Columna AL TANTO: la posverdad como estrategia polarizante y distractora

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José Antonio Ortega

La protesta social bajó del automóvil y tomó la Plaza de la Constitución: la emblemática plancha del zócalo de la Ciudad de México. Ahí permanecerá. Hasta que se vaya el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Al menos es lo que pretenden los integrantes del autodenominado Frente Nacional Anti-AMLO (Frena).

También los miembros del Congreso Nacional Ciudadano (CNC). Hombres y mujeres inconformes con el actual gobierno, quienes a partir del último fin de semana de mayo decidieron abandonar el confinamiento y la sana distancia que impone la crisis por Covid-19, para salir a bordo de sus automóviles y protestar en las calles.

Fue el inicio de una serie de caravanas convocadas a través de “las benditas redes sociales” y que movió a los inconformes con la 4T en al menos 70 ciudades del país, con la etiqueta #AmloVeteYa y que los amlovers respondieron de inmediato con el hashtag #AMLOSeQueda, en un intercambio que por la ferocidad y virulencia de enunciados generó mucho ruido en la red.

Una estrategia que creció a fuerza de replicarse los fines de semana de los meses de junio, julio y agosto, y que inflamada del fervor patrio que genera el Mes de la Patria, transitó de la comodidad del automóvil a la dura y fría plancha del zócalo capitalino, con sus carpas vacías, estandartes y plegarias a la Virgen de Guadalupe.

Un movimiento que se autodefine como ciudadano y pacífico, y que tiene como cabeza más visible al empresario regiomontano, Gilberto Lozano, quien fundara hace una década el CNC y que ahora busca la dimisión del inquilino de Palacio Nacional. Utopía pura.

Según sus cálculos son no menos siete millones de ciudadanos que cuentan con un plan de acción, un plan de medios, talento digital y estrategia de relaciones internacionales, quienes esperan que el Presidente electo por 30 millones de votos dimita antes del 30 de noviembre de 2020.

¿Y luego qué? Ah sí, preparar un candidato que emane del pueblo, que se identifique con el sentir y la esencia de México, con capacidad para impulsar la reconstrucción nacional, un patriota en toda la extensión de la palabra.

Pero el camino es largo y la plancha de cemento fría. Más aún para quienes no son profesionales de la protesta, como reconoce el más visible líder de Frena, Gilberto Lozano.

Mientras tanto…

Haciendo gala de la estrategia distorsionadora de la realidad, con la que un día sí y otro también se nutre desde las alturas la narrativa oficial, el tema -al igual que muchos otros- pasa a segundo plano en la agenda nacional.

Los malquerientes del Ejecutivo se engancharon con uno de los mensajes presidenciales, alusivos al 75 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Desestimaron la información que circuló en la plataforma de YouTube y omitieron difundir las dos versiones sobre el mismo tema.

Una para el consumo local https://www.youtube.com/watch?v=Nys6Mzvcp10 de 18 minutos de duración y otra, la que se transmitió en la Asamblea General de la ONU para todos los países del orbe https://www.youtube.com/watch?v=ZBeMXDFmBaQ de dos minutos y medio de duración.

Otra vez la estrategia distractora, la que invariablemente logra desviar la atención del respetable sobre los temas relevantes de la agenda nacional: salud, economía, seguridad y justicia.

Por lo tanto…

Ante la estrategia de difusión y el modelo de comunicación política que despliega a mañana tarde y noche el Gobierno de México, con un uso intensivo de redes sociales, es recomendable para estar bien informados: abrir muy bien los ojos, leer entre líneas, analizar, pero sobre todo, discernir entre las verdaderas y las falsas noticias.

Tener en cuenta que en los tiempos electorales que vivimos, seguiremos expuestos a los distractores y anzuelos informativos, con los que los actores políticos saturan las redes sociales. Allí se mueven los políticos que aspiran a una candidatura, los nostálgicos del poder y quienes lo detentan y que no tienen la menor intención de abandonarlo.

Recordar que en democracia, los mexicanos tenemos el camino de las urnas para cambiar lo que tenga que cambiar y que no es con firmas ni plantones como se redefinirá la ruta y el camino que debe seguir el país.

Que estamos inmersos en un proceso electoral, que se definirá a partir de la decisión que este jueves primero de octubre tomen los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sobre la constitucionalidad de una consulta popular para enjuiciar los ex presidentes. No hace falta, si se tienen elementos que se aplique la Ley.

Relevantes en este contexto serán también de las sentencias que dictarán los ministros de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en torno a las impugnaciones presentadas por las organizaciones sociales a las que el Instituto Nacional Electoral les negó el registro para convertirse en partidos políticos nacionales.


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