Este viernes se confirmó que se realizó una nueva ronda de negociaciones entre los enviados especiales para la paz de Estados Unidos, Steven Witkoff y Jared Kushner, con los líderes de las Fuerzas Armadas ucranianas en el marco de los diálogos para intentar alcanzar un acuerdo de paz para Ucrania.
Se trata de una serie de negociaciones clave que se registran en el epicentro de un álgido escenario político con múltiples escándalos, temores y amenazas externas que están influyendo en este tema en días recientes.
Los diálogos para la paz
Después de que Kushner y Witkoff tuvieran una larga reunión con Vladimir Putin esta semana y que cancelaran su encuentro en Bruselas con el presidente de facto de Ucrania, Volodímir Zelenski, regresaron a su país de origen cambiando un tanto el programa. Al parecer, un diálogo con Zelenski no hubiera tenido tanta relevancia, pues aún habría cuestiones clave que es importante solventar antes de llegar a un posible encuentro al más alto nivel.
Por tal motivo es que se ha formado una nueva comitiva ucraniana encabezada por el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Rustem Umerov, involucrado también en las investigaciones de la operación Midas por el escándalo de corrupción en Ucrania, además del jefe del Estado Mayor General, Andriy Hnatov.
Esta comitiva viajó a Miami, donde han iniciado una serie de diálogos con su contraparte estadounidense. Estas conversaciones se iniciaron desde el día de ayer; no obstante, finalmente este viernes se emitió un comunicado conjunto idéntico, tanto estadounidense como ucraniano, confirmando estos diálogos, que se trata también de la sexta reunión en las últimas dos semanas y donde se están discutiendo los pasos que podrían conducir al fin de la guerra.

Al parecer, se están abordando de igual forma las condiciones de seguridad que podría recibir Ucrania y también una agenda para la prosperidad futura y reconstrucción del país, lo que involucra múltiples iniciativas económicas conjuntas.
Estos diálogos tendrán que continuar al menos un día más, confirmaron los involucrados, lo que da cuenta de que al parecer todavía no ha habido un arreglo o acuerdo definitivo.
El punto clave del conflicto
Según reportes de días recientes y con base en lo que han expresado tanto rusos como ucranianos, parece claro que el principal punto de discordia que ha impedido alcanzar un acuerdo sería el tema territorial.
Rusia ha insistido en que para ellos es una condición inamovible el respeto al referéndum del 2022 y que se reconozca de forma íntegra su soberanía sobre los territorios de Donetsk y Lugansk por completo. En Lugansk ya tienen casi todo el territorio; no obstante, el principal conflicto sería Donetsk, puesto que aunque ya cayó Pokrovsk y está cayendo en estos días Myrnograd, aún permanece en manos de Ucrania el corredor de las grandes ciudades de Kramatorsk, Sloviansk y Kostiantynivka.

Ucrania, que ha defendido vehementemente este territorio, se niega a abandonarlo como piden los rusos y dar un paso atrás para ceder su soberanía. Rusia ha insistido en que en caso de que no se acepte esta petición por la vía pacífica, continuarán su objetivo por la vía armada como lo han venido haciendo. Y es que Rusia es quien sigue presionando y manteniendo la iniciativa a lo largo del frente de batalla.
Aunque se trata de la zona más fortificada del mundo, lo que ha generado que los avances sean sumamente lentos y costosos, el avance continúa de forma gradual. De hecho, en días recientes se ha agudizado y ha comenzado ya en zonas urbanas la batalla de Kostiantynivka, que podría ser clave también para la resolución del conflicto.

Cabe recordar que desde esta ciudad Zelenski comandaba también a las tropas ucranianas cuando se llevó a cabo la batalla de Bajmut, y era también un enclave crucial para Ucrania. No obstante, tras la caída de Chasiv Yar semanas atrás, ha sido complicado detener el avance ruso y se reporta ya la entrada de tropas rusas y la liberación de zonas al sur de esta ciudad.
