además de ser el encargado  prevenir infecciones. Para el cuerpo humano, el bazo es la  primera línea de defensa contra los organismos que causan enfermedades.

Lo anterior significa que un joven de 24 años, que estaba sano y en plenitud de facultades, ahora gracias a la irresponsabilidad de un patrullero, tendrá que tener una dieta especial de por vida, jamás podrá brindar por su cumpleaños y no podrá realizar diversas actividades físicas que le impliquen riesgos a sus partes fracturadas.

Hasta el momento, la policía poblana se ha mostrado insensible ante el sufrimiento del joven de 24 años y su familia. Desde el día de hechos cometieron varias irregularidades como abandono de víctima e intento de coacción para que se otorgara un perdón en blanco al patrullero involucrado y a la propia corporación policiaca. La opinión pública poblana exige que los hechos no queden impunes y las autoridades involucradas asuman su responsabilidad.


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