Una niña de siete años fue víctima de un presunto abuso sexual en la Escuela Primaria Carmen Serdán, ubicada en la colonia San Miguel Jacalones en el municipio de Chalco, Estado de México.
En las afueras de la fiscalía regional la madre de la menor relató la situación. El 23 de septiembre comenzó como cualquier otro día, acompañó a su hija hasta el patio de la escuela y regresó a casa tras despedirse. Sin embargo, al volver para recogerla al final del turno vespertino, la situación cambió drásticamente.
Al preguntar por su hija, la maestra respondió: “¿Cuál niña?”, y cuando la madre insistió, negó que la menor hubiera asistido: “No vino, no entró a clases todo el día”. La misma actitud evasiva encontraron en el profesor de guardia: “No sé, yo no vi nada”, y en el director, cuya incredulidad se manifestó con un tono que la madre calificó de grosero: “¿Cómo no va a estar?”.
Ante la falta de colaboración, la madre buscó a su hija por su cuenta, revisando salón por salón, mientras su hijo verificaba en casa si la niña había regresado por otra vía. La confirmación de su ausencia intensificó el temor.
Finalmente, la niña fue localizada por su hermano en un área en construcción adyacente a un salón. Temblorosa, pálida y llorando, apenas pudo relatar lo sucedido. Señaló al presunto responsable: “El consejero, el que traía la gorra”. Según la familia, la menor habría sido retenida durante horas, drogada y sometida a tocamientos inapropiados, acompañados de amenazas para silenciarla. Durante toda la jornada, no asistió a clases ni interactuó con sus compañeros, lo que evidencia fallas en el registro de asistencia y supervisión de espacios escolares, incluyendo áreas en remodelación.
El caso expone un sistema de protección infantil que falló en varios niveles. La negligencia inicial del personal escolar —maestra, guardia y director— retrasó la activación de protocolos de búsqueda y la alerta a las autoridades, prolongando la exposición al riesgo y aumentando el trauma psicológico. Para una niña de segundo grado, este tipo de violencia puede generar secuelas duraderas, como trastornos de estrés postraumático, desconfianza hacia figuras de autoridad y dificultades en su desarrollo emocional.
La madre presentó la denuncia ante la Fiscalía Regional de Amecameca el mismo día, pero ha enfrentado retrasos burocráticos. Según relatos de testigos, el presunto responsable fue detenido poco después, posiblemente gracias a la intervención de otros padres, y enfrenta cargos por abuso sexual agravado en el Centro de Justicia de Chalco. No obstante, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) hasta el momento no ha emitido un comunicado oficial confirmando su detención o vinculación a proceso.
En la escuela, familiares y miembros de la comunidad han bloqueado accesos en protesta, exigiendo justicia, la destitución de autoridades escolares y medidas preventivas, como controles más estrictos de entrada y salida.
Cabe señalar que el agresor, sería presuntamente hijo de una conserje, como parte de una familia que también viviría al interior de la escuela, confirmó el director.