EEUU impone aranceles al jitomate mexicano: Análisis de la situación

Publicada: Autor:

Este lunes, Estados Unidos implementó un arancel del 17% sobre la mayoría de las importaciones de jitomate fresco provenientes de México, tras anunciar el 14 de abril de 2025 su decisión de retirarse del Acuerdo de Suspensión de Tomates de 2019.

Esta medida, impulsada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, responde a las acusaciones de que los productores mexicanos practican «dumping», es decir, venden jitomates a precios por debajo del costo de producción, lo que afecta a los productores estadounidenses, particularmente en Florida.

Contexto de los aranceles

La disputa comercial sobre el jitomate entre Estados Unidos y México comenzó en la década de 1990, cuando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte facilitó un aumento en las importaciones mexicanas. Desde entonces, se han negociado varios acuerdos de suspensión para evitar aranceles, siendo el más reciente el de 2019.

Sin embargo, el Departamento de Comercio de Estados Unidos argumentó que este acuerdo no protegía adecuadamente a los productores locales, lo que llevó a la imposición del arancel del 17% a partir del 14 de julio de 2025. México suministra cerca del 65% de los jitomates frescos consumidos en Estados Unidos, con exportaciones valoradas en 3.1 mil millones de dólares en 2024, un crecimiento del 367% desde la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Reacciones en México

El gobierno mexicano ha rechazado las acusaciones de dumping, afirmando que no existen programas gubernamentales que subsidien la producción de jitomate. El ministro de Agricultura destacó que el 90% de los jitomates importados por Estados Unidos son mexicanos, lo que equivale a seis de cada diez jitomates consumidos en ese país. México buscó negociar un nuevo acuerdo durante los 90 días previos a la entrada en vigor del arancel, pero no se alcanzó un consenso.

En el sector privado, empresas exportadoras de jitomates han calificado los aranceles como una amenaza existencial, anticipando costos adicionales de millones de dólares mensuales que podrían trasladarse a los consumidores o reducir los márgenes de ganancia. Los productores mexicanos han advertido sobre el impacto en los 500,000 empleos que dependen de la industria del jitomate en México.

Impacto en México

Los aranceles podrían reducir las exportaciones de jitomate mexicano, afectando regiones agrícolas clave como Sinaloa, que representa el 40% de las exportaciones de jitomate. Los productores enfrentan costos adicionales que podrían disminuir sus ventas al mercado estadounidense, lo que podría traducirse en pérdidas económicas y una posible reducción de empleos en la cadena de producción, que emplea a unas 500,000 personas en todo el país. Además, un exceso de oferta en el mercado interno podría bajar los precios del jitomate, beneficiando a los consumidores pero perjudicando a los pequeños agricultores.

Aunque el Estado de México no es un líder en la producción de jitomate, los aranceles podrían tener efectos indirectos. La región participa en la producción agrícola y en la cadena de suministro de productos frescos, incluyendo transporte, empaque y distribución. Una disminución en las exportaciones podría reducir los ingresos de empresas logísticas locales y afectar empleos en estos sectores. Además, la posible retaliación mexicana con aranceles sobre carne estadounidense podría aumentar los precios de estos productos en el Estado de México, afectando a los consumidores y a la industria alimentaria local. Los pequeños productores de jitomate en el estado, especialmente en áreas como el Valle de Toluca, podrían enfrentar presión económica si los precios internos caen debido a una menor exportación.

Impacto en Estados Unidos

En Estados Unidos, los aranceles probablemente elevarán los precios de los jitomates frescos entre un 10% y un 50%, afectando a consumidores en supermercados y restaurantes.

Esto podría limitar la variedad de jitomates disponibles, especialmente los cultivados en invernaderos, que representan casi el 90% de las importaciones de este tipo. Aunque los productores estadounidenses, principalmente en Florida, podrían beneficiarse de una menor competencia, la industria del jitomate en este estado ha disminuido significativamente, pasando de 61,800 acres en 1990 a 23,000 en la actualidad, lo que limita el impacto positivo para ellos. La cadena de suministro estadounidense, que genera 8 mil millones de dólares y 47,000 empleos relacionados con las importaciones de jitomate, también podría verse afectada.

Con los aranceles ya en vigor, México y Estados Unidos podrían retomar negociaciones para alcanzar un nuevo acuerdo comercial. Mientras tanto, la incertidumbre persiste sobre cómo se distribuirán los costos entre exportadores mexicanos y consumidores estadounidenses, y si las medidas retaliatorias mexicanas escalarán el conflicto.

 






Temas Clave