La alcaldesa de Capulhuac, Selenne Hernández, fue detenida este martes en un operativo policial con agentes de la fiscalía mexiquense, llevado a cabo en la Casa de Cultura de San Miguel Almaya, en el mismo municipio. La captura se dio tras un intento de la alcaldesa por retomar el control del ayuntamiento, en un contexto de creciente tensión política y administrativa en la localidad.
El operativo tuvo lugar luego de que Hernández convocara, de manera sorpresiva, a una sesión de Cabildo el día lunes en la Casa de Cultura de Almaya. A esta reunión asistieron únicamente el síndico, la tercera regidora y el séptimo regidor. Durante esta sesión con el «mini cabildo», la alcaldesa buscó legitimar su retorno al poder, en medio de un conflicto con la presidenta municipal por ministerio de ley, la regidora Sarita Arellano, quien también reclama la titularidad del ayuntamiento, y quien mantiene el control del Palacio Municipal.
La captura de Selenne Hernández
Versiones extraoficiales señalan que, durante el operativo, se registró un enfrentamiento armado entre elementos de la seguridad personal de Selenne Hernández y agentes ministeriales que intentaban cumplimentar una orden de aprehensión en su contra. Finalmente la alcaldesa fue detenida, cumplimentando así la orden de aprehensión, por las agresiones cometidas semanas atrás contra una trabajadora del DIF.
El conflicto en Capulhuac se agudizó tras las acusaciones de la alcaldesa Sarita Arellano, quien denunció que Hernández secuestró también el día de ayer las redes sociales oficiales del ayuntamiento para difundir información desde la Casa de Cultura de Almaya. En esta información se incluye la divulgación de una ceremonia que se realizaba este martes en dichas instalaciones, con la presencia de la alcaldesa.
Esta situación ha generado una profunda incertidumbre entre los habitantes, quienes no tienen claridad sobre quién ostenta legítimamente la presidencia municipal.
A pesar de las denuncias presentadas ante la legislatura local para resolver la destitución de Selene Hernández, las autoridades no han logrado esclarecer el conflicto, dejando a Capulhuac en un limbo político y administrativo.