Ucrania se enfrenta así a la decisión de tratar de resistir por la vía militar la defensa de esta zona del Dombás o bien ceder a la petición rusa. Esta exigencia no solo es importante en el ámbito territorial, sino también simbólico, puesto que Rusia parece decidida a ratificar así una victoria definitiva en el conflicto en caso de reconocerse esta soberanía, lo cual la mantiene presionando en el frente de batalla.
Por parte de Ucrania, no solo se enfrentan a la presión militar rusa y a la escasez también de armamento y fuerzas militares, sino también a las presiones internas derivadas de los casos de corrupción que han alcanzado a los más cercanos colaboradores de Volodímir Zelenski, incluido su anterior negociador en jefe y que incluyen incluso al actual negociador.
Por tal motivo, la presión contra el gobierno de Kiev se incrementa por todos los frentes y parece que de no suceder nada extraordinario, deberían estar obligados a finalmente aceptar la propuesta rusa y detener así el derramamiento de sangre y todas las consecuencias derivadas del conflicto bélico.
Tensiones políticas
Cabe señalar que los mandatarios europeos intentaron de manera infructuosa tener una participación directa en estos diálogos de paz. No obstante, Estados Unidos habría decidido llevar a cabo el encuentro con los ucranianos solo de forma bilateral y en las mismas instalaciones de Miami donde se han venido realizando los últimos diálogos.
Causó gran controversia a nivel internacional la filtración de una conversación que tuvo Zelenski con los principales mandatarios europeos, incluidos Emmanuel Macron de Francia y Friedrich Merz de Alemania. Según detalles de una transcripción revelada por el diario alemán Der Spiegel, los europeos habrían advertido los temores de una posible traición de parte de Estados Unidos.
Según la información vertida, Macron advirtió que había un gran peligro de que Estados Unidos traicione a Ucrania en el tema territorial sin claridad de las garantías de seguridad. Asimismo, Merz instó a Zelenski a ser extremadamente cuidadoso en los próximos días, acusando también a los enviados de Estados Unidos de jugar a los dados con Ucrania y Europa.
Estos abiertos indicios de desconfianza en Europa hacia el gobierno de Trump causaron gran polémica, pero no demasiada extrañeza, toda vez que Estados Unidos, de facto, se ha venido ya comportando como si estuviera prácticamente fuera de la OTAN y también tratando de ejercer presión en contra de los mandatarios europeos.
Aunque las oficinas de prensa de los respectivos gobiernos involucrados en la filtración negaron que las palabras hayan sido textuales, el medio alemán verificó con varias fuentes la veracidad de estas conversaciones y negociaciones que al parecer habrían tenido por objeto también dar cierto apoyo y garantizar protección a Volodímir Zelenski y su familia.
Desde luego, esto también causó reacciones en Rusia, como es habitual de parte del expresidente Dmitri Medvédev, quien ironizó con estas revelaciones y también mandó otra advertencia señalando que podría ser hora de enviar un par de los mejores submarinos del mundo a las costas de Francia.
“There is a chance that the US will betray Ukraine,” declared the bold Micron in a leaked conversation that degenerate European Russophobes allegedly had on December 1st. Maybe it's time to send a couple of “the world's best submarines” to the shores of France 😂?
— Dmitry Medvedev (@MedvedevRussiaE) December 5, 2025
En otro mensaje menos irónico y bastante serio emitido también esta semana por el viceministro del Consejo de Seguridad de Rusia, Medvédev, advirtió que si la Unión Europea roba los activos rusos congelados para un préstamo de reparaciones, como se llegó a considerar y que causó un escándalo y polémica en Bélgica, esto podría ser visto como un casus belli.
If the crazy EU does steal frozen Russian assets for a "reparations loan," we may view it as a casus belli with all the relevant implications for Brussels & Co. Then, these funds may have to be returned, not in court but as real reparations paid in kind by Russia’s fallen foes.
