El Buró Federal de Investigaciones (FBI) informó este martes que Joaquín Guzmán López, uno de los dirigentes del Cártel de Sinaloa e hijo de Joaquín Guzmán Loera «El Chapo», presentó una declaración de culpabilidad ante tribunales federales en Chicago. La admisión de responsabilidad por delitos de conspiración de drogas y participación en una empresa criminal marca un avance significativo en los esfuerzos de las autoridades estadounidenses por desmantelar las estructuras centrales de esta organización delictiva.
Autoridades destacan impacto en la estrategia contra el narcotráfico
El Departamento de Justicia calificó la declaración de culpabilidad como un paso estratégico dentro de la política federal contra grupos considerados una amenaza para la seguridad nacional. La fiscalía estadounidense subrayó que el Cártel de Sinaloa, bajo el liderazgo de los llamados “Chapitos”, ha tenido un papel determinante en el tráfico de fentanilo, heroína y cocaína hacia territorio estadounidense durante los últimos años.
Funcionarios federales, como la fiscal general Pamela Bondi y directivos de la DEA y el FBI, señalaron que el caso se enmarca en una campaña amplia para desarticular redes criminales transnacionales responsables de violencia, corrupción y distribución de sustancias ilícitas. Según expusieron, esta acción busca reforzar la protección a comunidades afectadas por la crisis de drogas en Estados Unidos.
Acusaciones y alcance de las actividades delictivas
De acuerdo con la información oficial, Guzmán López, de 39 años, aceptó haber coordinado el transporte de drogas y precursores químicos hacia México, así como el envío de cargamentos de cocaína, heroína, fentanilo, metanfetamina y marihuana hacia Estados Unidos mediante diversos métodos: vehículos, trenes, túneles, aeronaves y embarcaciones semisumergibles.
La acusación detalla que sus operadores distribuían los cargamentos en territorio estadounidense y transferían las ganancias ilícitas a México. Para proteger estas operaciones, el grupo recurría a sobornos y actos de violencia contra autoridades, organizaciones rivales e integrantes de su propia estructura.
Delitos adicionales y sanciones económicas
Dentro de su acuerdo con la fiscalía, Guzmán López también reconoció su participación en un caso de secuestro internacional (caso El Mayo Zambada). No obstante, el Departamento de Justicia precisó que este acto no fue promovido ni avalado por las autoridades, y aclaró que no otorgará beneficios de cooperación por dicho episodio.
El acusado aceptó además un fallo monetario por 80 millones de dólares, cifra atribuida a ganancias derivadas de las actividades criminales. La ley establece que los delitos por los cuales se declaró culpable contemplan una pena mínima de 10 años de prisión y un máximo de cadena perpetua. La fecha de sentencia no ha sido fijada. Guzmán López permanece detenido desde su arresto en julio de 2024.
Situación de sus hermanos y procesos pendientes
Los otros tres miembros del grupo conocido como “Los Chapitos” también enfrentan cargos en cortes estadounidenses. Ovidio Guzmán López ya se declaró culpable en julio en Illinois y espera sentencia. En tanto, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar continúan fugitivos; el Departamento de Estado mantiene recompensas de hasta 10 millones de dólares por información que permita su captura.
La declaración de culpabilidad se anunció dentro de la iniciativa federal Operation Take Back America, que coordina esfuerzos del Departamento de Justicia y diversas agencias para enfrentar organizaciones criminales internacionales. El caso fue investigado por el FBI y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (HSI), con participación de fiscales de distritos federales en Illinois y California.
Imagen ilustrativa generada con IA














