La Policía Municipal de Toluca detuvo a Enrique “N”, alias El Kike o Tochiro, identificado como el presunto responsable del homicidio del exjuez federal y estatal Luis Miranda Cardoso, ocurrido en agosto de 2020.

La captura, se realizó en la colonia Santa Bárbara tras un operativo de inteligencia apoyado por cámaras de videovigilancia.

La captura

De acuerdo con la Dirección General de Seguridad y Protección de Toluca, la detención se produjo cuando agentes identificaron un Volkswagen Golf gris Oxford, con placas del Estado de México y reporte de robo.

El conductor se presentó como Jonathan Adrián “N”, de 27 años, vecino de Atlacomulco; sin embargo, tras su traslado a la Fiscalía Especializada en Combate al Robo de Vehículos (OCRA) y un análisis de inteligencia, se confirmó que era Enrique “N”, de 42 años, originario de Toluca.

Según las autoridades, el detenido usaba una identidad falsa para eludir a la justicia y tenía una orden de aprehensión vigente por homicidio calificado con premeditación, ventaja y alevosía.

Tras determinar su verdadera identidad, fue puesto a disposición del Juzgado de Control que emitió la orden y trasladado a un centro penitenciario. El vehículo asegurado quedó bajo resguardo de la fiscalía.

Un caso con huella política

El asesinato de Luis Miranda Cardoso, ocurrido el 11 de agosto de 2020 en su domicilio en Toluca, generó gran conmoción en el Estado de México debido a su trayectoria como juez federal y estatal, así como por sus vínculos con figuras políticas de alto perfil.

Miranda Cardoso era padre de Luis Enrique Miranda Nava, exsecretario de Desarrollo Social en el gobierno de Enrique Peña Nieto y un personaje influyente en el PRI mexiquense, con fuertes lazos en Atlacomulco, bastión histórico del priismo. Por tanto también era abuelo del actual diputado del PVEM, Luis Miranda Barrera.

Cinco años de investigación

Desde 2020, el caso se mantuvo bajo investigación con avances limitados. Ese mismo año, las autoridades detuvieron a un presunto implicado, quien más tarde sería asesinado al interior de su celda, en circunstancias que tampoco terminaron de ser esclarecidas.

Durante los años siguientes, la investigación se mantuvo con baja visibilidad pública, hasta que finalmente, de una forma un tanto fortuita, este jueves la Policía de Toluca logró dar con el presunto homicida, con apoyo de sus tecnologías de combate al crimen.

La detención de Enrique “N” abre una nueva etapa en la búsqueda de justicia para este caso. El Ministerio Público sostiene que cuenta con elementos para sustentar la acusación de homicidio calificado, aunque las autoridades no han revelado si investigan posibles cómplices o vínculos con otros hechos.