Este 18 y 19 de diciembre se llevará a cabo en Bruselas la cumbre del Consejo Europeo, donde se espera que se tomen decisiones cruciales en torno al conflicto bélico en Ucrania. La participación de 27 jefes de Estado, entre otros altos mandos europeos, podría ser determinante para saber si se aprueba o no la apropiación de los fondos congelados rusos.
Una decisión que ha generado gran polémica y opiniones divididas en Europa y, desde luego, también amenazas de parte de Rusia, quien ha señalado que una acción de este tipo sería considerada como un acto de guerra en su contra.
La cumbre llega, además, en un momento álgido, no solo por el hecho de que también avanzan las negociaciones a partir del plan de paz propuesto por Donald Trump, sino también donde se están llevando a cabo cruciales eventos en el campo de batalla, como la fuerte disputa por Kostyantynivka, así como los avances clave en la región de Siversk, que había estado cercada por más de dos años y que finalmente fue liberada por parte de las Fuerzas Armadas Rusas en días recientes, generando así mayor presión en el corazón de Donetsk, que es donde se encuentra la mayor zona de disputa.
El dilema de los fondos congelados
Desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania, Europa decidió congelar fondos rusos superiores a 210,000 millones de euros en activos, en una decisión que había causado gran controversia. En años recientes, las mismas autoridades europeas han estado utilizando el rendimiento que generan estos fondos para apoyar financieramente a Ucrania.
No obstante, en días recientes se ha estado discutiendo la posibilidad de no solo aprovecharse de los intereses que están generando estos activos, sino de apropiarse de ellos en su totalidad, con el fin también de apoyar de forma financiera al régimen de Kiev encabezado por Volodímir Zelenski, a pesar de los múltiples casos de corrupción que han salido a la luz en semanas recientes.
No se trata de una decisión menor, puesto que altos mandos rusos han advertido que esto significaría una señal de guerra en su contra y que sería respondida de forma recíproca. Entre los principales impulsores de que se apropien de los activos rusos está Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, y mandatarios como Friedrich Merz y Emmanuel Macron de Alemania y Francia, respectivamente.
No obstante, esta vez no se cuenta con el apoyo unánime y varios países, incluidos Italia, Bulgaria y Malta, se han manifestado en contra. También muy importante y crucial está siendo la opinión de Bélgica, puesto que es bajo su jurisdicción donde se encuentran la mayor parte de estos activos financieros rusos, y donde podrían generar una situación grave de liquidez en dado caso de que Rusia gane la guerra y demande la devolución, así como indemnizaciones por el uso de estos activos que, posiblemente, Ucrania no podría volver a pagar.
La intención que han planteado los europeos es prestar a Ucrania dinero a tasa cero para su reconstrucción y apoyo militar, y que posteriormente Ucrania pague también con una misma tasa cero. No obstante, debido a la clara superioridad de Rusia en el campo de batalla, es que incluso organismos financieros como Fitch han emitido notas de riesgo y advertencias, señalando que la economía europea y la de países como Bélgica podría estar en grave riesgo en dado caso de que se utilicen estos recursos y después no se tenga cómo devolverlos.
Esto ha provocado un intenso debate en Europa, al grado de que mandatarios como Robert Fico de Eslovaquia han amagado con salirse de la Unión Europea en caso de que avance esta iniciativa, la cual ha sido calificada por el mismo mandatario eslovaco como ilegal y violatoria de los tratados europeos. Pues, efectivamente, no existía la posibilidad de tomar una decisión así a menos que hubiera unanimidad, algo que no habrá seguramente debido a la oposición de países como Eslovaquia, Serbia y Hungría.
No obstante, en una maniobra bastante cuestionada hace unos días, la Unión Europea cambió el estatus de estos préstamos, buscando avalar así una nueva vía legal para apropiarse de ellos aún sin un apoyo unánime en la Comisión Europea, lo que podría detonar una situación de alto riesgo.
Previo al encuentro que iniciará mañana en Bruselas, mandatarios como Merz de Alemania han señalado que existe un 50-50% de posibilidades de que se tome una decisión al respecto. Otro posible escenario sería una suspensión o una postergación en la toma de esta decisión, buscando asegurar fuertes garantías que permitan a países como Bélgica tener la certeza de que esto no generaría un efecto grave en su economía.
Cabe señalar que Rusia también cuenta con activos clasificados de países que considera hostiles y, por tanto, podría aplicar también una especie de contra-congelamiento de activos, lo que podría derivar en una guerra financiera global.
En todo caso, la reunión de Bruselas de próximos días será crucial para determinar esta situación. Cabe señalar que Viktor Orbán señaló en horas recientes que el tema de los activos congelados se ha retirado de la agenda. Esto fue desmentido también por un oficial de la Comisión Europea entrevistado por la BBC, donde confirmó que, aunque existe división en las opiniones, aún será un tema que será discutido por los 27 jefes de Estado que se darán cita en Bruselas.
De forma paralela, Europa ha lanzado una Comisión Internacional de Reclamaciones, buscando generar así una vía legal para reclamar a Rusia, una compensación por los daños ocasionados en Ucrania. Una vía que también ha causado controversia, pues no tiene tampoco antecedente y podría derivar de igual forma en un conflicto mayor.
Por su parte, Ursula von der Leyen también ha insistido en horas recientes que Ucrania necesita un apoyo financiero de al menos 137,000 millones de euros. Toda vez que, debido a la grave situación económica, de Ucrania, que está en una situación de «inclumplimiento restringido«, se estima que el gobierno de Kiev se podría estar quedando sin fondos para el mes de abril del 2026, lo que agravaría su situación general, no solo en el campo de batalla, sino también en cuanto a necesidades de infraestructura.
Cabe señalar que esta misma semana, tal y como han denunciado diputados ucranianos como Goncharenko, en grandes ciudades de Ucrania como Odessa, se está padeciendo la falta de energía eléctrica, con regiones que llevan más de una semana sin agua, electricidad, ni gas, lo que está generando gran incertidumbre.
La batalla de Siversk
En días recientes, Rusia también consiguió un avance clave al conseguir tomar el control de la región de Siversk, al oriente de Sloviansk.
– Photos and geolocations showing Siversk under full Russian control pic.twitter.com/i9RQ7Yjl33
— WarMapper🇺🇸 (@WorldWar3Mapper) December 11, 2025
Esta zona había sido ampliamente defendida con éxito por los ucranianos por prácticamente dos años y, de hecho, incluso en los bosques que se encuentran al norte de Siversk, durante algunos meses presumieron de tener los únicos avances que se tenían de parte de Ucrania en el frente de batalla, comandados por un batallón de Azov.

No obstante, finalmente el muro habría sido derribado por las fuerzas rusas, que tomaron Siversk la semana pasada y que al día de hoy ya han avanzado unos cuatro kilómetros todavía más al poniente, acercándose así a Sloviansk.
Cabe recordar que los rusos ya avanzaban hacia esta superciudad ucraniana de Sloviansk desde el norte, a través de Lyman, y también desde el sur con la batalla de Kostyantynivka. No obstante, este importante avance por el este viene a aumentar la presión.

Horas decisivas para el futuro de Ucrania
Se trata de horas decisivas para el futuro de Ucrania. Pues, además de la cumbre europea que se realizará en Bruselas, se tienen reportes de que este mismo fin de semana podría llevarse a cabo una nueva reunión entre representantes de Rusia y Estados Unidos en Miami para avanzar en las negociaciones, después de las consultas que hicieron Jared Kushner y Steve Witkoff con los ucranianos días atrás. Un encuentro donde podría darse un paso importante rumbo a un posible acuerdo de paz.