— Dmitry Medvedev (@MedvedevRussiaE) December 4, 2025
Es decir, al igual que el asesinato del archiduque Francisco Fernando o la Invasión a Polonia, esta acción podría ser el detonante de una gran guerra. Así lo advirtió el alto funcionario ruso, quien reiteró que su gobierno podría interpretar estos hechos como un acto de guerra en contra de Rusia por parte de la Unión Europea.
Al respecto, también el presidente ruso, Vladímir Putin, dio declaraciones esta semana siendo bastante enfático y advirtiendo que en el caso de una posible guerra con Europa sería algo muy distinto a lo sucedido con Ucrania, donde se está operando quirúrgicamente.
PUTIN: «Lo he dicho 100 veces, no queremos atacar a Europa pero si ellos quieren atacarnos y una guerra estamos listos… Ahora bien, será una guerra muy corta, ellos no son Ucrania…» pic.twitter.com/1hqGjbf4tb
— Rubén Gisbert (@gisbert_ruben) December 2, 2025
A pesar de que fue incisivo en reiterar que Rusia no tiene absolutamente ninguna intención de entrar en conflicto con Europa, sí dejó en claro que en caso de que a Europa se le ocurra realizar acciones bélicas contra Rusia, esto detonaría una respuesta contundente y enérgica para garantizar la soberanía del Estado ruso.
Nuevo escándalo de corrupción en Europa
Otro escándalo de corrupción que estalló esta semana en Bruselas, tuvo a Federica Mogherini como protagonista, la ex Alta Representante de la UE (2014-2019) y actual rectora del Colegio de Europa. La Fiscalía Europea (EPPO), a quien se acusa, junto con el ex secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior Stefano Sannino, de haber amañado en 2021-2022 un contrato de €650,000 para crear la Academia Diplomática de la UE, filtrando información confidencial al Colegio de Europa antes de la licitación oficial.
El 2 de diciembre hubo redadas, detenciones temporales y dimisiones forzadas; Mogherini abandonó su puesto y Sannino se jubiló anticipadamente. Aunque los hechos ocurrieron antes de que Kaja Kallas asumiera el cargo en diciembre de 2024, el escándalo estalla justo cuando ella dirige la diplomacia europea.
El timing no puede ser más delicado. En los últimos días se ha filtrado una conversación en la que Macron, Merz, Stubb y Rutte expresaban su desconfianza hacia los enviados de Trump y advertían a Zelenski que no lo dejaran solo con ellos. En ese mismo contexto, los líderes europeos insistían en que los 300 000 millones de euros de activos rusos congelados solo se usarán bajo control europeo y con garantías multilaterales.
Ahora, el hecho de que la principal agencia diplomática de la UE) esté salpicada por un caso de corrupción de alto nivel debilita gravemente la posición moral y política de Bruselas frente a Washington y Moscú; más aún que llega también a escasos días de diferencia del escándalo de corrupción que sacudió también al gobierno de Zelensky en Kiev.
Todo esto ha generado que la UE se mantenga un tanto dividida, con tensiones políticas internas, dando así también a Trump el argumento perfecto para excluirlos del proceso directo de diálogos de paz.
En todo caso, parece que se viven horas cruciales que podrían definir el futuro del Dombás y de la estabilidad geopolítica global. Ucrania parece ya urgida de llegar a una solución y es posible que tras estas negociaciones que están llevando a cabo en Miami se pueda avanzar posteriormente hacia un encuentro directo con Zelenski. De ahí, el siguiente paso serían ya las posibles primeras negociaciones directas de paz entre rusos y ucranianos, lo que podría empezar a poner fin a uno de los conflictos más sanguinarios de los últimos tiempos.
Fotografía de portada. Este viernes los ataques continúan contra objetivos energéticos ucranianos, en horas recientes se reportó un fuerte ataque en Dnepropetrovsk contra la central térmica de Krivorozhsk. Créditos: RVvoenkor (t.me)














